Málaga

Estudiantes no universitarios exigen el cobro de las becas del Ministerio

  • La concesión de la ayuda llegó en enero y la Junta asegura que la culpa del retraso es de Madrid

Pablo tiene 17 años y cursa 2º de Bachillerato en un colegio concertado de la capital malagueña. Es un gran estudiante, como certifica su media de 9,3 en primero, y ya tiene su mente puesta en cursar Arquitectura en la Universidad de Málaga. Vive con sus padres y su hermana pequeña y en su casa, por el momento, no entra más que la ayuda familiar de 427 euros. El 29 de enero le vino aprobada una cuantía fija de 200 euros de las becas generales del Ministerio de Educación. De la parte variable aún no tiene idea, pero lo peor de todo es que todavía no ha cobrado nada. "El año pasado ya me habían ingresado los 634 euros el 11 de marzo y ahora a día 17 aún no sé siquiera lo que voy a cobrar", se queja. Como él, centenares de estudiantes no universitarios exigen el cobro de una ayuda que a Andalucía aún no ha llegado.

La Junta, que es la encargada de gestionar las becas del MEC, asegura que éstas dependen de las transferencias de fondos desde el Ministerio. "De esta manera, la Consejería no puede realizar el pago de las becas a los alumnos beneficiarios hasta no recibir dichos fondos estatales", explican desde Educación en un comunicado. Según añaden en el texto "la Consejería ha cumplido con los plazos establecidos en el convenio y es el Ministerio el que aún no ha transferido a la Junta los importes de las becas". Además, subrayan que "una vez que hayan sido recibidos, Educación los abonará en un plazo de 10 a 15 días".

Pero las explicaciones de la Junta no convencen a las familias, porque cuando preguntan en el Ministerio "nos dicen que el dinero ya está en Sevilla", dice Belén, madre de una estudiante de Bachillerato y de otros dos hijos en un hogar en el que sólo entra el salario del progenitor. "Sabemos que otras comunidades tienen el dinero en su poder y aquí todavía no, en Madrid están el 100% de las becas cobradas. Es de vergüenza, de poca dignidad, se están riendo de nosotros", protesta esta madre. "Me indigno más aún cuando veo a mi hija estudiar tanto y estar tan presionada para entrar en Enfermería aquí porque no nos podemos permitir estudios en otra universidad", explica.

A la hija de María Ángeles, que estudia un grado medio de FP, le han concedido 1.500 euros de cuantía fija y los espera con ansiedad. "Necesito ese dinero para libros, material escolar, transporte, para los desayunos, yo no trabajo y ya el mes pasado no pude pagar el alquiler", protesta esta madre. "Va a acabar el curso y a este ritmo no vamos a ver las becas, cada uno dice una cosa diferente y nadie da una respuesta", agrega.

Pablo también apunta la necesidad de que los organismos competentes revisen más allá de la última renta publicada para conceder las ayudas, ya que la situación de su familia ha cambiado mucho en dos años. "Mi padre en 2012 trabajaba y ahora no, esa renta no refleja mi realidad actual", confiesa el joven de 17 años que teme verse obligado a cambiar de titulación por motivos económicos. Aunque tiene claro que, "si no me dan una beca a mi, que tengo esa nota, a quién se la van a dar".

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