Málaga

"En Málaga no tenía que haber paro con la cantidad de turistas que hay"

  • Esta experta asegura que una empresa, para tener futuro, debe cuidar primero a sus trabajadores y, posteriormente, vigilar sus finanzas y dar a conocer qué hace

FRANCISCA Parra, conocida como Paquita, es una de las profesoras más conocidas tanto en Económicas, donde imparte clases desde hace 38 años, como en la propia Universidad de Málaga. Defiende a ultranza el trabajo y el esfuerzo para superar los obstáculos y se define a sí misma como "chovinista" a la hora de alabar las virtudes y las posibilidades de la UMA frente al resto de universidades españolas.

-¿Qué es lo básico para que una empresa tenga futuro?

-Lo básico es saber dirigir los recursos humanos de la empresa. Lo segundo es la parte financiera y en tercer lugar hay que saber comunicar lo que se hace.

-Resulta curioso que prime el trato al empleado sobre el dinero.

-Si hay un principio de responsabilidad social y de cooperación y colaboración entre todo el personal, la empresa tiene futuro. Yo le digo a mis alumnos que con toda la crisis que hay, si una empresa está convencida de que un trabajador le va a generar más ingreso que gasto lo contrata seguro. Para que una empresa gane dinero, a corto plazo puede utilizar muchos procedimientos, pero eso no garantiza que pueda sobrevivir a largo plazo. Para hacerlo tiene que haber valores humanos, sociales y económicos.

-¿Y se encuentran esos valores en la empresa actual?

-Hay de todo.

-¿Son más frías las multinacionales en el trato con sus empleados que las pymes?

-El tamaño no tiene nada que ver. A lo largo de mi carrera profesional me he encontrado todo tipo de casos. En la empresa familiar se suele dar más esa unión con los trabajadores que en las demás, pero hay compañías que también siguen esa política como una herramienta de supervivencia y rentabilidad.

-¿Es más rentable una empresa que cuida a su plantilla?

-Está demostrado que es más rentable una empresa responsable que otra que no lo es a largo plazo porque eso influye directamente en la imagen. Para vender un producto hace falta imagen y que detrás haya una realidad. Hace falta partir de lo que necesitan los trabajadores y el mercado. Cuando la demanda era superior a la oferta, una etapa que yo sí he vivido, con un poco de publicidad se vendía todo. Hoy en día no es así y solo a fuerza de marketing no se vende nada. Hace falta que sea verdad lo que hay detrás y darlo a conocer. Tanto en el exterior como en el ámbito interno, porque es muy difícil que los trabajadores vendan algo en lo que no creen. Hay que cubrir necesidades reales mejor que la competencia y adaptar el producto. Yo le digo a los niños [los alumnos] con mucha frecuencia que los empresarios o los gerentes tienen que pensar todos los días al levantarse por qué los clientes le compran a él y no a su competidor, y al revés. Si esa pregunta se la hubieran hecho algunas grandes empresas en España no se verían como están ahora. Siempre hay algo que motiva al cliente a comprar en un determinado lugar. Jamás se puede pensar que mis clientes son tontos, que se les puede tomar el pelo o que la sociedad de consumo se puede manejar. No hay cosa peor que un mercado se sienta humillado y engañado. A corto plazo te puede dar mucho dinero pero a la vuelta de la esquina te hunde.

-¿Qué piensa al ver tantas empresas cerradas por la crisis?

-La crisis ha afectado a todas las empresas. Eso es inevitable. Pero también es verdad que en plena crisis hay empresas que han incrementado su beneficio. Es inevitable que muchas empresas hayan quebrado, pero también es seguro que el que tiene valor y fuerza continúa.

-Todos los empresarios se quejan un día sí y otro también de que los bancos no les dan crédito para funcionar.

-Nadie va a sacarnos de la crisis. Son las empresas las que lo van a hacer y son las que tienen que salir adelante. Siempre ha habido dificultades en la vida y hay que superarlas con valor.

-Sí, pero muchos empresarios pueden decir que el valor no paga las nóminas ni a los proveedores.

