Málaga

Urbanismo busca corregir las agresiones del cableado y la señalética en el Centro

  • Junto a estas dos acciones, los técnicos subrayan la necesidad de ordenar en el nuevo plan urbanístico las cubiertas, denominadas "la quinta fachada" de los edificios.

El nuevo plan de ordenación del Centro histórico de Málaga, ahora en fase de avance, quiere poner coto a las "agresiones" visuales y estéticas que sufre esta zona de la urbe. Para ello, los técnicos responsables del documento inciden en la necesidad de diseñar y desarrollar un conjunto de iniciativas específicas con las que minimizar estos "impactos" en los edificios, en alusión directa al cableado eléctrico en las fachadas de los inmuebles, la acumulación de aparatos sin orden en las cubiertas de los edificios y la señalética de los comercios.

En esta línea de acción, se aboga por creación "protocolos" que permitan corregir los citados impactos en las plantas bajas comerciales, implementar soluciones que mejoren la ordenación de la "quinta fachada", en alusión a las cubiertas, y establecer la regulación mediante la que evitar "soluciones de fachada o elementos decorativos que puedan suponer falsos históricos".

Tres son, en concreto, los elementos objeto de atención de este análisis: las cubiertas, la señalética y el cableado. En cuanto al primero de los fenómenos, se incide en lo "poco acertadas" de las soluciones que han venido desarrollando en los últimos años en el casco antiguo tras el desarrollo de obras de rehabilitación en inmuebles, que han traido consigo la ubicación de instalaciones de captación solar, aires acondicionados y otros elementos fundamentales para la edificación actual y los modos de vida modernos en la cubierta.

Otro punto de discrepancia es el de la señalética. A juicio de los autores del documento, a menudo las intervenciones desarrolladas para incrementar el atractivo o reclamo de las activiades ligadas al turismo "han derivado en afeccciones sobre las plantas bajas de los edificios singulares fruto de intervenciones que no son armónicas ni con el entorno ni con el propio edificio". A ello, añaden el "impacto" que producen comercios de mayor antigüedad que en numerosas ocasiones tenían un remarco metálico, muchas veces rematado con una marquesina, lo que supone una ocupación de vía publica.

Asimismo, el avance hace mención a la agresión que en algunos casos produce el uso de determinados colores en los elementos publicitarios de los locales. "El reto es encontrar modos en los que los elementos publicitarios pueden ejercer su labor de atención sobre el futuro cliente pero sin que ello implique un impacto sobre los inmuebles", apuntan como respuesta al problema.

No se obvia en el documento la existencia de casos en los que es "excesiva" la utilización de elementos publicitarios o de señalización en las calles y plazas del barrio. Una "saturación" de información que, para los técnicos, "afecta negativamente a la visualización y el disfrute de los monumentos". Por ello, apuntan la necesidad de regular la manera de unificar estos elementos y buscar "la mayor armonía posible"de los mismos con los espacios públicos.

El tercer punto de análisis es el relacionado con el cableado, que a juicio de los técnicos supone "uno de los mayores impactos de la habitabilidad en el espacio construido". "El efecto negativo de mayor entidad es el producido por el cableado aéreo en las vías y el espacio público", se apostilla en el informe, en el que se cuestiona que se trata de una "problemática" que no ha sido resuelta a pesar de haberse realizado la reurbanización de casi la totalidad de las calles, plazuelas y plazas de la almendra. "Hay que mencionar por ser especialmente hiriente la agresión que este cableado supone sobre los monumentos", denuncian.

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