Málaga

Vía libre a una obra que dará garantía de agua a Málaga en caso de emergencia

  • Acuamed adjudica a la empresa OHL la construcción de una tubería que conectará la planta de El Atabal con Pilones

Casi nueve años después y con multitud de obstáculos en el camino, comienza a rodar una obra hidráulica considerada clave para la ciudad porque la dotaría de una doble vía para el abastecimiento de agua en caso de necesidad. La sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) ha dado el impulso definitivo a la nueva conducción de unos 13 kilómetros que conectará la planta de tratamiento de agua potable de Pilones hasta la desalobradora de El Atabal de Málaga capital a través de los acuíferos de Aljaima.

El proyecto ha sido adjudicado a la empresa OHL por un importe de casi 15 millones de euros y, si las previsiones no fallan, podría comenzar a finales de marzo con idea de que la obra esté terminada en un plazo máximo de 15 meses. Técnicos de Acuamed, la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) y la empresa constructora ya se han reunido en varias ocasiones para ultimar los flecos del proyecto de construcción que será presentado definitivamente en el plazo aproximado de un mes, según pudo saber este periódico.

El último consejo de administración de este organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente celebrado el año pasado aprobó esta importante obra que forma parte del proyecto con el que se pretendía compensar otro en el que se contemplaba la construcción de una pequeña presa en el río Grande para abastecer a Málaga con unos 20 hectómetros anuales de los excedentes invernales y que se descartó posteriormente por la presión que ejercieron los alcaldes del Valle del Guadalhorce a pesar de que todos habían suscrito el acuerdo en agosto de 2006.

Solamente unos meses más tarde, ya cerca de las elecciones municipales del año siguiente, los mismos alcaldes se opusieron a esta obra y cientos de personas llegaron a manifestarse en contra. Y eso a pesar de que Acuamed había adjudicado incluso el proyecto a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Ploder, Construcciones Sergio Pérez López y Anci, por un importe de 42,9 millones de euros para hacer una conducción de 38 kilómetros de longitud que llegaría hasta la planta de El Atabal.

Se incluía, además, una derivación en el azud de Aljaima para poder usar como alternativa la tubería que conecta el canal de la margen izquierda del río Guadalhorce hasta la planta potabilizadora. Después de dar vueltas al asunto para estudiar posibles salidas a ese dinero, se optó por esta obra aprobada ahora y cuya inversión se suma a los casi 43 millones de euros que ha costado la conducción de alrededor 20 kilómetros que se ha construido entre la zona de los acuíferos de Aljaima y la planta desalobradora de El Atabal, y que se terminó en 2013 dentro de las actuaciones alternativas que se plantearon también ante el desecho del azud de río Grande.

Pero quedaba pendiente impulsar la conexión de estos acuíferos con la planta de Pilones para que ésta funcionara como depósito de reserva de agua y complemento a la planta potabilizadora de El Atabal en caso de sequía y o de avería de ésta. Sin embargo, el proyecto ha estado parado durante años debido a las discrepancias surgidas entre las tres administraciones competentes -Ministerio de Medio Ambiente, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga- sobre la financiación y al final tanto retraso amenazó incluso con que se perdieran los fondos dados por la Unión Europea para llevar a cabo esta importante obra hidráulica para la capital de la Costa del Sol. De hecho, el 55% de esta infraestructura se financiará con fondos europeos. El Ayuntamiento de Málaga, en cambio, a través de Emasa tendrá que aportar el importe restante pero en un plazo de 50 años a partir del año siguiente del término de la obra de la que la Junta de Andalucía se ha desmarcado por completo por falta de presupuesto, pese a que se había comprometido a impulsarla desde el principio.

Pero desde su origen este proyecto ha estado rodeado de obstáculos. Después de que hubo que cambiar el proyecto inicial cuando ya estaba adjudicado por el rechazo vecinal, otro problema surgió hace unos años cuando Acuamed aprobó la tramitación de una obra complementaria que costaría unos 22 millones de euros para adecuar la planta de tratamiento de agua potable del arroyo Pilones como depósito de reserva. Sin embargo, también en este caso ha habido importantes retrasos y en estos momentos todavía se está pendiente también de su adjudicación definitiva después de que se recibieran las ofertas interesadas en el proyecto que se sacó a licitación el año pasado.

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