Los pilares económicos sobre los que asentar el impulso del Centro Pompidou en Málaga siguen sin estar definidos a escasos meses de que se impulsen los trabajos de adecuación de la que será su sede física, el Cubo del puerto. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, admitió ayer la existencia de "dificultades" para que la entidad financiera Unicaja aporte finalmente los 2,5 millones de euros con los que el propio regidor contaba para desarrolla la fase de adecuación del inmueble, situado en la esquina de los muelle 1 y 2.

Incluso, por vez primera desde que se pusieron las bases del acuerdo con la institución francesa para el impulso de esta iniciativa cultural, el alcalde habló de la opción real de que finalmente sean las arcas municipales las que, en primera instancia, tengan que soportar la inversión total del proyecto. Es decir, de los 5 millones en el los que técnicos de la Casona del Parque estimaron el coste de los trabajos de construcción de la que sería primera sede del Pompidou fuera de Francia.

"Con Unicaja, hasta que no tenga un acuerdo cerrado, no debo decir más que siguen abiertas las conversaciones, por corrección y educación… Estamos contemplando varias opciones, Unicaja no descarta la colaboración en el mantenimiento, puede ser más difícil en la etapa de obra, sin perjuicio de que pueda colaborar más tarde" manifestó De la Torre al ser interpelado por las negociaciones existentes con el presidente de la entidad financiera, contactos que se alargan ya desde hace casi un lustro en relación al edificio cultural de la bautizada como la esquina de oro.

A modo de justificación ante la ausencia de una decisión clara sobre la aportación económica al proyecto del Pompidou, De la Torre expuso las "limitaciones" que tiene el banco para disponer de los fondos necesarios para esa intervención. "Es una entidad que tiene beneficios pero son más reducidos que antes y tiene que dedicar un límite de a la Obra Social y, por ley, otra parte a incrementar sus reservas".

A pesar de la ambigüedad de sus mensajes, el alcalde reiteró la existencia de "buena voluntad" por las dos partes para que el sistema de colaboración pueda cerrarse pronto. No obstante, a pesar de que Unicaja, según dijo, sigue siendo su primera opción en esta actuación, confirmó que analiza un "plan b" para costear los trabajos del Centro Pompidou en el Cubo. "Tengo que pensar en otras; Unicaja tiene las puertas abiertas para esa colaboración", añadió.

Interpelado de forma directa si puede garantizar que los 2,5 millones que restan para cuadrar la financiación necesaria para las obras del nuevo museo en el puerto, a sumar a los 2,5 ya reservados por el Ayuntamiento, salgan de las arcas municipales, su respuesta no fue positiva. Muy al contrario, frente a las explicaciones que él mismo dio en su día, De la Torre afirmó: "Hay formas de plantearlos; a lo mejor tienen que salir de inmediato pero luego pueden ser recuperados más tarde. Pero pueden venir de otros caminos".

Estas fueron las líneas que quedaron claras de las respuestas que, a preguntas de los periodistas, dio De la Torre en un asunto en el que, como él mismo confesó, no puede aportar más detalles en este momento. "No debo ir más lejos, es difícil hablar sin decir algo y no quiero decir sin tener el acuerdo cerrado", afirmó el alcalde, que incluso invitó a los periodistas a cambiar de tema ante su insistencia en el particular.

En la senda de lo que viene ocurriendo desde la firma del protocolo de intenciones con los responsables de la institución gala, la contestación de De la Torre estuvo marcada por el secretísimo y el temor a desvelar detalles de las conversaciones mantenidas hasta la fecha con el presidente de Unicaja, Braulio Medel. La última de ellas celebrada hace dos semanas, como refleja la agenda oficial del alcalde, que él mismo publica en la página web del Consistorio y en las redes sociales.

Sin embargo, las numerosas conversaciones telefónicas y reuniones mantenidas cara a cara por ambos dirigentes no permiten aún precisar si Unicaja tendrá un protagonismo destacado en el proyecto del Centro Pompidou. Y ello a pesar de que ya transcurre casi un lustro desde la primera ocasión en la que el propio alcalde relacionó oficialmente el nombre de la entidad malagueña con el edificio cultural de la esquina de los muelles 1 y 2, por aquel entonces aún sin un destino definido.