EL jueves comienza la campaña electoral. El primer beneficiado de este acontecimiento hay que buscarlo en Alemania, en concreto la feria internacional de turismo de Berlín, la ITB, que arranca el miércoles. El certamen se libra de la presencia de dirigentes de los partidos en Andalucía, más pendientes de las elecciones que de atraer visitantes que no pueden votar.

Por ejemplo, el presidente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y también del PP de Málaga, Elías Bendodo ha programado la presentación de las novedades para el martes, un día antes del comienzo del evento. Así le permite estar de regreso en Málaga con antelación a la tradicional pega de carteles.

El consejero de Turismo de la Junta, Luciano Alonso, lo ha tenido algo más complicado. Sí debía acudir a la feria y estar presente en la jornada de la inauguración. Pero también ha logrado fijar su comparencia en otra lo suficientemente temprana para partir prácticamente de inmediato y tomar de regreso un vuelo para que le lleve a la capital de la Costa del Sol. Alonso es el cabeza de cartel de los candidatos del PSOE malagueño y también debe protagonizar el pistoletazo de salida a la carrera por ganar las urnas.

En el caso del Partido Popular el cabeza de lista por Málaga es también el candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía. A falta de elegir el lugar, sí tiene claro que abrirá la campaña en esta provincia. Por cierto, ese doble papel de Juan Manuel Moreno Bonilla abre una interrogante. ¿En el caso de debates entre candidatos malagueños , quién es el número 1 del PP? La lógica manda que sea la siguiente en la lista, Esperanza Oña. De lo contrario, habría que pedirle a Susana Díaz que participase en los debates de la provincia de Sevilla y no quedaría muy bien que un aspirante a dirigir el gobierno andaluz se dedique a defender los intereses de su provincia natal. Pero desde luego los asesores de campaña del PSOE de Málaga no deben pensar de esa misma manera. Este periódico intentó reunir hace unos jornadas en una entrevista similar, para publicar el mismo día, a Luciano Alonso y Esperanza Oña, como cabezas de candidatura real de PSOE y PP, y los socialistas, tras aceptar inicialmente, rechazaron al final la propuesta. La tesis del PSOE de Málaga era que el contrincante de Alonso debía ser Moreno Bonilla. Pasan las campañas pero las actitudes varían muy poco.