Apenas el 18% de los becarios de la Universidad de Málaga alcanzan los 3.000 euros a los que asciende la cuantía máxima de la parte fija de las ayudas que concede el Ministerio de Educación. Es decir, de las 9.376 becas que ya han sido aceptadas por el departamento que dirige José Ignacio Wert, únicamente 1.665 alcanzan ese importe. Hace tres años, de 10.824 becarios había 4.435 (40%) que tenían beca compensatoria de 3.000 euros. A esa cifra se le podían sumar otros 3.000 euros si, además, tenían que vivir durante el curso fuera de la residencia familiar.

En la actualidad los 3.000 euros de cuantía máxima garantizada está reservada a estudiantes cuyos ingresos familiares se encuadran dentro de la horquilla determinada por el Gobierno que oscila entre los 10.606 euros brutos anuales para familias de tres miembros y los 17.206 euros para las compuestas por cinco personas. Además, estos estudiantes tienen que aprobar todas las asignaturas o, en caso contrario, tener una nota media mínima de 6,5 en el expediente y haber superado el 90% de los créditos en las titulaciones de humanidades, ciencias sociales y ciencias jurídicas. Este porcentaje baja al 80% en el caso de ciencias y ciencias de la salud y al 65% en las ingenierías.

Para completar estos 3.000 euros de ayuda fija garantizada los alumnos deberán esperar a que el Ministerio de Educación pague ese dinero a todos los beneficiarios y el presupuesto sobrante lo distribuya entre todos los becarios en lo que se conoce como beca variable. En este caso el importe disponible depende de la nota del alumno, de la media de su área de conocimiento y de la renta familiar.

El actual régimen de becas entró en vigor el curso pasado y supuso una vertiginosa caída del importe que percibían los alumnos más desfavorecidos. Antes, quienes disponían de rentas familiares bajas y tenían que vivir fuera del domicilio habitual durante el curso tenían ayudas que ascendían a 6.000 euros. Ahora, de esa suma únicamente tienen garantizada la mitad y acreditando unos logros académicos mayores. Lograr otros 3.000 euros en la distribución de la beca variable es prácticamente imposible.

Formalmente se podrían conseguir con cero ingresos familiares y matrícula de honor de media, pero no estarían al alcance, por ejemplo, de un joven que aún teniendo matrícula de honor en su familia hubieran ingresado los 400 euros durante seis meses previstos para desempleados que pierden las prestaciones. De los 30.644 alumnos de la Universidad de Málaga han solicitado beca este curso 20.180. El Ministerio ha aprobado hasta ahora 9.376 ayudas, mientras que otras 2.726 han sido aceptadas si bien están en trámite a la espera de cruzar datos con la Agencia Tributaria. No obstante, otras 7.731 becas han sido denegadas, es decir, el 38%.

Otra de las particularidades del actual régimen de becas es el retraso en el cobro. Hasta el curso 2012/2013 los alumnos percibían la totalidad del importe de las ayudas en el primer trimestre del curso. Sin embargo, el actual sistema de gestión es muy lento. Las cuantías fijas se empezaron a pagar en diciembre y se han ido abonando a medida que se han resuelto, sin embargo, todavía no es posible ni siquiera hacer el cálculo de los importes variables. Es decir, prácticamente a mediados de curso los beneficiarios no conocen a cuánto ascenderán las ayudas.

El Ministerio de Educación publica diariamente el porcentaje de becas tramitadas por cada universidad española. Aunque la mayoría ha gestionado el 90% de las solicitudes, pocas han alcanzado el cien por cien. Una vez que estén todas listas el Gobierno central podrá determinar el presupuesto disponible, asignar la parte variable y comenzar a entregarla a los alumnos.