Málaga

El plan que anula 4.000 casas en el litoral de Málaga sigue adelante

  • La Comisión Provincial de Urbanismo, con el voto negativo del PP, avala el planeamiento, que busca proteger 1.700 hectáreas de suelo

La Junta de Andalucía sigue adelante en su idea de proteger buena parte de los suelos del litoral libres del ladrillo. A pesar de las críticas emitidas por la práctica totalidad de municipios de la costa de Málaga, que cuestionan la afección del planeamiento sobre la autonomía local y sobre los proyectos residenciales programados, el documento dio ayer un nuevo paso administrativo tras recibir el aval de la Comisión Provincial de Urbanismo de Málaga.

El posicionamiento del ente, que estuvo presidido por la secretaria general de Urbanismo y Cambio Climático de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Nieves Masegosa, fue favorable al Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía. El apoyo, sin embargo, no fue total, puesto que los cuatro representantes del Partido Popular, tanto de la diputación como de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (Famp) votaron en contra del documento.

El objetivo de esta estrategia es el de preservar de la urbanización las franjas del territorio costero en actualmente no han sido ocupados. Todo ello, alegan desde la Junta, para "conseguir la preservación de los valores ambientales, paisajísticos y territoriales de los territorios costeros que aún no han entrado en procesos de degradación".

Y en qué modo estas herramientas de protección afectan a Málaga. Los datos indican que en la provincia malagueña son 1.700 las hectáreas en las que se salvaguardan de la ocupación sus primeros 500 metros, de un total de 9.000 hectáreas en toda Andalucía. Una superficie a repartir en trece ámbitos de suelo urbanizable, en los que se prevén 4.000 viviendas. La cifra, indicaron desde el Gobierno andaluz, suponen apenas el 7% de las previstas en los planeamientos urbanísticos de las localidades del litoral.

Estos números son empleados por la Administración regional para confrontar los argumentos empleados por los alcaldes de las localidades, que acusan a la Junta de paralizar el urbanismo con este planeamiento. Frente a esta exposición, desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se alega que esos mismos municipios está programada la construcción de 54.000 viviendas de nuevo cuño.

La trascendencia de la medida contemplada por la Junta es mayor si se tiene en cuenta que la provincia malagueña es la que "mayor grado de ocupación" tiene, con un 68% de suelo urbano o urbanizable.

La evolución de esta colmatación urbanística, denunciada durante años por los colectivos ecologistas, es especialmente evidente desde finales de la década de los años 60 hasta 1998. En ese lapso de tiempo, el incremento registrado alcanza el 570%. Según el Sistema de Información Geográfica Litoral de Andalucía, mientras en 1956 apenas eran 800 las hectáreas ocupadas dentro de los primeros 500 metros de litoral, de un total de 8.232, en 2009 eran 5.492.

El plan litoral establece tres categorías con diferente grado de protección. En primer lugar, las Zonas litorales de Protección Ambiental son aquellos suelos que disponen de un régimen de protección por la normativa ambiental; las Zonas litorales de Protección Territorial 1, aplicable a los suelos que ofrecen características ambientales o paisajísticas relevantes, colindantes con el dominio marítimo o con espacios naturales protegidos, o que permiten la conexión de la costa con espacios naturales del interior y que deberán ser calificados como suelo no urbanizable de especial protección. Y, por último, las Zonas litorales de Protección Territorial 2, que son terrenos que cuentan con valores naturales o paisajísticos, pero en los que ya se ubican usos de naturaleza urbana, aunque irregulares, o que deben ser preservados de urbanización por sus valores agrícolas.

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