Esperanza Oña (Sevilla, 1957) anunció el lunes que deja la alcaldía de Fuengirola tras 22 años en el cargo y que mantendrá su puesto en el Parlamento de Andalucía, cumpliendo así la Ley Electoral Andaluza que impide la compatibilidad entre ambos puestos. Ayer, con algo más de calma, recibió a este diario en su despacho en el Ayuntamiento, que deberá abandonar en unas semanas.

-¿Qué va a hacer en la Alcaldía en el tiempo que le resta?

-Hasta que no me decreten la incompatibilidad en el Parlamento no tengo motivos para irme. Aprovecharé este tiempo de propina para cerrar todos los temas que estaba llevando y despedirme bien de todo el mundo.

-En 22 de años de alcaldesa le habrá pasado de todo.

-Ha sido la etapa más importante de mi vida. Entre todos hemos realizado muchos sueños y se ha transformado esta ciudad completamente.

-¿Qué objetivo se marca en el Parlamento andaluz?

-Cumplir bien el trabajo que hago cada día. Sé que esto es muy difícil de creer porque la gente piensa que ambiciono cosas, que espero algo a la vuelta de la esquina o que tengo algo previsto. Para nada. Si no hubiese sido por esta sentencia [del Tribunal Constitucional que avala la Ley Electoral Andaluza] no habría tenido que optar, habría podido mantener mis dos ocupaciones en la alcaldía y en el Parlamento que las he llevado con mucho esfuerzo personal pero muy bien. Ahora estoy de vicepresidenta de la mesa y ahí estoy estupendamente porque es una responsabilidad que yo pedí. Javier Arenas me ofreció tres posibilidades (seguir siendo portavoz, ser senadora autonómica o ser vicepresidenta de la mesa) y elegí esa. No obstante yo soy una diputada y una afiliada más y el partido toma las decisiones. Estoy a gusto donde estoy.

-¿Aspira a ser presidenta del PP andaluz algún día?

-No, en absoluto. Me lo pregunta todo el mundo pero nadie tiene base para preguntármelo porque jamás he dicho nada en ese sentido.

-La base puede ser una simple motivación personal de ascenso.

-A lo mejor no se trata siempre de ascender. Igual uno se encuentra muy a gusto donde está. Además eso de los ascensos es muy relativo porque luego vienen los descensos también [se ríe]. Me quedo donde estoy.

-El PSOE dice que usted "huye" de Fuengirola, que Moreno Bonilla es "débil" y que usted ha podido ver una línea a seguir por ahí.

-Lo del PSOE es tan rocambolesco que resulta increíble. No aspiro a nada de eso y si se llama huir a estar 24 años en un ayuntamiento y tenerme que ir como consecuencia de una ley que ha hecho el PSOE para echarnos es más rocambolesco aún. Es inútil.

-¿Ve entonces a Moreno Bonilla como un líder sólido?

-No solamente lo veo como un líder sólido e ilusionado, sino también como una persona honesta que hace mucha falta en Andalucía, que está completamente comprometido y que ya ha demostrado que es capaz de dejar posiciones más cómodas para meterse en retos, líos y dificultades. Cuenta con todo mi apoyo y mi lealtad.

-¿Cree que el PP tiene posibilidades reales de gobernar en Andalucía? Necesita prácticamente una mayoría absoluta.

-El PP ya ganó las elecciones andaluzas pero si no tiene mayoría absoluta verdaderamente lo tiene complicado. Al PSOE no le pasa eso porque si no tiene mayoría absoluta no tiene ningún pudor para aliarse con quien haga falta. Nosotros no somos así. Si no podemos llevar a cabo nuestro programa y hacer cambios no queremos gobernar. Al PSOE le da igual que Andalucía no progrese, que sea la comunidad con más paro de Europa, o que sea la región con más desigualdad entre hombres y mujeres. No aspira a cambiar la sociedad sino a mantener unas formas que le han ido bien políticamente. El PP tiene ciertos escrúpulos éticos e ideológicos y el PSOE no tiene ni unos ni otros.

-¿Qué le parece Podemos?

-Parece que se están desmantelando un poco y que ya surgen divisiones internas entre ellos. No estoy especialmente pendiente. Un grupo que pone como ejemplo a Venezuela, Bolivia o Cuba difícilmente debería tener entrada en un país desarrollado como el nuestro. Unas personas que quieren ponernos a vivir como en Venezuela no deberían tener mucho futuro. No obstante, también es verdad que si los partidos mayoritarios no incrementamos nuestra ética y nuestra transparencia estamos fomentando que surjan protestas y grupos antisistema. Es lógico. Todo esto debe servir para aprender, reforzar las medidas de transparencia y de ética, tener un comportamiento público ejemplar y que existan condenas y castigos a todas las personas que incumplen su promesa de servir a la ciudadanía.

-¿Le preocupa el desapego de la ciudadanía ante los grandes partidos por el paro o la corrupcióndeBárcenas, los ERE, Puyol, Bankia...?

-No creo que la honestidad sea algo de partidos sino de personas. Una persona que no es honrada cometerá las fechorías que pueda y una que sí lo sea no. Lo único que pueden hacer los partidos cuando encuentran a alguien así es expulsarlo inmediatamente con todas las consecuencias y sin titubeos y esto a veces no se deja especialmente claro. Tiene que haber una respuesta contundente y clara. Hay que reaccionar con mayor contundencia ante la corrupción.

-Habla de respuesta inmediata y eso es lo que se le pide al PP en el tema de Martín Serón.

-Todavía no ha habido nada que decir. Es algo que tendrá que comunicar la dirección provincial y cuando haya que tomar una decisión espero que sea muy clara y satisfactoria para todos. El PP debe tratar este asunto con toda la crudeza que tiene y abordarlo de frente, dando una respuesta que sea lógica y razonable.

-¿Qué respuesta daría usted?

-No me corresponde meterme en un asunto que no conozco directamente. Sí digo en general que ante la corrupción, los escándalos, o aprovecharse de la vida pública debe haber una respuesta contundente y creo que esto lo comparten todas las personas honradas de cualquier partido. ¿Quién puede estar en contra de esto? Hay que dar respuestas firmes que la sociedad comprenda, porque si no puede pasar factura.