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Repsol ve un año más frustrado su plan de buscar gas en la Costa del Sol

  • El Ministerio de Industria sigue sin autorizar a la compañía a perforar el pozo y culminar la investigación que inició hace ya diez años Sólo puede hacerlo entre febrero y mayo

Otro año más que no ha podido ser. La compañía Repsol tendrá que esperar, al menos, hasta febrero del año que viene para culminar el proyecto que emprendió en 2004 para buscar posibles yacimientos de gas en los fondos marinos de la Costa del Sol. A pesar de la buena disposición mostrada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo a autorizar la última fase, que consistirá en perforar un pozo exploratorio entre Mijas y Fuengirola, los permisos siguen sin llegar y el plazo se ha agotado este año.

La compañía petrolera solamente puede llevar a cabo esta última fase del proyecto llamado Siroco entre los meses de febrero y mayo, como ya autorizó la declaración de impacto ambiental favorable que obtuvo del propio Gobierno central en junio de 2011 para que ni la actividad turística de la zona ni el paso migratorio de cetáceos se vieran afectados.

Pero a punto de que expire en agosto la cuarta prórroga administrativa que el propio Ministerio ha tenido que conceder a la multinacional por el retraso que acumula la tramitación de este último permiso, la respuesta definitiva sigue sin llegar.

Repsol no ha recibido a día de hoy ninguna comunicación oficial a pesar de que, en declaraciones a este periódico el pasado mes de diciembre, el subsecretario de Estado de Industria, Enrique Hernández Bento, dijo que se le autorizaría a iniciar la búsqueda de gas en el litoral malagueño en cuanto la empresa disponga de plataforma para llevar a cabo los trabajos. Aunque es la pescadilla que se muerde la cola porque la empresa no tiene intención de contratar los servicios de este tipo de infraestructuras -apenas existen ocho en todo el mundo- hasta que tenga la certeza de que podrá perforar el pozo debido al alto coste que tiene su alquiler y que puede alcanzar el medio millón de euros al día, incluido el personal.

La multinacional no está dispuesta a que le vuelva a ocurrir en 2011 cuando tuvo que darle un destino alternativo a la plataforma que había contratado y trasladarla a otros trabajos previstos en Marruecos porque a punto de llegar la fecha límite de febrero para empezar Industria no se pronunció tampoco al respecto. Y así hasta día de hoy.

Sólo quedaría la resolución del director de Política Energética para que Repsol tenga vía libre para culminar la última fase. Pero hasta entonces no hay nada que hacer.

Descartada la posibilidad de terminar este año el proyecto de investigación con la perforación del pozo entre febrero y marzo, el próximo horizonte que se abre es el 2015, año de elecciones municipales y generales. Pero para el Ministerio de Industria, a priori, eso no supondría ningún impedimento y el propio subsecretario de Estado se comprometió a que si el próximo año la compañía tiene todo dispuesto para hacer el sondeo previsto entre Mijas y Fuengirola "nosotros no vamos a poner ningún obstáculo porque si cumplen todos los requisitos legalmente no podríamos oponernos".

La realidad es que el Gobierno central deberá conceder a Repsol una nueva prórroga a la vista del nuevo retraso administrativo, que ha supuesto que los permisos de este proyecto, que autorizó en 2004 el anterior Gobierno del PP cuando gobernaba José María Aznar, hayan tenido que ser prorrogados en cuatro ocasiones para que no caduquen. De hecho, en abril del año pasado Industria concedió la última prórroga que concluirá el 20 de agosto de 2015.

Mientras tanto, la empresa lleva ya más de dos años y medio esperando a que Industria dé el visto bueno definitivo al sondeo que le permitirá saber si existen o no yacimientos de gas en el subsuelo marino de la costa occidental que puedan ser rentables y viables de cara a una futura explotación, una posibilidad remota que únicamente se da en el 10% de lo sondeos realizados.

La campaña sísmica que la petrolera llevó a cabo en 2005 lleva a pensar que hay probabilidades que así sea, aunque para saberlo con exactitud no hay otra alternativa que abrir un pozo. El sondeo exploratorio previsto por Repsol se hará, en el caso de que finalmente se autorice, a nueve kilómetros al sur de Mijas y a 12 kilómetros al suroeste de Fuengirola, y a una profundidad de unos cien metros.

Una plataforma petrolífera será la encargada de hacer el pozo donde se colocarán dos cabezas submarinas, es decir, un artilugio consistente en un juego de válvulas que serán las que controlen la salida de gas. Los trabajos durarán 29 días, prorrogables a 41, y sólo si se encuentra gas se realizará una prueba de producción para comprobar si es comercialmente viable. Para su explotación, Repsol tendría que empezar otra odisea administrativa.

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