Málaga

El lavado y centrifugado de Isabel Pantoja

  • La tonadillera encara la recta final de una causa que se inició en 2007 a raíz de la investigación de Malaya

Isabel Pantoja se enfrenta en estos días al último tramo de un largo proceso que se inició hace más de siete años, cuando fue detenida y acusada de un delito de blanqueo de capitales, por el que finalmente ha sido condenada. El origen del conocido como caso Pantoja -se llama caso Blaqueo- se encuentra en la investigación de Malaya. Inspectores de la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) encontraron en uno de los registros realizados en un despacho de asesores que pertenecía a Juan Antonio Roca las escrituras de un apartamento de la tonadillera en el hotel Guadalpín, además del contrato de compraventa de otra vivienda que Maite Zaldívar adquirió en este complejo a la promotora Aifos. Esto, además de resultar esencial para involucrar al ex novio de la cantante y ex alcalde de Marbella Julián Muñoz en el mayor trama de corrupción de la historia de España, derivó en una causa separada que ponía la atención en las que habían sido sus parejas y los negocios de éstas.

Pero el foco ya apuntaba desde hacia tiempo al lavado de capitales, gracias a una despechada ex de Julián Muñoz que se dedicó a contar, a quien la quisiera escuchar, que Muñoz llevaba a su casa bolsas de basura con dinero. Ya en el juicio Zaldívar cambió de versión para decir que actuó por venganza y convirtió las bolsas en ingresos en metálico, pero legales, aunque de poco le sirvió el cambio de estrategia. El proceso judicial , celebrado en 2012, tuvo un seguimiento mediático desmesurado, como lo está teniendo el tramo final para la ejecución de la sentencia. Zaldívar se desdijo de lo relatado en la televisión, Muñoz hablaba de sobres con dinero pero no de blanqueo de capitales y Pantoja aseguró que era ella quien sustentaba al ex alcalde de Marbella.

El Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial consideró finalmente probado que Pantoja ayudó a blanquear dinero a Julián Muñoz durante tres años y que tanto ella como Maite Zaldívar eran conscientes del origen ilícito de los fondos. De hecho, afirmó que Muñoz y Pantoja idearon una hipoteca para lavar fondos. El Supremo confirmó la sentencia el pasado mes de junio y en ella se condena a dos años de prisión y una multa de 1,1 millones de euros a la cantante. En el caso de Maite Zaldívar la condena impuesta asciende a dos años y medio de prisión y el pago de una multa de 1,7 millones de euros. Para ella, es cuestión de días que ingrese en prisión, donde ya se encuentra Julián Muñoz, condenado a seis años de prisión en esta misma causa, y el hermano de Zaldívar, que entró en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre el pasado jueves, condenado a la misma pena de cárcel que la ex mujer de Muñoz. En la causa fueron condenadas tres personas más.

Realizado y comprobado el lavado, sólo resta el centrifugado, que en el caso de la tonadillera, no han optado por seleccionar el botón de programa corto. A la tonadillera le queda pendiente que el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial decida si suspende su entrada en prisión, para lo que cumple inicialmente los requisitos: carecer de antecedentes penales y contar con una condena de prisión que no supera los dos años. Antes, la Fiscalía Anticorrupción se pronunciará sobre la solicitud de suspensión presentada el pasado jueves ante la Audiencia por la defensa de Pantoja, y si mantiene la línea de las peticiones de otros dos de los condenados en el mismo caso, se opondrá a que la cantante eluda su entrada en prisión. La petición de suspensión la presentó después de que la Audiencia de Málaga procediera a ejecutar la sentencia, para lo que emitió un auto el pasado 24 de septiembre dando un plazo de diez días para el cumplimiento voluntario de las penas a los condenados en el caso. La defensa de Pantoja optó por esperar al último momento para presentar el escrito solicitando la suspensión de la pena de cárcel y el fraccionamiento de multa impuesta, además de realizar un primer pago de 100.000 euros. Aparte, le queda una última carta, la resolución del recurso de amparo interpuesto ante el Tribunal Constitucional, que aún no se ha pronunciado. Sus abogados también han solicitado que eso se tenga en cuenta. Porque el incidente de nulidad presentado ante el Supremo también fue rechazado.

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