Málaga

La odisea de llegar a fin de mes

  • Los estudiantes de la UMA a los que el Ministerio les ha denegado la beca general se aferran a ayudas alternativas para hacer frente al año académico.

Tras los primeros exámenes del año, los estudiantes de la Universidad de Málaga (UMA) comienzan a hacer cuentas para pasar con solvencia el ecuador del curso. Muchos cruzan los dedos para recibir lo más antes posible un correo electrónico en su bandeja de entrada que confirme la otorgación de la beca general del Ministerio de Educación, ya que de lo contrario tendrán que hacer malabares para poder llegar a fin de mes.

El departamento que dirige José Ignacio Wert ha comenzado a resolver la concesión de las ayudas pero no todos los casos tienen un final feliz. A Irene R. G., estudiante de Magisterio de Educación Infantil, le han concedido la beca de matrícula, una ayuda de la que no será beneficiaria, sino que será abonada directamente a la UMA para pagar las tasas de los créditos. “Mi situación es complicada: soy madre soltera y no recibo manutención tan sólo un subsidio de 426 euros que no me llega para pagar el piso en el que vivo”, explica.

Su situación se agrava aún más al no poder solicitar otro tipo de ayuda económica. “De la ayuda extraordinaria de la Junta de Andalucía tan sólo recibiría un importe para comedor que no soluciona mi estado. Además, tengo 34 años y ni siquiera puedo pedir la tarjeta de estudiante para el autobús”, agrega esta estudiante que considera “injusto” el reparto de becas. “Con la ayuda de familiares poco a poco intentaré terminar el curso, pero no me planteo ir más allá porque si estudio no puedo trabajar ya que tengo que cuidar a mi hijo también.Es triste vivir en primera persona esta situación por querer estudiar para prosperar profesionalmente y poder ofrecerle a él un futuro mejor, mientras compañeras que viven con sus padres reciben 3.000 euros que dicen que guardarán para comprar un coche o una operación de estética”, sentencia.

La beca de matrícula es la única ayuda que también ha recibido Daniel Terrón, estudiante del segundo curso de Administración y Dirección de Empresas. El año pasado obtuvo alrededor de 4.000 euros con los que pudo hacer frente al curso académico sin ningún tipo de sacrificio. “Mi nota media no llegaba para que me concedieran más allá de la beca de matrícula, pero he solicitado también la ayuda de la Junta de Andalucía y estoy aún a la espera”, explica Daniel, que guarda otro as bajo la manga para poder hacer frente a los gastos universitarios: “Estoy en el quinto año de GradoProfesional de Guitarra Flamenca en el Conservatorio, así que he solicitado también la Beca Adriano de 1.500 euros. Pero si no me conceden ninguna podré seguir el año, pero con muchos sacrificios, recortes y tirando de ahorros”.

A la espera de la resolución de la beca extraordinaria de la Junta está también Elisabeth Luque, estudiante cordobesa de Pedagogía en la UMA. Este es el primer año que le deniegan la beca del Ministerio y, aunque no tendrá que dejar la carrera, se aferra a la esperanza de que el Gobierno andaluz le conceda el importe. “Con los ahorros que tengo y la ayuda de mis padres podré terminar este curso pero apretándonos más el cinturón”, asegura. Con la incertidumbre sobre la resolución de la ayuda estatal continúa su compañera de piso,Tamara Rodríguez. Esta granadina cursa Traducción e Interpretación y todavía no ha recibido la notificación por parte del Ministerio de Educación. “Tengo miedo de que no me la concedan porque mi familia tendría que hacer mucho esfuerzo económico”, incide. 

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