Internet está repleto de portales que ofrecen pistas sobre cómo aprovechar cada euro para viajar de una forma más económica, lo que beneficia a aquellos usuarios -estudiantes en su mayoría- que se ven forzados a practicar un ejercicio de funambulismo presupuestario para volver a casa o, simplemente, pasar fuera un fin de semana. Las empresas de transportes, conscientes de esta situación, no han tardado en subirse al carro de las ofertas. Una de ellas es Renfe, que con su tarifa mesa ha revolucionado las redes sociales.

En Facebook se han creado numerosos perfiles (algunos de ellos gestionados por malagueños que estudian en Madrid) para poner en contacto a usuarios interesados en formar grupos de tres o cuatro personas y compartir mesa en el AVE. Y es que la diferencia, en cuanto a precios, resulta notoriamente significativa. Viajar desde Málaga a Madrid tiene, haciendo uso de esta tarifa, un coste de 31,80 euros por persona (46,75 o 39,25 para otros destinos como Barcelona y Zaragoza). Aunque el billete se vende de forma conjunta, no todas las plazas tienen que ser ocupadas, pero eso sí, debe abonarse el importe total de la oferta.

María Jesús Pérez, de 26 años, es una de las universitarias que se ha beneficiado de este descuento. "Mi pareja y yo queríamos viajar el pasado domingo a Madrid y buscábamos algo barato. En la Facultad de Económicas nos hablaron de estos grupos. Lancé un mensaje con la fecha de salida y el destino. En ese mismo momento apareció una joven que compartía nuestras preferencias. Tenía un concepto equivocado de esta fórmula; todo fue muy rápido", cuenta la usuaria, que decidió comprar los billetes de forma presencial para así evitar pagos por internet. La experiencia, según recuerda, fue muy gratificante. "El viaje nos resultó encantador. Compartimos mesa con una pareja de médicos que, tras aprobar en Málaga el examen MIR, viajaban a Madrid para ocupar su plaza en el Ministerio de Sanidad. Volvería a repetir. De otra forma el billete me habría costado 70 euros", afirma.

La tarifa mesa, que se implantó en mayo de 2011 en el AVE y que en febrero de 2013 se extendió al resto de trenes de Alta Velocidad-Larga Distancia, ofrece descuentos de hasta el 60% en cualquier trayecto de los vehículos que disponen de cuatro plazas enfrentadas entre sí. En algo más de un año, más de 25 millones de viajeros han utilizado los trenes de Alta Velocidad-Larga Distancia. De ellos, en torno a un 4,6% hicieron uso de la tarifa mesa (1.180.800 pasajeros), frente al 2,7% del mismo periodo anterior (585.700), según los datos aportados por Renfe.

Un fenómeno que internet ha amplificado. Basta con introducir en cualquier buscador compartir mesa AVE para comprobar que numerosas páginas webs han querido aprovechar el tirón, caso de compartetren, compartemesa o amigoseneltren.com, que ofrecen foros para encontrar compañeros con los que disfrutar de la oferta e incluso vender billetes que ya no han podido ser cancelados.

Compartir coche a través de empresas de car-sharing es otra de las costumbres impulsadas también por la necesidad de reducir gastos. Una de las plataformas que más se han popularizado en este sentido es la que se conoce como BlaBlaCar, creada en 2009 y que ya cuenta con más de cinco millones de usuarios en toda Europa.

El procedimiento es sencillo. La persona interesada rellena un perfil en el que explica quién es, cuánto habla, si es fumador y si admite mascotas. El conductor ofrece un trayecto a cambio de un precio, mientras que el viajero encuentra distintas opciones según la ruta, el día y la hora que haya disponibles.

Para Francisco Grande, que desde el año pasado vive en Sevilla para estudiar un máster, esta opción de viaje se ha convertido casi en una necesidad. "Hacia Málaga salen tres autobuses por la mañana, pero ninguno por la tarde. Y el tren va pasando por los pueblos de las dos provincias, así que resulta aún menos conveniente", concreta. Los precios son también más competitivos. Ir en coche le cuesta 10 euros, 18 en autobús y 23 en tren.

Las cifras que tanto BlaBlaCar como otras plataformas arrojan demuestran que el interés por ahorrar pesa más que la desconfianza a la hora de compartir coche con alguien a quien solo se ha visto en un portal web. Y a veces ni siquiera eso, puesto que su publicación no es obligatoria. Los usuarios, eso sí, deben utilizar su identidad real. No se permiten pseudónimos. "Es asombrosa la cantidad de coches que van llenos de Sevilla a Málaga los fines de semana. Desde las 9:00 hasta las 22:00 hay alguien que sale cada media hora. Quizá este tipo de vehículos no es tan seguro como el autobús pero para cubrir mi ruta me parece perfecto", afirma el usuario.

Con el objetivo de compartir el gasto del carburante, Julio Benavides, de 28 años, es uno de los que desde hace un año ofrece su coche prácticamente todos los fines de semana para viajar hasta Málaga. "Me suponía bastante dinero porque tengo que desplazarme con mucha frecuencia. Si fuera yo sólo, tendría que invertir 40 euros en gasolina. Cobro 10 euros por persona y solemos ir cuatro porque las maletas también ocupan espacio", indica.

Aunque al principio Julio pensaba "que podía resultar peligroso", reconoce que nunca ha sufrido ningún incidente. "Se hacen amistades. Más de uno me suele llamar todas la semanas para venirse ya que siempre hace el mismo recorrido", explica.