El Ayuntamiento de Málaga, a través de la Gerencia de Urbanismo, ordenó ayer el cierre del edificio que acoge la Casa Invisible, situado en la calle Nosquera, por el mal estado en el que se encuentran, fundamentalmente, las instalaciones eléctricas, lo que conlleva "un alto riesgo de cortocircuito e incendio". El inmueble objeto de este informe es propiedad del Consistorio, que acordó su cesión para el desarrollo de actividades sociales y culturales en el año 2011.

La resolución, firmada por el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, fija como "medida cautelar y por motivos de seguridad" la clausura del edificio "para el uso de las actividades de pública concurrencia hasta que se adopten las medidas de seguridad exigibles". La conclusión del documento generó ayer cierta confusión, dado que el propio edil del PP admitió que la misma debía impedir la realización de actividades públicas en el interior de la construcción, sin aludir al mantenimiento de los miembros de la fundación que se encarga de la gestión de la Casa Invisible. "La medida cautelar no habla de desalojo ni de cerrar el edificio", admitió Pomares.

Sin embargo, según varios miembros del colectivo afectado, la Policía Local, alrededor de las 17:30, desalojó el edificio, aportando como justificante la orden de Urbanismo. "Han clausurado el edificio, sin permitir el acceso, cuando lo que se supone es que no se puedan desarrollar actividades de libre concurrencia hasta que se hagan ciertas mejoras, que competen al propio Ayuntamiento", expuso Amanda Romero, abogada y relacionada con el colectivo. Según añadió, tras la actuación policial se impidió el desarrollo de las actividades que estaban programadas. Desde el Ayuntamiento precisaron que lo que se ha comunicado por la Policía es que no podía haber actividad, pero "han entrado y salido sin problema y lo podrán seguir haciendo".

Urbanismo actúa sobre la base del informe que los técnicos del servicio de Conservación y del Cuerpo de Bomberos realizaron tras inspeccionar la construcción. El documento abunda en que el inmueble "carece de las medidas de protección contra incendios que le son exigibles", en que hay cuadros eléctricos sin protección, que hay insuficiencia de alumbrado de emergencia, entre otros detalles. Defectos que vienen a sumarse a otros que ya fueron consignados en la ITE a la que fue sometido en octubre de 2011 y que apuntaba deterioros en los revestimientos y cubiertas". El análisis técnico pone de relieve cómo el colectivo social y cultural, en marzo de 2012, advirtió de la finalización de la vigencia de la cesión temporal del inmueble, desplazando al Ayuntamiento la responsabilidad de "responder del inmueble en tanto no se suscriba un nuevo convenio de cesión". Algo que no ha tenido lugar.

Desde la Casa Invisible, a través de un comunicado en su web, se precisó que en el momento en que se produjo la intervención policial había en el interior más de un centenar de personas que participaban en un mercadillo de artesanía. En el escrito se añade que las intervenciones necesarias sobre el inmueble "estaban ya en marcha en coordinación con los técnicos de Urbanismo", razón por la desde el colectivo consideraron que la actuación municipal de ayer no tenía justificación técnica.

A juicio de la Casa Invisible, lo ocurrido es "un claro ataque a uno de los principales espacios sociales y culturales de la ciudad", y lo relacionaron con la actitud "crítica con el PP" de algunos de los entes que realizan su actividad en el interior; se trata de una decisión política, no técnica". "Es un intento de desalojar el proyecto amparándose en supuestos problemas técnicos del edificio, con intención de una posterior demolición del inmueble para posibilitar futuras operaciones especulativas", denunciaron. El colectivo mantenía ayer que el centro "continuará con la intensidad de siempre" y advirtió de que si el Ayuntamiento decide desalojar el proyecto "se encontrará con miles de ciudadanos".