Ni esperaba ni quería ser protagonista. Pero Guillermo Plata Pérez, un chico de 18 años de Torre del Mar, atendió ayer a los medios de comunicación con cierta naturalidad y sencillez. La tarde anterior había recibido una llamada que lo dejó "flipando". La vicerrectora de estudiantes de la Universidad de Málaga le comunicó que había obtenido la nota más alta en Selectividad. Se presentaron 7.090 personas y este alumno del IES Miraya del Mar fue el mejor. Con su 13,885 podrá elegir qué y dónde estudiar su carrera universitaria. Aunque aún tiene que meditar su decisión, la balanza parece que inclina hacia Medicina. Lo que sí tiene claro es que se quedará en la UMA.

"En mi vida me imaginé esto, no me lo esperaba, no me lo podía creer", explicaba ayer Guillermo. Su madre, Mercedes Pérez, profesora de Lengua en el mismo instituto pensó incluso que podía ser una broma telefónica. Por eso, a las nueve de la noche del jueves se sentaron delante del ordenador y refrescaron mil veces la web de la UMA hasta que comenzaron a salir los resultados. En pantalla vio su calificaciones y lo que parecía un sueño tomó cuerpo real.

"A mi padre se le pusieron los pelos de punta cuando se enteró", contaba Guillermo. Por whatsapp corrió la noticia entre sus amigos y todos celebraron este premio a sus horas de estudio y trabajo organizado, a su constancia y su buen hacer. "No es que sea un cerebrito, que me lea las cosas y se me queden al instante, tengo que estudiar bastante, aunque sé cuando parar y salir a despejarme", apuntó ayer el mejor expediente de 2014 y subrayó con humildad que "no me considero listo, le he echado muchas horas".

Antes de realizar la prueba de Selectividad estuvo una semana "encerrado" en casa. Cuando llegó al examen eligió el comentario de texto de Gabriel García Márquez y en el segundo examen desarrolló la dictadura de Primo de Rivera y el siglo XX. En la fase general obtuvo 9,975 de calificación. En las dos pruebas de la específica, 9,80 y 9,75. Su nota media en los dos años de Bachillerato fue de 10. En estos dos últimos cursos, tan sólo tuvo un 9 en Lengua, la asignatura que "peor" se le da a pesar de ser hijo de dos docentes del ramo.

"Estos dos últimos años lo que he hecho ha sido estudiar con constancia y organizarme", afirmó ayer. Pero "no estoy todo los días en mi casa sin salir, sino que procuro estudiar todos los días un poco y hacerlo lo primero", agregó. Los fines de semana a Guillermo también le gusta salir. El viernes por la noche queda con su grupo de amigos, pero el sábado por la mañana se sienta hasta que acaba de estudiar, sea el tiempo que sea. Luego se prepara para dar otra vuelta. "No soy un antisocial, tengo amigos y compatibilizo el ocio con el estudio", señaló.

También lo hace con el deporte. El fútbol es su favorito, le gusta por encima de cualquier deporte, aunque también practicaba tenis cuando era pequeño y ahora le divierte nadar y jugar al voleibol y al baloncesto. "Me encanta el fútbol, de pequeño decía que quería ser futbolista o bombero, nunca pensaba en la medicina", confesaba y decía orgulloso que su equipo es el Málaga CF. "Mi padre me va a comprar el abono del Málaga como regalo por las notas", explicó Guillermo.

Aunque no estaba presionado por la nota, este estudiante quería sacar unas buenas calificaciones para poder elegir sin problemas una u otra opción y que la nota no fuese responsable de condicionar su decisión. Y lo logró con creces. Ahora se prepara para sacarse el carné de conducir. Su próximo reto antes de ser universitario.