-Por fin un Metro con una fecha de inauguración real. ¿Satisfecha?

-Desde que Izquierda Unida tomó la responsabilidad de gobernar la Consejería de Fomento y Vivienda, uno de los trabajos inminentes que teníamos era ver las alternativas para darle viabilidad al Metro de Málaga y que llegase al punto en el que está hoy, que es que se inaugura el 30 de julio. Y lo que planteamos era cómo sacar una obra en punto muerto desde 2011, con todo lo que ya se había invertido, fuera viable, desde el punto de vista económico, y rentable, desde el punto de vista social. Ha sido un trabajo con momentos muy complicados, pero este Gobierno andaluz ha dado una lección, con un ejercicio de austeridad entendida como buena gestión del dinero público. Cuando veo y leo las ganas de Metro que tiene la gente, eso es lo que da sentido y utilidad a ese trabajo que hemos desarrollado. El Metro ya es de pueblo de Málaga.

-Los retrasos han sido más que evidentes, incluso en este último periodo. ¿Asume alguna responsabilidad en este sentido en el tiempo que ha estado al frente de la Consejería? El alcalde ha dicho hoy mismo [por ayer] que al Ayuntamiento no se le puede culpar de ningún tipo de demora. ¿A usted tampoco?

-Bueno nosotros nos planteamos dar un calendario certero. Creo que hace dos años nadie daba un duro por el Metro y hoy no solamente el Metro está aquí sino que es un proyecto de futuro. En todo momento hemos tratado de dar alternativas viables.

-Entonces, ¿no se le puede achacar a su gestión ningún retraso?

-Creo que hemos dado la vía de salida, no sin dificultades, y el Metro está aquí. Hemos tratado de trabajar con rigor, responsabilidad y eficiencia, y eso está contrastado con u n ejercicio de transparencia.

-Es un Metro, cuando entre la Alameda y llegue al Hospital Civil, habrá costado casi 800 millones de euros. ¿Cree que es una cifra razonable?

-Es un presupuesto bastante elevado y lo que hay que darle es rentabilidad social. La manera de que ese dinero tenga sentido era terminar la obra, pero sobre todas las cosas, que la ciudadanía malagueña lo tome como un servicio público que va a cambiar su manera de moverse por la ciudad.

-¿Lo hubiera avalado en un principio, si se hubiera dado el caso, sabiendo que iba a costar eso?

-Es complicado que me ponga en el 2003, pero ahí había un proyecto que en su mayor parte era en superficie. Luego se tomaron decisiones...

-¿No le da miedo que fracase como y acabe como lo hizo el tranvía de Vélez-Málaga?

-No, porque éste es un Metro que entre otras cuestiones ha aprendido de la crisis. Por otro lado veo que la gente de Málaga tiene ganas de Metro y va a utilizarlo, así que será útil.

-IU presume de la solución aportada por su partido mientras PSOE y PP hacían el "avestruz". ¿Ha tenido esa sensación, sobre todo con su socio de gobierno, de que haya escondido la cabeza y usted haya tenido que dar la cara?

-El Gobierno andaluz ha hecho un ejercicio de responsabilidad y eficacia y ha planteado una solución. Efectivamente eso ocurre con este Gobierno andaluz, que es el que le ha dado presente y futuro al Metro.

-El Metro ya ha sido rebautizado como el Medio Metro o los 50 centímetros. ¿Qué le falta al Metro para que esté completo?

-A partir del 30 de julio, el Metro no lo para nadie. Le falta llegar hasta la Alameda, el corazón de la ciudad y la prolongación de la Línea 2 hasta el hospital.

-Sin embargo, tenemos una paralización complicada en Callejones del Perchel, en una zona que va camino de cumplir 54 meses en obras, cuando estaba previsto que duraran 13. ¿Qué postura va a tomar Fomento respecto la compensación económica que ha pedido la concesionaria?

-La Consejería va a defender el dinero público porque es dinero de la gente y no nos parece razonable los sobrecostes que está planteando la empresa. Por lo que va a plantear una resolución para que eso se despeje de manera inmediata.

-¿Una rescisión del contrato?

-Ahora mismo estamos viendo cómo lo resolvemos.

-¿A cuánto asciende la cantidad que pide?

-En torno a 15 millones de euros.

-¿Cuánto calcula que se podrá demorarse la solución?

-Estamos hablando de algo inminente.