-Pues si no obtienen créditos, hay que darle vueltas a la cabeza y buscar un nuevo camino porque siempre hay uno. Eso sí, hay que estar dispuesto a no tener miedo, que es el peor enemigo, ni prejuicios sobre yo esto no lo hago o yo allí no me voy... Hay que hacer lo que haya que hacer y punto. Hay que echarle valor e imaginación.

-Pregunta típica, ¿el empresario nace o se hace?

-Creo que necesita las dos cosas. Pienso que se hace, más que nace. Uno puede ser inteligente pero hay que trabajar. Yo a mis nietos les digo que el trabajo es lo que les va a hacer triunfar en la vida. El trabajo y el comportamiento. El empresario puede nacer con determinadas capacidades, pero eso tiene que alimentarse en la familia y en la sociedad, y formarse.

-Hay muchos grandes empresarios que empezaron sin nada.

-Sí, pero eso no quiere decir que nacieran así. Se han hecho. Muchos empresarios que han triunfado y partieron de la nada han despegado gracias a la energía que han recibido de las dificultades superadas y de los fracasos. En cualquier caso, en mi opinión hace falta también el conocimiento. Solo con el espíritu emprendedor y el valor no se llega.

-¿Están bien formados los empresarios?

-También hay de todo. Hay una preocupación latente en toda la sociedad y es que hasta ahora la formación era fantástica, pero tenemos cierto miedo a que el descenso de nivel de los alumnos que estamos recibiendo en la universidad pueda perjudicar en el futuro.

-Con tanto desempleo y la escasa posibilidad de encontrar un trabajo por cuenta ajena, muchas personas están optando por crear su propia empresa. Lo que se está llamando emprendedor por necesidad más que por vocación, y muchos fracasan. ¿Qué le parece este fenómeno?

-Yo veo positivo que la gente intente salir de sus problemas y apoyo a todo aquel que quiera crear una empresa. Lo que deben hacer es formarse e informarse para tener éxito.

-Pero no todo el mundo vale para ser empresario.

-No, pero tampoco todas las empresas tienen que ser multinacionales. No obstante, estamos viendo muchas pequeñas empresas que sí están exportando. Creo que tenemos mucho futuro en el extranjero. El continente asiático es un campo abonado para nosotros, así como Latinoamérica. Le aconsejo a todas esas personas que crean una empresa porque no tienen otra salida que procuren dirigirse a mercados asiáticos y latinoamericanos porque van a tener futuro seguro. Europa ahora mismo está fastidiada y es complicado exportar, pero el mundo es muy grande.

-¿Qué expectativas laborales tienen sus alumnos?

-Hace unos cuantos años había cierta tendencia a ser funcionario y ahora es a estudiar idiomas porque saben que posiblemente tendrán que irse. Es una pena porque nos gastamos el dinero en formarlos y después se van al extranjero a rendir.

-¿Hay cierta negatividad o desilusión en el alumnado?

-No. La juventud es buena y, con la que está cayendo, no la veo muy desmotivada. Veo que la gente es emprendedora y tiene ganas de vivir, trabajar y elegir su camino. Yo no veo angustia ni demasiado agobio entre mis alumnos. Están interesados en conseguir currículum e idiomas.

-¿Se puede permitir Málaga esa fuga de talento?

-Ni Málaga ni ningún sitio. Eso no se debe hacer. ¿Quién tiene la culpa? Entre todas la mataron y ella sola se murió. No hay nadie culpable. La vida es así. Unas veces la economía va bien y otras mal.

-Podemos estar ante una segunda gran ola de emigración en España como la de los años 60 ó 70.

-Sí, pero de distinta forma. Ahora estamos más preparados aunque en ambas hay problemas básicos de subsistencia. Espero que la crisis termine pronto y creo que lo va a hacer porque confío plenamente en la empresa, que es la que nos va a sacar de la crisis a fuerza de trabajo y cooperación.

-La veo optimista.

