Málaga

Una treintena de sustos en 150 años

  • El río Guadalhorce ha protagonizado históricamente graves inundaciones por su desbordamiento en los municipios ubicados en su cuenca

El río Guadalhorce ha sido históricamente el gran protagonista de muchos de los episodios de inundaciones que han sufrido las poblaciones ubicadas a lo largo de su recorrido. 31 han sido los sustos dados por este río en 153 años. Y eso sin contar capítulos de inundaciones recientes, como las sufridas en toda la parte media y baja del río Guadalhorce en febrero de 2010 o las de finales de septiembre de 2012 que también tuvieron efectos catastróficos en los municipios aguas arriba de las presas donde nace.

Rara es la zona situada a lo largo de su cuenca que no se haya visto afectada por una avenida o el desbordamiento provocado por un río, que abarca una superficie de 3.247,5 kilómetros cuadrados pertenecientes a 45 municipios. Pero hay algunos que se han llevado la palma, según el registro que incluye el estudio hidráulico para la prevención de inundaciones y para la ordenación de este río, encargado por la Junta de Andalucía a la consultora Sener y que ha suscitado una gran polémica por las limitaciones que puede suponer a los desarrollos previstos en el Plan general de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga.

Precisamente la capital ha sido históricamente uno de los municipios que más ha sufrido los devastadores efectos del río entre 1855 y 2008, que es el periodo que abarca dicho documento. Las más sonadas y unas de las más graves ocurridas nunca fueron las ocurridas entre el 14 de noviembre y el 9 de diciembre de 1989, y que también afectaron a otros municipios de la cuenca. Pero en el caso de la capital de la Costa del Sol fueron especialmente dramáticas puesto que la ciudad quedó sumida en el más absoluto caos durante tres semanas. Ocho personas fallecidas, más de 3.000 personas rescatadas, barriadas enteras incomunicadas, trabajadores encaramados a los tejados de sus naves para no ser arrastrados por la corriente, calles convertidas en improvisados ríos, coches arrastrados por la fuerza del agua, casas anegadas, carreteras cortadas, polígonos industriales rodeados por un repentino lago y cultivos engullidos por la riada. Ese fue el panorama dejado tras de sí.

En esa ocasión el nivel del río superó los 10 metros de altura en Málaga, cuatro metros en el puente metálico de Cártama y nueve metros por encima de su nivel habitual en la vega de Antequera.

También en la capital tuvo lugar una de las peores inundaciones que se recuerdan provocadas por el desbordamiento del río Guadalhorce. Fue el 30 de octubre de 1955 y en aquella ocasión se vieron afectadas unas 5.000 personas, entre ellas tres víctimas mortales. Hubo, además, barrios enteros arrasados y huertas, cultivos, carreteras y vías férreas engullidas por el agua.

En septiembre de 1907, el Guadalhorce volvió a golpear a la capital. El barrio de Campanillas fue el que se llevó la peor parte y murieron cinco personas, además de las viviendas y los cultivos que se vieron afectados.

Otra víctima mortal se cobró el río el 30 de noviembre de 1880 en la capital malagueña, donde hubo numerosos daños materiales. Casi un siglo después, el 10 de noviembre de 1978, una avenida volvió a dañar viviendas, edificios, automóviles, industrias, infraestructuras y vías de comunicación en algunos barrios cercanos a la desembocadura del río Guadalhorce, como Carretera de Cádiz donde el agua llegó hasta las ventanillas de los coches.

Diez años más tarde, el 1 de octubre de 1988, se produjo lo que los expertos llaman un episodio torrencial virulento que afectó a Málaga, Coín y Cártama dejando a su paso heridos, víctimas y un reguero de daños materiales, sobre todo, agrícolas puesto que el nivel del río subió tanto que el agua superaba la altura de los árboles.

El 15 de diciembre de 1995, las primeras lluvias que ponían fin a una dura sequía de cuatro años, provocaron de nuevo el desbordamiento del río en Málaga y Cártama. El agua alcanzó una altura de un metro en algunas zonas de la ciudad, provocando cuantiosos daños.

Archidona, Campillos, Antequera, Teba, Sierra de Yeguas, Ronda, Alozaina, Monda, Ojén, Alhaurín de la Torre, El Burgo, Pizarra, Álora, Archidona y Villanueva del Trabuco tampoco se han librado de los devastadores efectos originados por un río con tendencia a desbordarse.

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