-El Metro en superficie ha tenido sus primeras quejas por ruido y falta de seguridad. Sin ir más lejos, ayer [por el miércoles] los semáforos que regulan los cruces fallaron durante casi una hora. Parece que la ciudad se resiste a aceptar un Metro en superficie.

-Efectivamente había algunas informaciones sobre ruidos porque se han hecho pruebas de madrugada, algo que no va a ocurrir cuando el Metro funcione. Por lo demás, estamos ante una infraestructura absolutamente segura, rápida, eficaz, cómoda y que va a mejorar la vida de los ciudadanos.

-Usted aseguró que el Metro atravesaría el Metro en superficie porque era la única solución viable, pero finalmente los hechos han acabado quitándole la razón.

-Nosotros lo que plantemos es que tal y como estaba el proyecto era inviable, desde el punto de vista económico y también desde el punto de vista del sufrimiento de la ciudad, que podía tener patas arriba el corazón de la ciudad con el soterramiento hasta la Alameda. Desde el punto de vista económico hemos impedido un menoscabo del dinero público de en torno a 400 millones de euros y también hemos evitado ese dolor de tener la Alameda abierta en canal. Hemos buscado una solución de consenso, que permite ese ahorro, llegar hasta el corazón de la ciudad y hacer viable el Metro con la prolongación de la Línea 2 hasta el Hospital. Había que modificar el trazado y procurar que el Metro saliera vivo de la crisis.

-¿No teme que el alcalde se desdiga de lo acordado y utilice a los vecinos para evitar un Metro en superficie hacia el Civil? Muchos dicen sentirse malagueños de segunda porque no llega soterrado.

-Ese es el acuerdo y yo voy a cumplir con la palabra dada, y seguro que el Ayuntamiento también.

-Entonces, ¿satisfecha con la solución mixta acordada?

-Me siento satisfecha, en el sentido de que hemos acordado un presente y un futuro para el Metro.

-Pero, ¿piensa que lo ideal hubiera sido llegar a El Palo en superficie?

-Lo más ideal es el acuerdo que permite que la política resuelva los problemas, como es este caso, y que el acuerdo y el diálogo entre las dos administraciones haya sido fructífero.

-Hay una reunión pendiente entre las dos administraciones para resolver ciertas cuestiones que siempre se acaban demorando.

-Tenemos reunión el próximo 1 de agosto, con toda la voluntad de llegar a un acuerdo. Este equipo de la Consejería se ha caracterizado por dar información, transparencia y diálogo, con una comisión técnica, de seguimiento, y así vamos a esa reunión. Hay dos elementos sustanciales, la tarifa técnica, que se aumenta porque ha aumentado el coste de la obra. Se lo hemos explicado de manera pormenorizada al Ayuntamiento, que firmó un convenio con un porcentaje de tarifa técnica. Y que sufraguemos esa tarifa técnica supone que los usuarios del Metro vayan a tener un precio asequible de 0,82 euros, si se va con bono, y 0,66, si se hace un transbordo desde la EMT. Y luego está nuestra voluntad de llegar a un acuerdo sobre la compensación sobre el elemento que siempre le hemos planteado al Ayuntamiento, obras de movilidad sufragadas al cien por cien por al Ayuntamiento de Málaga.

-Lo que pasa es que algunas obras presentadas no llegan a convencer, ¿no?

-Entendemos que no están sufragadas al cien por cien por el Ayuntamiento.

-¿Cómo lleva las negociaciones con el alcalde?

-Hemos tenido varias reuniones y es una persona dialogante y educada. Y tras las distintas alternativas que le fuimos planteando, en el momento más crítico de viabilidad del proyecto, actuó con responsabilidad y es justo reconocerlo.

-¿Ha cambiado mucho su visión del alcalde? Lo pregunto porque hace poco más de un año consideraba que estaba viendo "los toros desde la barrera", en el momento en que el modelo propuesto pasaba por entrar en la Alameda en superficie con un Metro en superficie.

-Creo que hay un Ayuntamiento que ha entendido que con la política y desde el diálogo había que dar una solución a una obra muy larga, que ha generado mucha controversia y que los malagueños merecían que entre las dos administraciones se llegara a un acuerdo. Y ese sentido, sigo planteándole al Ayuntamiento que forme parte de Metro Málaga. Hemos tratado de darle toda la información, colaboración y transparencia sobre una obra compleja de su ciudad.