JESÚS RUIZ CASADO. PRESIDENTE DE AIFOS

"Mi error fue no ver el riesgo reputacional que corría por trabajar en Marbella"

  • Un mes después de conocer su condena por fraude en el caso Malaya, Jesús Ruiz aparece públicamente Quiere localizar a miles de compradores de casas de Aifos para que le ayuden a salvar la empresa

Aifos figuraba en 2006 en el listado de empresas líderes de Andalucía. Entonces su presidente, Jesús Ruiz, era metáfora de éxito. Ahora la promotora, en concurso de acreedores y con su dueño condenado por fraude en el caso Malaya, ocupa un discretísimo local sin cartel en el polígono La Huertecilla. Nada que ver con el edificio de la Alameda Principal que compró por 12 millones para convertir en una sede que nunca llegó a ser. Apenas unos metros más allá, como si de otra metáfora se tratara, están las calles Limitación, Deuda y Estado. Jesús Ruiz apenas ha dejado transcurrir unos días desde que conoció la sentencia a tres años de prisión y 2,2 millones de multa en el caso Malaya. Ha salido a la luz pública para asegurar que tiene un plan para sacar adelante la promotora, con un pasivo de 900 millones y más de 5.000 acreedores, y que necesita el respaldo de las familias que se quedaron sin vivienda de Aifos.

-¿Cómo quiere reflotar Aifos?

-Hemos presentado un convenio que necesitamos que apoyen acreedores que representen el 50% del pasivo. Tenemos el apoyo del 30% pero hay cerca de 3.000 sin localizar que suponen el 26% y necesitamos encontrarlos porque, además, si se aprueba el convenio les tenemos que pagar.

-Junto a los acreedores pequeños figuran el Sareb, entidades financieras y Hacienda. ¿Qué respuesta le da a cada uno en el convenio?

-Proponemos pagar el 100% de la deuda sujeta a privilegio general en seis años. A las personas que no les hayamos entregado casas planteamos pagarles el 100% más los intereses en un plazo de entre 8 y 10 años como máximo y a los profesionales (inversores, proveedores y empresas en general) les pagaremos el 45% a partir del décimo año. Es un planteamiento de mínimos porque hemos hecho un plan de negocio a partir de los activos que hemos conseguido a través de negociaciones con entidades financieras y sentencias favorables del juzgado mercantil.

-¿De entrada con qué cuenta?

-Con 187 millones de euros.

-¿Se salva Aifos si localiza esos acreedores?

-Sí, con un acuerdo con el Sareb y esa parte de acreedores sacamos el convenio.

-Las complicadas relaciones que tienen con los administradores concursales, ¿ponen en riesgo su plan?

-Tenemos una serie de acreedores que quieren cobrar y otros que quieren una casa a precio de mercado. Los que trabajamos en Aifos, además, queremos que la empresa continúe. Al final quienes decidirán serán los acreedores.

-Pero si la administración concursal, nombrada por un juez, pide que sea apartado de la gestión, alega que impide el pago de la deuda y le acusa de gestiones oscuras, ¿qué posibilidades tiene?

-Probablemente este sea un asunto de interés periodístico pero económicamente no lo es. Nosotros documentamos lo que creíamos que hacía bien la administración concursal y probablemente ellos consideraran que yo no estaré haciendo algo bien. Al final, esto es una empresa con un objetivo: satisfacer a los acreedores con los recursos que tenemos y debemos conseguir el mayor dinero posible para poder pagar y satisfacer a unas 700 personas, que quieren tener una casa a valor de mercado de hoy. ¿De qué recursos hemos dispuestos durante el concurso? Cuando entramos en concurso hicimos una propuesta de convenio y se la llevamos a 23 entidades financieras. Sólo una nos atendió y fue para decirnos que liquidáramos la empresa.

-Me dice que los bancos lo dejaron a la deriva.

-Claro. Yo he creado Aifos, siempre he creído en ella y no acepté la situación. Cuando ocurrió el Malaya una serie de entidades financieras hicieron todo lo posible para reducir sus riesgos con nosotros. ¿Qué hicimos? Poner negro sobre blanco las actuaciones que perjudicaron a Aifos y a sus acreedores e irnos al juzgado. Las tres primeras entidades fueron condenadas por conductas realmente sangrantes.

-¿Porque retiraron sorpresivamente financiación comprometida?

-Peor aún, utilizaron préstamos al promotor para pagar deudas que no tenían garantías suyas, presentaron a otros agentes del sector que hicieron ofertas de compras de activos, vendieron activos y se quedaron hasta el IVA, pidieron daciones en pago, obligaron a aportar garantías en cosas que no las debían tener... Cuando pusimos sobre la mesa las reclamaciones volvimos a citar a las entidades financieras y, aunque parezca mentira, esa vez vinieron 23. Empezamos a negociar y llegamos a acuerdos con tres. Fruto de ello y de las tres sentencias conseguimos los activos que tiene ahora Aifos. Ese ha sido parte de nuestro trabajo, porque también durante el concurso hemos terminado 1.132 viviendas, aunque lamentablemente solo se han escriturado 269, porque los clientes quieren una casa a precio de mercado actual y las entidades financieras no siempre están dispuestas.

