El comportamiento del mercado laboral en el segundo trimestre del año en Málaga ha sido espectacular. Así, al menos, se recoge en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que reflejan que la tasa de paro en la provincia ha caído casi cuatro puntos en apenas tres meses, pasando del 36,52% en marzo al 32,69% en junio.

Hay que remontarse al cuarto trimestre del año 2011 para encontrar una tasa de desempleo inferior a la actual. En cualquier caso, tampoco hay que tirar cohetes porque Málaga sigue teniendo una de las tasas de paro más altas de España -la media nacional es del 24,4%- y un tercio de la población sigue sin un puesto de trabajo. También hay que tener en cuenta que tradicionalmente el segundo y el tercer trimestre del año suelen ser los mejores para el empleo en esta provincia porque coincide con la temporada media y alta del turismo, el motor de la economía local. Se está lejos, por ejemplo, del récord del 9,86% de paro que se alcanzó en el tercer trimestre de 2005, aunque la tendencia es favorable y ahora es tres puntos inferior a la que había hace justo un año.

La tasa de paro permite medir con más claridad en qué situación se encuentra el mercado laboral y se obtiene comparando el número de parados con la población activa. En el segundo trimestre del año había 259.400 parados en Málaga. Es un número ingente, pero supone un descenso de 26.400 personas respecto al primer trimestre del ejercicio. El año pasado, por ejemplo, apenas disminuyó en 3.000 personas. La caída es histórica. En la última década, las grandes disminuciones de parados en Málaga se produjeron en el segundo trimestre de 2011 (-24.800 personas) y en el tercer trimestre de 2009 (-37.800).

Cada trimestre se produce el mismo dilema, ya que los datos de la EPA son muy diferentes a los del paro registrado del Ministerio de Empleo. Según éste último, Málaga tenía en junio 189.769 desempleados. Hay casi 70.000 personas de diferencia. Son metodologías distintas. La EPA es una encuesta que se hace trimestralmente en la que, en persona o por teléfono, se le pregunta a unas 180.000 personas por su situación laboral en toda España. El paro registrado mide las personas que están apuntadas en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo. Cada uno tiene sus pros y sus contras. Los expertos suelen preferir la EPA, aunque se le da validez a ambas.

Una de las ventajas de la EPA es que muestra cuál es la población activa, es decir, aquella que está en edad de trabajar y quiere hacerlo. Suele fluctuar en función de las expectativas laborales de un determinado territorio y en Málaga, por su dinamismo económico, suele ser alta. En el segundo trimestre se cifró en 793.400 personas en la provincia, casi 11.000 más que en marzo y 10.000 más que hace un año. Si se le resta el número de parados a la población activa se obtiene el número de ocupados, las personas que trabajan. En el segundo trimestre se disparó en Málaga hasta las 534.000 personas, 30.000 más que hace un año. No había tantos ocupados desde el tercer trimestre de 2011. En este caso, sí hay más cercanía con los datos oficiales de la Seguridad Social, que subrayan que en junio había 515.400 personas dadas de alta en esta provincia.

Las valoraciones de empresarios y sindicatos fueron, en general, satisfactorias, aunque con matices. La Confederación de Empresarios de Málaga consideró ayer los datos "congruentes con la actual etapa de desaceleración en la destrucción de empleo", pero reconocen que  "ostentamos aún tasas de paro muy elevadas". La secretaria general de  UGT Málaga, María Auxiliadora Jiménez Zafra, destacó que, pese al fuerte descenso, "Málaga sigue siendo la cuarta provincia de España después de Barcelona, Valencia y Sevilla con mayor número de desempleados y la segunda de Andalucía", a la vez que apuntó que la disminución del paro "está marcada por la precariedad, la temporalidad y la estacionalidad, en un mercado de trabajo cada vez más injusto, desigual e ineficiente".