Balcón de notables · Dego Jiménez, empresario

"Internet está saturadísimo, pero aún hay nichos de mercado"

  • Este empresario, junto a su socio, Miguel Ángel Ferrero, creó casi como un juego de adolescentes un portal sobre becas con 22 años y ahora tiene 150 empleados y factura 30 millones de euros.

No llega a los 40 años y no se marcaba entre sus metas ser empresario. Sin embargo, Diego Jiménez es, junto a su socio de toda la vida Miguel Ángel Ferrero, uno de los jóvenes talentos empresariales más importantes de la provincia. Fue uno de los primeros en abrir negocios en internet y, hoy en día, tiene 150 empleados y factura unos 30 millones de euros.

-Era casi un niño cuando empezó en el mundo de internet.

-Sí, tenía 22 años cuando empecé a trabajar en el mundo on line aunque antes estuve un tiempo de lavaplatos en Londres.

-¿Y eso?

-Quería aprender inglés y me fui a trabajar. Lavé platos con mucha honra y estoy muy contento por haberlo hecho.

-¿Cómo fueron los inicios empresariales junto a Miguel Ángel Ferrero?

-Era un chaval con muchas ganas, mucho entusiasmo y muy poco preparado. Con 22 años no creo que nadie esté preparado para montar una empresa. Lo que pasa es que poco a poco se va madurando, te vas equivocando, vas resolviendo los problemas y se va cogiendo un bagaje. Cuando has sido capaz de hacerlo una vez piensas que puedes hacerlo varias veces.

-La primera empresa que creasteis fue Becas.com.

-Mi socio y yo somos gente idealista e inquieta. Antes no había toda la información que hay ahora en internet. Éramos dos amigos que quedábamos por chat y queríamos ayudar al resto, dando información sobre las becas que había y respondiendo correos electrónicos. Se formalizó la empresa en 1999 pero el desarrollo fue anterior.

-Internet todavía estaba en pañales en ese año.

-Sí. Era un mundo virgen. Yo estudiaba y por las noches me dedicaba a entrar en internet y gastar mi tiempo en meter becas en nuestra web, en ver cómo aumentaban las visitas... Era como un juego de adolescentes que se fue profesionalizando.

-¿No tenían fin de lucro en aquella época?

-Con 22 años ni me imaginaba qué era ser empresario. No era mi objetivo en la vida.

-¿Cuál era?

-Ser un buen profesional. Mi madre es funcionaria y mi padre un asalariado y nunca había pensado en ser empresario.

-Tras becas.com ¿cómo fue la evolución?

-Hicimos algunos proyectos más en los que algunos nos fueron bien y otros mal. Tuvimos una web para extranjeros (conpapeles.com) que ya no está funcionando, una web para ayudar a la gente a buscar trabajo... Siempre había una parte social detrás. Donde nos fue realmente bien y cuando alcanzamos la madurez fue con agapea.com y quehoteles.com o la de cruceros.

-Bueno, vamos paso a paso. Agapea fue una de las primeras tiendas on line de libros.

-Sí. Fue de las primeras en España y la creamos en 2003.

-¿Cómo surgió la idea?

-Todo tiene su evolución. Hay que encontrar una idea feliz, ver una necesidad en el mercado y creer que puede funcionar. Ahora mismo hago estudios de mercado antes de meterme en cualquier sitio pero en esa época nos guiábamos mucho más por el olfato. Pensábamos que iba a ser ensayo y error. Pero el tiempo me ha demostrado que si tienes una idea, un proyecto y te dedicas al 100% a ello al final encuentras la fórmula.

-¿En qué posición se encuentra Agapea ahora en este segmento?

-Estamos al mismo nivel que la máxima competencia en España. Amazon entró muy fuerte en este país, pero nosotros también vendemos libros en Amazon. Al final, se pueden crear alianzas. Nosotros llevamos más años que Amazon en España, pero ésta es una multinacional que tira de talonario y les va a ir bien a nivel de ventas, aunque no sé si económicamente. Luego está otro competidor. Estamos entre los tres primeros en España.

-Y posteriormente dan el salto al sector turístico.

-Fue un poco después. Al ver que Agapea había tenido éxito intentamos hacer lo mismo con los hoteles. Fue algo mucho más meditado. Hicimos un estudio de mercado para ver si nos podíamos meter en el mundo aéreo y afortunadamente no lo hicimos. Vimos que en el sector turístico había una cuota de mercado muy grande y pensamos que la fórmula más fácil era con reservas hoteleras. Fue un acierto.

-En ese sector hay mucha competencia. Hay muchas páginas web para reservar habitaciones de hotel.

-Sí, pero la competencia es bienvenida. Hay cosas en las que podemos colaborar. Nuestro objetivo es ser alguien importante y decisivo en el sector turístico. Estamos trabajando para ello y tenemos un volumen bastante interesante. Tenemos también un touroperador que trabaja en varios países. Hemos puesto el foco en China, pero también trabajamos en Marruecos, Argentina o Portugal. Vamos de la mano de uno de los grandes grupos de gestión que hay en España y hemos podido combinar la sabiduría que tiene gente que lleva muchos años en el mercado con nuestra visión de futuro y tecnología. Ese es nuestro fuerte. Hay personas que ven la tecnología como un fin y no como un medio y eso es un error. La tecnología tiene que ser un medio para conseguir más negocio o crecer como empresa. No es un fin en sí mismo a no ser que seas Microsoft y te dediques a eso.