-¿Cuántos pleitos ha presentado contra los bancos?

-Tenemos una relación de 132 pleitos y si el juzgado mercantil señalara fecha para esas vistas tendría la oportunidad de sentarme a negociar.

-¿Cuánto les reclama?

-1.800 millones.

-¿Cree que es posible recuperar la credibilidad empresarial y personal?

-Fíjate que antes del concurso entregamos 18.000 viviendas y durante el concurso 1.100. Piensa que nunca se nos ha caído una casa ni se nos ha agrietado una estructura.

-Pero tiene a cientos de familias que le entregaron dinero sin casa.

-Por eso nos hemos puesto a trabajar, porque con este plan de negocio podremos devolverles el 100% de su dinero más intereses. Ese es nuestro trabajo, independientemente de que podamos decir que es un problema que nos generaron determinadas entidades financieras. Hemos terminado 1.100 viviendas durante el concurso.

-Responsabiliza de lo sucedido en Aifos a la actitud de los bancos tras el caso Malaya...

-No, yo no responsabilizo, yo hablo de consecuencias. Evidentemente el error ha sido mío. Yo no entendía el riesgo reputacional que corría por trabajar en Marbella. No lo entendí y no supe verlo. El origen es que yo no fui capaz de ver el riesgo reputacional que corríamos trabajando en Marbella, que en 2006 sólo suponía el 2% de los ingresos de la empresa...

-¿Lo que pasó en Marbella solo sucedía en Marbella?

-Solo.

-¿No formaba parte de la cultura empresarial de la época en la que todo valía?

-Sé que sonará a intento de justificación, pero comprábamos suelo urbanizable, hacíamos un proyecto y construíamos casas con un sistema en el que lo teníamos todo integrado. Entregábamos 3.000 viviendas al año, teníamos economías de escala, no crecimos comprando compañías más grandes, por ejemplo.

-¿Cómo ha sido su experiencia con el concurso?

-Positiva. Sin él hubiéramos tenido que liquidar en 2010. Nuestro procedimiento es complicado no solo por el volumen económico, sino también porque son 5.500 acreedores. Incluso he pedido reuniones con los cónsules del Reino Unido e Irlanda porque tenemos 1.000 clientes que son de esos países.

-¿Le afecta en esta situación la condena en el caso Malaya?

-No sé si afecta o no pero tenemos que negociar. Date cuenta que nuestra obligación es conseguir pagar al 100% de los acreedores. Evidentemente no estamos en una tesitura de máximos.

-¿Cómo ha encajado lo sucedido? Porque Aifos, que era usted, estaba en su apogeo. Era el modelo de una época hasta que se derrumba.

-Pues a trabajar. Por mucho que no te guste que las cosas sean así hay que ponerse a trabajar, no queda otra solución.

-¿Si el convenio se aprueba Aifos será el mismo tipo de empresa?

-Las promotoras inmobiliarias seremos gestoras de activos de terceros. El modelo de la empresa inmobiliaria que compra suelo, hace un proyecto y asume el riesgo financiero ya no volverá. Las entidades financieras van a distribuir el riesgo entre los distintos clientes. El modelo de Aifos propietaria de suelo, con 2.000 trabajadores directos [de los que quedan 60] y créditos para desarrollar promociones ya no será así.

-¿Cómo se reorientará?

-Cuando salgamos del concurso podremos hacer aquello que nadie discute en el sector que hemos hecho diferencialmente bien, porque es reconocida la capacidad de Aifos en el turismo residencial enfocado a clientes extranjeros. Ya se han puesto en contacto conmigo distintos agentes, propietarios de suelo o de proyecto y el mercado está mucho mejor.

-Sorprende que no se piense que todo lo sucedido deja estigma.

-La vida empresarial son acciones y hechos. Las cosas se hacen andando. Uno empieza a caminar con lo que tiene a favor y con lo que tiene en contra y a medida que caminas lo que haces te avala. Te recuerdo que nunca se nos ha caído una casa y hemos entregado 18.000. Evidentemente hay ventajas y hay inconvenientes y con todos ellos se hace el camino. Los inconvenientes los sueles pagar cuando negocias porque el de enfrente te saca mejores condiciones económicas. Esa es la vida empresarial.

-Y llegados a este punto usted decide salir en vez de esconderse.

-Claro, es evidente. Tenemos algo que contarle a los acreedores, queremos contárselo y nuestra obligación es pagarles para eso hemos hecho un plan de negocio y una propuesta realista y de mínimos que ni siquiera tiene en cuenta las reclamaciones que se puedan conseguir de las entidades financieras.

-¿Moderadamente satisfecho con la sentencia de Malaya?

-Explicamos bien lo del Guadalpín Banús [en alusión a los cohechos que le atribuía la Fiscalía en la negociación de convenios urbanísticos por los que ha sido absuelto] pero no lo de Guadaíza [una permuta de suelos municipales que ha supuesto su condena por fraude]. Espero que lo expliquemos bien el Supremo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios