Málaga

La Junta rechaza llevar ahora el Metro a La Marina y pide respetar lo pactado

  • El Gobierno andaluz cierra la puerta a la petición del alcalde de estudiar la ampliación del tajo de la Alameda Dan luz verde a la contratación de la obra entre el río y la calle Torregorda

El camino que pretendía abrir días atrás el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tratando de que la Junta de Andalucía estudiase técnicamente la llegada del Metro a la Plaza de la Marina, alargando el tramo inicialmente fijado en el cruce de la Alameda con la calle Torregorda, queda definitivamente cerrado. La Administración regional, como era de prever, desecha formalmente la petición del regidor del PP, que puso sobre la mesa, nuevamente, la idea de dar un paso más hacia el este aprovechando que las constructoras que optan por ejecutar este parte del suburbano estarían dispuestas a desarrollarla por mucho menos de lo inicialmente previsto por la Consejería de Fomento. Las ofertas económicas planteadas al concurso tienen, de media, una baja algo superior al 38%, lo que se traduce en unos 17 millones de ahorro sobre el montante marcado.

A pesar de esta realidad numérica, el delegado del Gobierno en la provincia de Málaga, José Luis Ruiz Espejo, consideró ayer que lo "lógico" en el momento presente es "ceñirse" al proyecto que en su día fue objeto de un acuerdo entre Fomento y el equipo de gobierno del PP y que limita la llegada de la línea del ferrocarril urbano bajo tierra hasta la mitad del lateral norte de la Alameda. En total, un tajo de 295 metros desde el puente de Tetuán hasta el cruce con la calle Torregorda, donde estará la estación Atarazanas.

Una doble razón económica y de plazos sirvió para acotar el trazado hacia el Centro. Los propios estudios elaborados años atrás por la Agencia Andaluza de Obra Pública, cuando se mantenía abierto el debate sobre un posible Metro en superficie por la zona, situaba en unos 110 millones de euros el coste de llegar soterrados hasta La Marina, con un plazo de unos 40 meses. Unos parámetros, a juicio del departamento autonómico, insostenibles desde el punto de vista financiero y para garantizar los acuerdos alcanzados con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Los mismos, extensibles con la concesionaria, fijan a finales de 2017 la llegada de los trenes a la Alameda.

"No se puede contemplar nada más", insistió el responsable autonómico ante el planteamiento del regidor. "Lo que está aprobado es llegar hasta calle Torregorda y tenemos que ceñirnos a lo que está acordado entre la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Málaga", manifestó Ruiz Espejo, que recordó que es a esta intervención a la que ayer mismo dio luz verde el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

Respecto a los posibles ahorros económicos tomando como referencia las propuestas privadas para hacer la obra, el delegado señaló la posibilidad de que a lo largo de los trabajos de ejecución de la infraestructura "pueden surgir distintos imprevistos y lo importante es tener un presupuesto que garantice la continuidad de esas obras, la finalización de las mismas y la entrada en funcionamiento de este tramo, que es fundamental para completar los que ya están en servicio".

El precio de licitación de esta obra se sitúa en 44,6 millones. La decena de propuestas privadas presentadas, por el contrario, huye considerablemente de esta cifra, al punto de que una de las firmas incluso dice estar en disposición de materializar la actuación en algo más de 20 millones menos. La oferta media, en cualquier caso, se sitúa en unos 27,4 millones.

Para garantizar la cobertura presupuestaria necesaria a esta intervención el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía dio ayer luz verde a la autorización para contratar el tramo Guadalmedina-Atarazanas. Un paso que Ruiz Espejo consideró "firme", liberando el calendario para que los trabajos puedan ser adjudicados este mes y puedan iniciarse en el primer trimestre de 2015.

Desde la Administración regional, apuntaron ayer que este trayecto de 295 metros se incluye en el itinerario de 1,8 kilómetros pactado por la Junta y el Ayuntamiento para culminar los ramales procedentes de Carretera de Cádiz y Teatinos, que actualmente tienen como punto de enlace el intercambiador de El Perchel. A estos casi 300 metros habrá que sumar el trazado en superficie desde el entorno de El Corte Inglés hasta el Hospital Civil.

Sobre el modelo pactado, incidieron en que permite una obra más asequible y con menores riesgos técnicos y arqueológicos, al tiempo que garantiza un incremento de viajeros potenciales de hasta casi 21 millones. A esto se suma la posibilidad de poner en carga todo este recorrido a finales de 2017 y no de 2020, plazo al que habría llegado la opción original de alcanzar La Malagueta bajo tierra, y el ahorro que supone en la fase de construcción de unos 100 millones de euros.

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