-En total, ¿cuántos empleados y qué facturación tienen?

-Aproximadamente tenemos unos 150 trabajadores porque también tenemos participaciones minoritarias en pequeñas empresas recién nacidas de Málaga y fuera de ella en las que vemos potencial. Hemos superado los 30 millones de facturación.

-Para no haberse planteado ser empresario no está mal.

-Pues sí. Lo mío ha sido algo que se ha ido desarrollando poco a poco y que no tenía previsto. Me encantaba el mundo sanitario aunque al final tiré por otra rama. Cuando tenía 20 años no pensaba que fuera a tener una empresa que facturara 30 millones de euros al año.

-¿Cuál ha sido la clave del éxito?

-Trabajar mucho y saber colaborar con la gente. Hay que tener claro que lo más importante son las ventas porque es la gasolina de la empresa. En segundo lugar hay que aplicar la tecnología y el sentido común. La suerte también influye mucho. Puedes trabajar mucho, pero si te entra un cáncer o te atropella un coche no llegas. La mala suerte influye mucho y la buena suerte influye algo, aunque la buena suerte hay que buscarla.

-Eso de que cuando lleguen las musas te pillen trabajando.

-Efectivamente. Todo influye. Nadie nos ha regalado nada, pero sí es verdad que hay mucha gente que nos ha ayudado. La primera institución que nos echó una mano fue el Ayuntamiento de Málaga a través de Promálaga. Amigos, familiares... Son las 3 F (family, friends and fools: familia, amigos y los tontos que creen en tu negocio y te dan un empujón). Siempre hay alguien que te ayuda.

-¿Qué planes tiene a corto o medio plazo? ¿Entrar en otro sector?

-Estamos abiertos a todo. Buscamos oportunidades y las hay muy buenas. A nivel particular he entrado en otros negocios que son muy incipientes y a ver cómo van.

-¿Ofrece internet posibilidades ilimitadas para hacer negocio o empieza a estar saturado?

-Internet es como el carné de conducir. Tenerlo es imprescindible. Una empresa que no esté en internet no existe. Para ser novedoso ya no es suficiente tener solo una web en la mayoría de los casos. Cuando vas a buscar información de una empresa lo primero que haces es meterte en internet. Internet está saturadísimo y es normal porque es imprescindible estar. Hay nichos de mercado por todos sitios. Todos los días veo alguna oportunidad en internet pero no podemos llegar a todas.

-¿Habéis recibido alguna oferta de compra de algún gigante por vuestras empresas?

-Hemos tenido varias en los últimos años, pero ninguna se ajustaba a nuestra filosofía. Estamos siempre abiertos porque siempre es bueno escuchar y hablar. Pero nuestra decisión hasta ahora siempre ha sido continuar con los mismos socios.

-En internet se está promoviendo la imagen del pelotazo. De crear una empresa de la nada y que Google o Facebook te la compre por una fortuna. ¿Es un mito?

-No es un mito. Nosotros hemos tenido en torno a una decena de ofertas. Siempre las hemos pensado y algunas las hemos discutido, pero ninguna se concretó.

-¿No le han entrado ganas de vender la compañía y vivir de las rentas el resto de su vida?

-He conocido mucha gente que ha vendido su empresa, se ha dedicado a vivir, al año se ha aburrido y se ha puesto otra vez a trabajar. No es sano no tener una obligación y un trabajo al que dedicarte.

-Como empresario, ¿qué opina del momento económico actual que tenemos en Málaga y en el resto del país?

-Tengo la fortuna de ver a mucha gente que le está yendo bien. Hemos cambiado de era en muy poco tiempo. Estamos viendo varias revoluciones juntas y eso está provocando que haya personas que se están quedando fuera. Nos puede gustar más o menos la globalización, el capitalismo o la era digital pero es lo que hay y hay que adaptarse lo antes posible. Hay gente que sabe hacerlo con visión, ganas e inteligencia y otra que no. Gran parte del problema del paro que tenemos es la falta de creación de empresas o que tengamos una población dedicada a la construcción que no está formada para otros sectores y eso no se consigue en dos días. La formación es el pilar básico de una sociedad. Nosotros necesitamos profesionales de distinto tipo y no los encontramos. Cuando buscas un perfil muy concreto no es sencillo.

-¿Cómo qué?

-En la touroperación es difícil encontrar profesionales especializados en la gestión del precio y el beneficio respecto a la oferta y la demanda; profesionales de logística; informáticos que manejen determinados lenguajes de programación muy concretos; genetistas, que es un sector incipiente; personas que arreglen un secuenciador y lo calibre...

-Se ha puesto de moda el curso de community manager. ¿Tiene salida?

-Depende. Eso es la capacidad que tenga una persona para comunicar. Las empresas tienen que estar en internet y las redes sociales, pero es muy importante planificar la comunicación y buscar las herramientas. Hay que tener clara qué estrategia seguir.

-Hablando de la formación, ¿qué le ha parecido toda esta polémica sobre el posible fraude en cursos para parados?

-La verdad es que estoy muy alejado de la política y de este tipo de controversia. Mi socio y yo hemos sido como ratones de laboratorio. Que la ley diga lo que tenga que decir.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios