Los taxistas de Málaga no quieren la creación de un área de prestación conjunta ni que se incluya a la estación ferroviaria María Zambrano a la hora de negociar como les propuso la Junta de Andalucía el pasado viernes. Se siguen marcando como único objetivo que el gobierno regional modifique el decreto 11/85 para que los taxistas de la capital puedan ir a recoger clientes al resto de municipios y llevarlos al aeropuerto, como sí hacen los conductores de otras localidades. La huelga se mantiene desactivada, pero solo por unas semanas. La asamblea sectorial, que concluyó pasadas las 9:20 tras más de cuatro horas, decidió que los profesionales se volverán a reunir en la semana del 10 al 14 de marzo para estudiar nuevas movilizaciones y no se descarta, por tanto, que pueda haber huelga en Semana Santa si no se resuelve un conflicto que lleva coleando 29 años.

Los taxistas, tras unas discusiones muy encendidas, sí dieron el visto bueno a los puntos 2,3 y 4 de la propuesta de acuerdo que les dio la Consejería de Fomento y Vivienda la pasada semana. Esos puntos hacen referencia especialmente al control del intrusismo en el aeropuerto, uno de los aspectos más criticados por estos profesionales en los últimos años. Los taxistas denuncian que, un día sí y otro también, entran en el aeropuerto a recoger clientes vehículos que no están autorizados y piratas que dan varios servicios al día con sus coches privados diciendo que van a recoger amigos. La Junta le propuso a los taxistas crear un decreto ley por la vía de urgencia que permita inmovilizar en el acto a todos aquellos vehículos que no tengan la autorización pertinente para transportar pasajeros, hacer un control de la precontratación mediante un sistema de registro en los accesos con una tarjeta magnética, un sistema de reconocimiento de matrículas, o multas de entre 601 y 800 euros, entre otras cosas.

El sector sí vio ayer con buenos ojos esas medidas contra el intrusismo, pero se opuso en rotundo a que se cree el área de prestación conjunta que planteó Fomento, una medida que permitiría una libre circulación de vehículos y servicios entre los taxis de los municipios que se sumaran. La negativa vino marcada principalmente por el desconocimiento, pues los representantes de los taxistas reconocieron no saber en qué iba a consistir exactamente esa área, es decir, cómo se repartirían los taxistas de los diversos municipios los servicios, qué localidades entrarían, si todos podrían hacer parada en sitios clave como el aeropuerto, etcétera.

La Junta accedió a "introducir" la reciprocidad modulada -la fórmula que permitiría a los taxistas de la capital captar clientes de otros municipios y al contrario- a cambio de que se hiciera esa área de prestación conjunta y de que los taxistas de otras localidades también tuvieran libertad para recoger clientes en la estación de tren, algo que según denunciaron ayer los taxistas de Málaga ya se está haciendo de forma ilícita y sin recibir ningún tipo de sanción.

Los asistentes aseguraron que la propuesta de la Junta era "un pacto con el diablo" o "firmar un cheque en blanco" y acusaron directamente a Fomento de "querer tomarnos el pelo". Por ahora, no habrá huelga pero, si no tienen garantizada la reciprocidad modulada por escrito, se reunirán en tres semanas para acordar nuevas movilizaciones. Ayer incluso se votó la posibilidad de hacer huelga en Semana Santa, aunque hubo división de opiniones y se prefirió atrasar cualquier decisión.