Manuel acabó la noche del sábado como imputado no detenido. Conducía por la calzada de Avenida de Cánovas del Castillo en dirección contraria, a marcha lenta y con las luces de su turismo apagadas cuando fue sorprendido por una patrulla de la Policía Local. Con evidentes síntomas de embriaguez, fue sometido a las pruebas del etilómetro por una Unidad de Accidentes y Atestados que, justo en ese momento, se dirigía a El Palo para montar el segundo control de alcoholemia de la noche.

El caso de Manuel, que cuadruplicaba la máxima tasa de alcohol permitida, no llegó más allá de la imputación por un delito contra la seguridad vial; sin embargo, podría haberse sumado al cupo de los accidentes mortales en carretera en los que el alcohol se ve implicado como causa principal y que asciende a casi el 50%, según los datos del Ministerio de Sanidad. Como medida de prevención, Málaga se adhirió a la última campaña lanzada por la Dirección General de Tráfico (DGT) durante la semana del 14 al 20 de julio, por la que se realizarían controles de alcoholemia de forma intensiva a cualquier hora del día y carretera.

La labor de la patrulla de la Policía Local encabezada por el oficial Puente comenzaba a media noche con un briefing en la Unidad del Grupo de Investigaciones de Accidentes y Atestados de Málaga, en el que establecían los puntos de control y reunían el material necesario para montar el dispositivo. "Yo siempre intento montar el dispositivo con mínimo seis policías: los encargados de hacer el control y una patrulla de apoyo", indica el oficial.

La Avenida Andalucía, por ser zona de salida del centro histórico, y la Avenida Juan Sebastián Elcano, por las fiestas de El Palo, fueron los puntos estratégicos elegidos para llevar a cabo los controles del viernes noche. Tras colocar la señalización correspondiente e iluminación, los agentes ocupan sus posiciones en el espacio habilitado. La escena se desarrolla con el oficial, adelantado, interceptando los vehículos aleatoriamente que desvía a la zona de trabajo, donde se encuentran dos compañeros con el etilómetro portátil -para realizar las sopladas- y un tercero con el registro de datos -edad, sexo, tipo de carné...- para elaborar perfiles. La patrulla de apoyo y reacción correspondiente se encuentra más retrasada, redirigiendo el tráfico y controlando la vía.

Un trabajo mecánico al que están acostumbrados los agentes. "La experiencia ya nos dice quién va a dar positivo o negativo con índice antes incluso de hacer la prueba", asegura uno de los policías, quien agrega que la relación con los conductores suele ser "bastante buena". "Entienden y reconocen nuestro trabajo. En definitiva, se les trata según ellos se comporten", matiza.

Aunque la mayoría de conductores reconoce consumir alcohol, pocos admiten haber bebido más de la típica cerveza en la cena con los amigos. Eso sí, los resultados de ambos controles parecen mostrar cierta concienciación de los malagueños. De un total de 115 vehículos interceptados, sólo cinco conductores superaron el máximo permitido de 0,25 miligramos por litro (mg/l) en aire espirado. De éstos, cuatro eran positivos administrativos -esto es, no llegaron a 0,6 mg/l- y únicamente un varón dio positivo penal, es decir, superaba una tasa mayor a 0,6 mg/l en aire espirado. "No obstante, si la persona tiene síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol, se niega a hacer las pruebas aunque no haya bebido o no las realiza correctamente también supondría un delito penal bajo el artículo 379 del Código Penal", recalcó Puente.

El alcohol no fue la única estrella de la noche. Conducir con la licencia caducada supuso una denuncia administrativa para dos conductores. El único percance fue el protagonizado por Manuel, quien ya en diciembre de 2010 estuvo implicado en un accidente de tráfico al cuadruplicar de nuevo la tasa máxima permitida. "Manuel en estos casos es un delincuente. Y eso es lo que pretendemos evitar desde la Policía Local con los controles. Siempre que tenemos personal nos unimos a campañas de la DGT, lo vemos como algo preventivo, no queremos pillar a la gente", aclara el oficial Puente.