Málaga

"España significa flamenco, sol, playa y crisis en Corea"

  • La escritora coreana Cheon Un-yeong realiza una estancia de seis meses en la UMA

España es la Alhambra, la playa, el flamenco y... La crisis. Así nos ven en el décimo tercer país más rico del mundo: Corea del Sur. La escritora Cheon Un-yeong explicaba ayer, instantes antes de entrar en el seminario de literatura coreana que forma parte de la IV Semana de Corea que organiza la Universidad de Málaga (UMA), cómo las penalidades económicas españolas han dado la vuelta al mundo para convertirse en un elemento de la marca España junto a los grandes tópicos como el de la playa o el flamenco.

Cheon Un-yeong llegó en julio a Málaga, becada por el el Instituto de Traducción Literaria de su país, para realizar una estancia de seis meses en la Universidad de Málaga. Durante su permanencia en la ciudad estudia español, colabora con las actividades que desarrolla el Departamento de Asia Oriental de la UMA y escribe un artículo semanal en un periódico económico coreano precisamente sobre España, "aunque no sobre economía", aclara.

¿Su primera impresión? La vida diaria: el sol, la siesta y la gastronomía, con especial hincapié en las comidas en la playa y el gazpachuelo, apartado que consumió uno de los artículos publicados en el periódico coreano. Un poco más allá de esa imagen subraya el carácter local que compara con "un árbol verde porque es benévolo y expansivo" en consonancia con el "clima y el paisaje". ¿Y la crisis? Admite que en cuatro meses no ha visto la huella de la crisis en Málaga, aunque sí en Madrid donde sí ha "palpado lo que había leído en Corea" .

En el seminario de literatura coreana también participó ayer la escritora Kim Insuk. Hacía apenas 48 horas que había aterrizado en el aeropuerto de Málaga sabiendo poco más allá de que esta es la ciudad de Picasso y sin dar tregua al jet lang se fue a buscar la luz que "inspiró" al pintor. Ayer afirmaba estar "impresionada" por la "luminosidad" que le habían dejado en la retina la Costa y Frigiliana.

El objetivo final que mueve tanto a Chen Un-yeong como a Kim Insuk y al Instituto de Traducción Literaria de Corea en esta semana cultural es promover en España la literatura que se está escribiendo en Corea. Kim Insuk se mostraba ayer vivamente interesada por comprobar "la reacción del público" ante la lectura de su obra, prácticamente desconocida en España. Casi con interés científico aguardaba la respuesta de un lector que cree "más pasional" para contrastarla con la del coreano, mucho más introvertido.

Ese desconocimiento de la actualidad literaria de su país es el que ha animado la presencia de ambas escritoras en la Universidad de Málaga durante la IV Semana de Corea. Ambas figuran entre los nombres más relevantes de las letras coreanas del momento. Cheun Un-yeong, según explica la publicación editada por el Instituto Coreano de Traducción Literaria y la Universidad de Málaga, inició su carrera con la novela La Aguja, un inicio catalogado de "espléndido" por la fuerza "subversiva y destructiva" que transmiten sus personajes femeninos.

Dibuja mujeres que se niegan a aceptar el destino y labran el suyo propio, personajes que sufren pérdidas y que sobreviven aceptándolas como parte inseparable de la vida. En su última obra, Jenjibre, la autora acude a los acontecimientos dramáticos vividos en los años 80 durante los movimientos de oposición a la dictadura. Entre ambas obras hay otras cuatro novelas y libros de relatos publicados bajo los títulos Fulgor, Hasta otra, circo, Modo de empleo de sus lágrimas y Ya sabe usted madre.

Para Un-Yeong escribir es "inseparable de leer", son "caras de la misma moneda", "pasiones que van unidas". De hecho, ella se inició en la literatura por casualidad cuando, tras escribir una crítica sobre el sistema financiero implantado por el gobierno de Kim Yeong-sam, un profesor de la universidad a la que acudía le sugirió que probara a escribir ficción.

Durante su recorrido literario ha recibido los premios de las artes y de literatura creativa en Coresa del Sur.

Kim Insuk, autora de obras como Bolsa, Adiós, Elena o El mar y la mariposa, encontró en la lucha contra la violencia y las sinrazones de la realidad el punto de partida en su labor creativa. Comenzó a escribir a mediados de los 80, durante la dictadura, momento que eligió para abordar los absurdos de la vida y las contradicciones de la sociedad coreana. A partir de los 90 reorientó su interés literario hacia las interioridades del yo. Afirma, que para ella el fin de la literatura es explorar las relaciones entre "la sociedad, la historia y el individuo".

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