Sábanas trenzadas convertidas en cuerdas, garfios de madera y metal y algunas mantas es el material que un funcionario interceptó hace unos días en uno de los patios de la cárcel y con el que dos internos pretendían emprender su huida de la prisión. Aunque parezca la descripción de una escena de una película, los hechos sucedieron hace un par de noches en las dependencias de Alhaurín de la Torre, cuando el funcionario, en una de sus rondas nocturnas, detectó una bolsa en un patio sin uso del módulo 5, al que pertenecen los dos internos que planeaban su fuga, un asturiano de 43 años y un joven de origen árabe, natural de Melilla.

Unos días antes, los trabajadores del centro penitenciario ya habían detectado una actitud sospechosa por parte de los dos presos, explicó ayer el responsable del sindicato Acaip en la cárcel, Francisco Mancero, por lo que una vez localizada la bolsa que contenía el material para la fuga, la investigación se centró en estos internos, que han llegado a reconocer su intención. Mancero concretó que las sábanas trenzadas convertidas en cuerdas alcanzaban una longitud de entre 10 y 12 metros, mientras que los garfios los habían elaborado con asas de cubos, maderas y otros materiales, para intentar trepar. Las mantas, por su parte, estaban pensadas para protegerse del alambre de espino. Aun así, Mancero aseguró que las posibilidades de que hubieran podido escapar eran prácticamente nulas, porque además de salvar los altos muros, tenían que sortear el alambre de espino y los sofisticados sistemas de alarma. "Fugarse es bastante más complicado de lo que parece, no es como una película", concluyó el representante de Acaip.

Los internos pertenecían al modulo 5 de la prisión (módulo para los presos que cursan estudios y extranjeros) y tras el intento de fuga han pasado automáticamente al de aislamiento, aseguró ayer, Antonio González, delegado de UGT de Prisiones en Málaga. González explicó que se establece para este tipo de presos un régimen disciplinario y las medidas legales oportunas por los hechos; mientras Instituciones Penitenciarias traslada una medida definitiva para los internos, que normalmente se concreta en un traslado a otro centro penitenciario, aunque puede quedar en un régimen de observación mayor en las mimas dependencias.

El pasado verano, los funcionarios de la prisión de Alhaurín se enfrentaron a un caso similar que también acabó en un intento de fuga frustrado, aunque normalmente es en las salidas al juzgado o para visitar al médico, cuando los internos son más proclives a planear una huida.