Las prisas del Ayuntamiento de Málaga por abrir las puertas del futuro Centro Pompidou antes de las elecciones municipales de 2015 le ha llevado a iniciar los trabajos de adecuación del Cuboantes de tener en sus manos la gestión del inmueble. Desde el punto de vista estrictamente formal, las empresas a las que la Gerencia de Urbanismo adjudicó a finales del pasado mes de julio la obra de adecuación de este edificio cultural, localizado en la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto, están interviniendo sobre una construcción que no está bajo control del Consistorio, dado que aún no se ha materializado la concesión administrativa por parte del Consejo de Administración del Puerto.

Lo acontecido esta semana parece poner de manifiesto la premura con la que el equipo de gobierno del PP, con el alcalde, Francisco de la Torre, a la cabeza, quiere dotar el que, a día de hoy, es su proyecto estrella en el presente mandato. El arranque de los trabajos en el Cubo fue anunciado el pasado lunes por el Ayuntamiento mediante la remisión de una nota a los medios de comunicación. En la misma, a la que se adjuntaron imágenes de los obreros, se informaba del inicio de las actuaciones, con un plazo de cinco meses y una inversión de 3,8 millones.

Pero este paso adelante tiene una tara en su camino. Según informaron a Málaga Hoy fuentes próximas al Puerto, la intervención municipal se produce sin que exista una autorización expresa por parte del consejo de administración, ente al que compete la aprobación de la necesaria concesión administrativa sobre el edificio. Un extremo admitido, de igual forma, por el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, que, sin embargo, justificó el procedimiento seguido por el Consistorio.

El desarrollo de los acontecimientos, añadieron las fuentes portuarias, causó ayer un "revuelo importante" y "bastante sorpresa" en la institución. Sin embargo, este periódico no pudo disponer de una versión oficial, dado que ni el presidente del organismo, Paulino Plata, ni su director, José Moyano, se encontraban en la ciudad.

La situación es tal que en el momento actual no sólo no se ha concretado la cesión del inmueble al Ayuntamiento por un plazo de 35 años, sino que tampoco se ha producido el paso previo mediante el que la promotora de Muelle Uno hace entrega de la construcción a la Autoridad Portuaria. Así queda marcado en la propia adjudicación del proyecto de transformación dl muelle uno. Las firmas que se hicieron con el concurso estaban obligadas, a modo de carga externa, a ejecutar un edificio valorado en 5,2 millones de euros, con un techo edificable máximo de 6.300 metros cuadrados, y cuya finalidad era albergar un equipamiento cultural a gestionar por el Consistorio.

De la Torre y Plata firmaron el pasado mes de mayo una adenda al protocolo de abril de 2004 para la puesta a disposición del Cubo, si bien este consenso tiene que ser culminado mediante la concesión administrativa del espacio, asunto que no ha pasado por ninguno de las tres últimas reuniones del Consejo de la Autoridad Portuaria. En el marco del cónclave de finales de mayo, el representante municipal, Francisco Ruiz, sí hizo ver la necesidad de acelerar el procedimiento administrativo para que el Cubo fuese entregado al Ayuntamiento. Incluso, fuentes municipales aseguran que en los últimos meses son dos los escritos remitidos al Puerto en esta misma línea.

Pomares justificó ayer el inicio de los trabajos sin contar con la cesión del edificio en que sí se disponía de la autorización de Muelle Uno y que previamente se le comunicó a la Autoridad Portuaria. La misma, indicaron otras fuentes, tuvo lugar el pasado viernes. En ausencia de Plata y Moyano, el contacto de Urbanismo se mantuvo con el director en funciones, Salvador Romero . "En su momento se lo dijimos al Puerto y nos dijeron que era Muelle Uno el que tenía que permitirlo; estos nos dijeron que no había problema, pero que se lo comunicásemos al Puerto", relató el edil del PP. "Hay una voluntad decidida, otra cosa es la lentitud administrativa; tenemos que cumplir con el futuro explotador del espacio cultural", explicaba una fuente municipal para avalar la intervención.