Málaga capital ya es el principal polo de atracción de turistas en la provincia, superando a la mítica Torremolinos. Los hoteles de la ciudad rebasaron el año pasado por primera vez en su historia el millón de viajeros alojados, con un incremento interanual del 7,8%, y eso le permite alcanzar la cima provincial, por delante de Torremolinos y Marbella.

La capital capta al mayor número de turistas que se alojan en los hoteles en la provincia, pero al ser su estancia media más corta tiene una de las pernoctaciones más bajas, siendo ese uno de los retos del Consistorio malagueño. Dicho de otra forma, la urbe atrae más turistas pero pasan menos tiempo que en Torremolinos, Benalmádena o Marbella. El negocio está en que el viajero pase el mayor número de noches posible en el hotel, independientemente de la rotación, de forma que la capital aún tiene trabajo por delante para intentar incrementar la estancia media.

Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) aportados ayer por el Ayuntamiento de Málaga señalan, por ejemplo, que Torremolinos sumó el año pasado 4,6 millones de pernoctaciones con 891.490 clientes, fijando una estancia media por pasajero de 5,3 días. En la capital, está en dos días.

Torremolinos fue durante décadas la zona turística de la capital y una gran fuente de ingresos. Tras su separación en 1988, Málaga se quedó huérfana de hoteles y le dio la espalda a los viajeros pues no contaba con una buena oferta cultural o gastronómica y sus playas no eran su fuerte.

La capital despertó en la década pasada y quiso llamar la atención de los turistas nacionales e internacionales con la cultura como referencia. La apertura del Museo Picasso en 2003 supuso el pistoletazo de salida para nuevas instalaciones que se han ido abriendo con el paso de los años, como el Thyssen, y las próximas como el Pompidou o el de San Petersburgo. A eso habría que añadirle el Festival de Cine, la Noche en Blanco, etcétera. La reacción fue en cadena porque llegaron los inversores, se construyeron decenas de hoteles de todas las categorías -incluido el primer cinco estrellas-, y las calles volvieron a llenarse de restaurantes. La organización de congresos o el turismo de cruceros también han influido de manera notable en este proceso.

El resultado final es que, según explicaron ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el concejal de Turismo, Julio Andrade, la capital malagueña es la que más ha incrementado en España el número de viajeros alojados en los hoteles en la última década, con un aumento acumulado del 127,3%. Las pernoctaciones, por su parte, se han elevado un 119,9% en ese mismo periodo. En ambos casos, la segunda provincia española con mayor crecimiento tanto en viajeros alojados como en pernoctaciones hoteleras ha sido Barcelona (59 y 68% respectivamente), seguida de Bilbao, Madrid, Valencia y San Sebastián. El crecimiento malagueño es espectacular, si bien también hay que tener en cuenta que se partía de una base muy baja.

Los turistas están redescubriendo Málaga, pero no hay que irse especialmente lejos a buscarlos. El 22% de los viajeros que se alojaron en los hoteles de la capital malagueña el año pasado eran andaluces. Los madrileños son los segundos mejores clientes, pero a mucha distancia, y luego ya llegan los británicos, alemanes y franceses. El Consistorio prevé que, en un análisis moderado, este año vengan un 5% más de turistas, consolidando así la tendencia creciente.