La ciudad del paraíso en la que Vicente Aleixandre convirtió Málaga en sus versos, la urbe que acunó el nacimiento de Pablo Ruiz Picasso, tiene en sus barrios y sus calles una población mayoritariamente satisfecha de residir donde lo hace. La gran mayoría de los vecinos, en concreto el 87,4%, dice disfrutar de "un alto nivel de calidad de vida" en la capital de la Costa del Sol, existiendo apenas un 8,4% que dice no tenerla y un 4,2% que o bien no sabe o bien no contesta.

La conclusión forma parte de un informe elaborado por la consultora Estudio 7, Ingeniería y Construcción, dentro del proceso de previsión de la Agenda 21 de Málaga y dedicado íntegramente a analizar la calidad de vida en el entorno urbano. De acuerdo con el citado estudio, de 130 páginas y que hace una detallado análisis de cada uno de los barrios, aquellos aspectos de la vida diaria que son mejor valorados son las relaciones sociales, el transporte público, la movilidad peatonal, la oferta educativa y la actividad comercial. En el otro lado de la moneda, es decir, con peores puntuaciones globales, se sitúan la oferta ocio-cultura, el aparcamiento, la movilidad en bicicleta, la contaminación acústica y la limpieza.

Las determinaciones contenidas en el informe, fechado el pasado mes de abril, parten de las respuestas dadas por un total de 4.800 personas encuestadas, distribuidas de forma equitativa en 400 individuos en doce zonas de la urbe. A las mismas, según la documentación a la que tuvo acceso este periódico, se les pidió una valoración de entre 1 y 5, de tal forma que se valora con un 1 una impresión mala del estado, por ejemplo, de la limpieza, la movilidad o los servicios básicos, mientras que el 5 representa el bien.

Si bien la percepción mayoritaria es de satisfacción con la calidad de vida que ofrece la ciudad, el trabajo pone de manifiesto que las impresiones más favorables en este sentido se corresponden con los residentes del Litoral Este, mientras que la zona con menor percepción de calidad de vida es el entorno del Guadalhorce. Asimismo, son las personas en edad adulta y los extranjeros los que se sienten más a gusto con sus zonas de residencia.

Para alcanzar estas conclusiones, los autores del estudio interrogan a los encuestados por hasta ocho cuestiones relativas a su día a día. Entre ellas, es de destacar la impresión que los ciudadanos tienen, por ejemplo del espacio físico en el que habitan. Al respecto, los residentes de Teatinos, Bahía de Málaga y Litoral Este son los que mejor valoran las zonas verdes y parques de los que disponen; frente a ellos, los habitantes del Centro. Asimismo, la peor nota en cuanto a las condiciones de las aceras y las plazas la dan los vecinos del Guadalhorce, algo vinculado al carácter industrial del entorno, mientras es de nuevo el barrio de Teatinos, así como el Centro y la zona de la Prolongación, los que destacan por sus amplias avenidas y peatonalizaciones de vías.

La limpieza o la falta de la misma, recibiendo mala nota en la globalidad de la ciudad, es especialmente criticada por los residentes del Guadalhorce, la Prolongación, Rosaleda y Litoral Oeste, con puntuaciones inferiores a 2 de un máximo de 5.

En cuanto a la vida en el barrio, el informe ensalza la percepción de seguridad que transmite el Centro, al tiempo que los autores señalan en el globalidad de la ciudad la seguridad es peor valorada por la juventud. Otro detalle es que son Litoral Este y Centro las zonas con menor presencia de niños jugando en las calles. En el primero de los casos se relaciona con el elevado parque móvil motorizado; en el segundo, por la falta de espacios seguros para ello, como pueden ser los parques infantiles.

La percepción sobre contaminación, tanto acústica como atmosférica, también forma parte del trabajo de Estudio 7. En ambos casos, son las zonas periféricas las que mejores niveles reciben, caso de Litoral Este, Puerto de la Torre, Campanillas, Churriana y Bahía Málaga, mientras que las zonas centrales y Guadalhorce coinciden con peores notas.

Es igualmente apreciable la valoración negativa que emiten los encuestados en relación a los carriles bici de la ciudad. La percepción es mala en la globalidad de la urbe, aunque la impresión mejora cuando se ha preguntado a los residentes del Centro y la Prolongación. En cuanto al transporte público, son los habitantes de la periferia los más descontentos con el servicio, ensalzándolo los vecinos del Litoral Oeste y el Centro. Dos barrios que aparecen como los que peor nota ponen al tráfico de la ciudad y los que denuncian mayores problemas con el aparcamiento, en especial "por el difícil equilibrio que hay que conseguir entre las plazas libres, de rotación y para residentes".

Otro aspecto que se toma en consideración es el relacionado con la psicología ambiental. De acuerdo con este punto, las áreas con mayor grado de identificación son Litoral Este y Pedrizas, siendo menor la valoración en Guadalhorce, Prolongación y Rosaleda. En la globalidad de la ciudad, el 77% de los vecinos dice sentirse identificado con su barrio. Precisamente, es en la zona este y en Bahía Málaga, con una nota de 4,3, donde se localizan los vecinos que dicen estar más relajados, mientras los más próximos al estrés son los que habitan el Centro y Pedrizas, con un 3,1.