Las plantillas de los centros sanitarios encogen. Cada vez hay menos personal para atender a una población más envejecida y con más enfermos crónicos. A la merma de personal que supone la contratación al 75% hay que añadir un recorte "silencioso": el de las jubilaciones que no se reponen y desangran lentamente las plantillas. El resultado es la reducción y el envejecimiento del personal de hospitales y centros de salud.

El presidente del Sindicato Médico, Fermín Parrondo, explica que la situación es consecuencia de la Ley de Presupuestos nacional de 2013 que fija la tasa de reposición en el 10%. Es decir, que solo se repone una de cada 10 jubilaciones, excedencias o defunciones. Parrondo estima que en los últimos tres años, entre los recortes de 2011, 2012 y la aplicación de esa tasa en 2013 solo de facultativos se han perdido unos 40. Pero la hemorragia afecta a todas las categorías.

A finales de enero, el Sindicato de Enfermería (Satse) alertaba que a pesar de la contratación de 212 enfermeros en la sanidad pública de la provincia para los meses de febrero, marzo, abril y mayo, se habían perdido 21 empleos. Siete porque frente a los 62 profesionales de esa categoría que se habían jubilado solo se habían contratado 55 y otros 14 por la merma que suponía la contratación al 75% de la jornada para cubrir puestos que antes estaban a tiempo completo.

El Sindicato Médico reconoce que este recorte es producto de una decisión del Gobierno central que tiene que acatar la Administración andaluza. "Pero la Junta está encantado de cumplirla e incluso va más allá", lamenta Parrondo. La Delegación de Salud esgrime que esta progresiva pérdida de plantilla es consecuencia de una política marcada por el Gobierno central. El Ministerio de Sanidad, a su vez, echa la pelota a la Administración autonómica porque dice que la gestión de personal corresponde a cada autonomía.

"Hay que adelgazar el capítulo I de nóminas y se está consiguiendo", resume el representante del Sindicato Médico. Pero aclara que a un precio muy alto: que las listas de espera se disparen y que se masifiquen las consultas de los centros de salud porque hay menos personal.

El cierre del grifo de la reposición obliga además a utilizar estratégicamente el poco personal que se renueva. Por ello, en el caso de los facultativos se reserva para reponer especialidades que son deficitarias, como Anestesiología o Radiología.

Pero Parrondo advierte que si se mantiene esta política, al final especialidades que en la actualidad no registran déficit de profesionales en los centros acabarán teniéndolo.

"El precio de adelgazar el capítulos de nóminas es listas de esperas disparadas, tanto la de pruebas diagnósticas como la quirúrgica; cupos de atención primaria masificados y, en definitiva, menor calidad asistencial", insistió el representante del Sindicato Médico de Málaga.

A esta sangría hay que sumar la de la contratación al 75%, que se ha generalizado en el SAS. Los sindicatos destacan que por cada cuatro trabajadores contratados a ese porcentaje se pierde un empleo. La Administración sanitaria replica que es el resultado de tener que encajar el incremento de la jornada de 35 a 37,5 horas semanales impuesta por el Gobierno central y que la merma del 25% en los contratos se compensa con ese aumento horario de 2,5 horas. Además, los centros sanitarios siempre sostienen que "se cubren los puestos de trabajo necesarios para asegurar la demanda asistencial" y que las plantillas están dimensionadas para "garantizar una atención sanitaria de calidad".

Desde Satse, su secretario provincial, Eugenio Pérez, ya advertía a finales de enero pasado -cuando se conocía la contratación de 212 enfermeros por cuatro meses-: "Aunque se hagan contratos, las plantillas tienen menos personal. Los recortes siguen".