Su intención, recalcan, no es generar alarma sino advertir de la necesidad de adoptar medidas de prevención ante posibles casos de ébola que puedan darse en la cárcel de Alhaurín de la Torre. Los sindicatos UGT y CCOO han mostrado su preocupación por los trabajadores, especialmente por el personal sanitario, al que consideran "el más expuesto" a un contagio del virus. De ahí que exijan un protocolo que permita establecer criterios específicos para la detención de casos y un procedimiento de actuación, al igual que ya se hizo con otras patologías como la gripe A.

Y es que, en palabras del delegado sindical de prisiones de UGT, Antonio González, el de Alhaurín de la Torre es un centro de preventivos y no de penados, por lo que el tránsito es mayor. "Tenemos ingresos de internos a diario. Muchos de ellos proceden de Sierra Leona, Liberia, Senegal, Mali, Nigeria...Los enfermeros auxiliares y médicos no han recibido formación sobre esta enfermedad de carácter tropical ni tampoco trajes específicos. Sólo disponemos de guantes antisépticos y simples mascarillas; lo básico. No se cuenta con otros medios", resaltó ayer el portavoz del sindicato.

El principal problema, según precisó, estriba en el hecho de que el virus del ébola se desarrolla, normalmente, en un plazo de entre dos y 21 días, lo que a veces retrasa su diagnóstico. "En un primer momento no siempre se presentan síntomas, pero se puede estar incubando. Hay mucha desinformación y los funcionarios deben saber cómo proceder ante posibles casos. Un detenido pasa por calabozos policiales y es puesto a disposición judicial. Después, comparte vida con otros internos y está en contacto directo con trabajadores que también pueden ser contagiados. Estos reparten comida, entregan documentación, abren las celdas...", denunció González.

La situación se agrava, a juicio de UGT, con una enfermería que ya de por sí está "desbordada". "Funciona 24 horas los 365 días del año y atiende a 1.300 internos. Sólo hay 9 médicos, 11 enfermos y 5 auxiliares. No se puede prestar atención específica a personas con fiebre porque se producen también agresiones a internos con cortes y contusiones", aseveró el representante sindical, que se pregunta si, en caso de contagio por ébola, habría que poner en cuarentena a módulos con 140 internos.

Cuando un funcionario de vigilancia informa de que un interno está enfermo, se da aviso al jefe de servicio, que envía a otro trabajador para trasladar al paciente a enfermería. "El recluso puede estar contagiado y, sin embargo, el responsable no lleva ni siquiera mascarilla. Estamos desprotegidos", apostilló.

Esas reivindicaciones son las que UGT tiene previsto trasladar mañana al director general, Ángel Herbella, a quien le solicitará que se proceda a la "evacuación inmediata de los reclusos que presenten síntomas".

Por su parte, el responsable estatal de Salud laboral de CCOO, Chema López, explicó que el protocolo debe venir marcado desde la secretaría general de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior. Según detalló, en la prisión se respira "nerviosismo y preocupación "por el oscurantismo y la falta de información". "Hablamos de un centro cerrado y un caso de este tipo tendría consecuencias funestas. No queremos alarmismo, que puede ser más peligroso que la enfermedad", resaltó. Pero eso sí, reclama también equipos de protección individual que se compongan de gafas, buzos impermeables y botas de caucho.

"El nivel de protección que se exige es de riesgo biológico 4 y no tenemos medios. Es un problema de indiferencia y pasividad por parte del Ministerio con el sector penitenciario y otros como vigilancia aduanera, Policía y Guardia Civil", denunció López.