-Nadie sabe la fecha exacta para salir de la crisis porque no es cuestión de un día, sino que es algo progresivo. La gente quiere trabajar y el trabajo es lo que da riqueza. Ni los gobiernos, ni los políticos. Solo el trabajo y la honradez. La empresa es la que genera trabajo. Más empleo público no nos lleva a ningún sitio. Necesitamos riqueza en serio. Los políticos lo que tienen que hacer es apoyar la educación, porque eso es clave. Hay que exigir y ser duro en la educación. Los niños tienen que trabajar y no podemos ponernos blandos con ellos.

-Comenta usted que la empresa es la que genera puestos de trabajo, pero otra cosa es la calidad de ese empleo. El 95% de los contratos que se firman son temporales y los sueldos son bajos.

-Sí, pero en el momento en que contratan a una persona de forma temporal y precaria, si demuestras que eres capaz de sacar a la empresa de la crisis y hacerle ganar dinero, esa persona se queda en la plantilla y no con un contrato precario. Nadie tiene interés en hacer contratos precarios. Ni los gobiernos ni las empresas. Pero la empresa tiene que ganar dinero para sobrevivir y generar empleo. Puede contratar de forma precaria porque la legislación lo permite y porque no conoce al trabajador. Si éste genera dinero, o se le hace un contrato fijo o se va. Y si se le deja ir esa empresa no merece sobrevivir. Le aconsejaría, por tanto, a aquellos que tengan contratos temporales que en lugar de quejarse y hacer lo menos posible porque le pagan poco y le exigen mucho, que hagan al revés, es decir, rendir al máximo y demostrar que valen mucho para que les promocionen.

-Volviendo al mundo universitario ¿qué opina de la eliminación de becas?

-Me parece fatal. Lo que no se puede hacer es restar dinero de sanidad y educación. No se puede tocar de ninguna manera porque eso es el futuro. Te soluciona el corto plazo porque te quita déficit pero no se puede hundir el país por solucionar un corto plazo. No obstante, no se puede confundir la privatización con el apoyo económico. Si se recurre a la externalización de servicios como limpieza o compras, eso no es privatizar la sanidad o la educación. Externalizar servicios es positivo al máximo.

-¿Y qué le parece la idea de los mecenas para estudiantes?

-Fenomenal. Es bueno para la educación y para los patrocinadores porque si una empresa patrocina a un alumno se va a encargar de que el estudiante aprenda porque si no rinde le quita el dinero. Lo está formando y si rinde se lo va a quedar. Ha sido una idea genial de Adelaida de la Calle y ojalá haya muchas empresas que quieran hacerlo. Pero esto tampoco es privatizar.

-¿Hay mucha diferencia entre el alumnado actual y el de hace 20 ó 30 años?

-Sí. Son otro mundo. No son mejores ni peores. Ahora tienen más formación tecnológica y pueden acceder a cualquier información. Pero les veo con un nivel más bajo en sabiduría clásica de humanidades porque se les exige menos. Si suspenden y pasan de curso, no estudian; si los padres, con el exceso de cariño, solo quieren que su niño no se moleste... Normalmente una generación se esfuerza y la siguiente vive mejor y esa puede crear problemas para la siguiente.

-Málaga vive del turismo y siempre se habla de la necesidad de cambiar de modelo productivo. ¿Cree usted que es necesario?

-Yo no veo tan positivo cambiar el modelo. Somos una zona turística y tenemos lo mejor para ofrecer a los turistas. ¿Por qué vamos a renunciar a ello y buscar otros caminos? Lo que tenemos es que potenciarlo. El turismo ahora va genial y para el futuro, en lugar de cambiar de modelo económico, potenciaría mucho más el turismo y planificarlo bien.

-Sí, pero al final tenemos un 34% de paro.

-Pero la culpa del paro no es que nos dediquemos básicamente al turismo. Hay muchos factores. Hay que analizar qué nos ha llevado a este fracaso, pero no con críticas pasilleras sino constructivas. En Málaga no tenía que haber paro con la cantidad de turistas que hay. Hay que darle a la cabeza y ver cómo podemos generar más atractivos y dar mejores servicios turísticos que la competencia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios