Málaga

La Junta se opone a "reabrir" el debate sobre el Metro en la Alameda

  • Fomento muestra su "sorpresa" ante el planteamiento de De la Torre y le recuerda el pacto alcanzado en noviembre para que el suburbano esté concluido en 2017

En plena Semana Santa estallan las pasiones por el Metro. Lejos de la templanza mostrada en otras ocasiones, la Junta de Andalucía se revolvió ayer al conocer las nuevas exigencias realizadas por el alcalde, Francisco de la Torre, al proyecto del suburbano en la Alameda Principal. La demanda municipal, como adelantó Málaga hoy el pasado sábado, pasa por que la Agencia Andaluza de Obra Pública extienda la fórmula de peatonalización contemplada para el lateral norte de la Alameda a la parte sur, abriendo las dudas sobre el calendario de la intervención.

Ello provocó la reacción de la Consejería de Fomento. Para el delegado territorial de este departamento, Manuel García, "no parece razonable" que a estas alturas del proceso el regidor pretenda reformular su histórica aspiración para peatonalizar la Alameda parcialmente. Sobre ello, el responsable autonómico mostró su "sorpresa", más aún cuando la llegada del ferrocarril urbano a la mitad de la Alameda y las condiciones de la misma fueron objeto de acuerdo en noviembre del año pasado.

Por ello, reclamó, en declaraciones a Europa Press, al Ayuntamiento "celeridad" en este asunto, al objeto licitar cuanto antes las obras del tramo Guadalmedina-Atarazanas y cumplir la hoja de ruta pactada. Al tiempo, le demandó "cooperación institucional". La previsión de Fomento pasa por sacar a concurso, adjudicar e iniciar las obras dentro del presente ejercicio, dada la obligación de poner en funcionamiento esta parte del trazado, así como el tramo en superficie hasta el entorno de los hospitales Civil y Materno Infantil a lo largo de 2017.

García dijo no tener reparo alguno en concretar aquellas cuestiones técnicas que demande el Consistorio, pero alertó de que los calendarios fijados de intervención "son los que pactamos el pasado año entre todos; el alcalde no puede olvidar que los socios y agentes implicados en el proyecto somos corresponsables con la viabilidad económica, social y técnica de la actuación". Por ello, insistió en que tanto el alcance económico de la obra en la Alameda como la longitud del tramo "son piezas que ahora no pueden reabrirse". "Forman parte de un engranaje ya consensuado y diseñado para que en 2017 la ciudad complete su red de Metro", apostilló.

El origen de la polémica surge tras el envío por parte de la Gerencia de Urbanismo la pasada semana de una carta en la que pide a la Agencia Andaluza de Obras Públicas reuniones técnicas para aclarar detalles del proyecto constructivo. En concreto, destaca la posición autonómica respecto a la posible peatonalización del lateral norte, afectado por la obra, pero cuestiona sobre el motivo de que no se extienda esa misma solución a la parte sur y que se descarte la peatonalización del eje central.

Sobre ello, el delegado aludió a que tras la remisión del proyecto constructivo hasta Atarazanas el pasado 7 de mazo las dos partes mantuvieron dos encuentros para explicar los detalles de la intervención, "sin que afloraran objeciones significativas por parte del Consistorio". Algo que, sin embargo, no ha posibilitado la emisión de un informe positivo al proyecto en cuanto a su adecuación al Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), clave para iniciar la licitación de la obra.

"No parece razonable que, ahora, una vez elaborado el proyecto y explicado previamente al Ayuntamiento, nos reclamen intervenciones urbanas fuera de la traza", valoró el delegado, que recordó que en su día el Ayuntamiento no hizo observación alguna al proyecto constructivo originario entre Guadalmedina y La Malagueta, que discurría también bajo tierra por el lateral norte.

Con todo, desde la Consejería de Fomento se demandó al Consistorio trabajar "en la misma línea de cooperación institucional que el proyecto recobró el pasado otoño". "El proyecto requiere un escenario estable institucionalmente, algo que constituye un activo fundamental para que el metro sea un éxito", subrayó García, para quien esa cooperación debe extenderse a todos los ámbitos del proyecto, como el mecanismo de compensación o la convergencia entre el Metro y la Empresa Malagueña de Transportes (EMT). "Lamentablemente, no estamos percibiendo esta sintonía por parte del Consistorio", apuntó.

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