Málaga

Bono en estado puro

  • El ex ministro presentó ayer en Málaga su nuevo libro Criticó a Podemos y recordó varias anécdotas curiosas

Los políticos suelen valer más por lo que callan que por lo que cuentan. Pero hasta eso tiene un límite temporal, una prescripción que suele finalizar cuando llevan algunos años fuera de servicio y que tiende a traducirse en libros o en conferencias normalmente bien remuneradas. El ex ministro José Bono nunca se caracterizó por morderse la lengua cuando estaba en la cresta de la ola y ahora, en una etapa de reposo, menos todavía. Ayer presentó en la Confederación de Empresarios de Málaga su segundo libro, titulado Diario de un ministro, del que aseguró que se trata de "un libro de diario porque la memoria es muy traicionera, caprichosa y aleatoria".

A lo largo de más de 350 páginas, Bono desgrana historias de todo tipo que le ocurrieron en su etapa como ministro de Defensa, entre 2004 y 2006. La primera de ellas fue la retirada de las tropas españolas de Irak, que supuso un serio enfrentamiento con Estados Unidos. "Si fuera español, no me gustaría estar en su situación", afirma Bono que le dijo el entonces secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld. También hubo roces por la relación comercial entre España y Venezuela, pero actuó como mediador con la Casa Blanca, con éxito, Julio Iglesias.

Uno de los aspectos que más recuerda Bono es la gestión del accidente del avión Yakovlev, en el que fallecieron 62 militares españoles. "Se hicieron las cosas mal a sabiendas. No hubo justicia para los soldados que fallecieron ni para sus familias porque se absolvió al Gobierno [ocurrió en la época de Aznar] y se indultó a los responsables de la negligencia al identificar a los cadáveres", denunció.

Bono subrayó que se marchó del Gobierno porque no estaba de acuerdo con el apoyo del entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, al Estatuto de Cataluña y fue especialmente crítico con la posibilidad de que Cataluña se separe de España. "El divorcio sería desastroso. El secesionismo es rancio e insolidario y se ha creado un falso victimismo porque hay mucha gente buena que ha llegado a convencerse de que España les roba", remarcó el ex político socialista que fue presidente de Castilla La Mancha desde 1983 a 2004 y presidente del Congreso de los Diputados entre 2008 y 2011. Bono optó por hacer concesiones a Cataluña, pero en el ámbito cultural o lingüístico.

Su discrepancia con Zapatero sobre el tema catalán le costó el puesto, aunque Bono cree que el gobierno del castellano leonés pasará a la historia por dos facetas: el cese de los atentados de ETA y la amplitud de derechos civiles, como el matrimonio homosexual. "Lo del matrimonio me chocó como ministro pero ha sido un éxito y otros países lo han copiado", afirmó.

Los asistentes al acto le preguntaron a Bono sobre temas de actualidad, como el auge de Podemos, el desprestigio de la clase política o la relación entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. Respecto a Podemos, el ex ministro aseguró que es un "grupo que ha nacido de un origen radical y de extrema izquierda y me da miedo que hablen de que cuando ellos gobiernen el miedo va cambiar de bando, porque no quiero que en mi país haya miedos ni bandos". Dijo, además, que la figura y el discurso de Pablo Iglesias no tienen nada que ver con el de Felipe González.

Sobre la clase política Bono, que ha vivido de ella durante tres décadas, indicó que "la mayoría de los políticos son gente buena y no he observado un nivel moral inferior al del resto de la sociedad". No obstante, sí reconoció que se atacan unos a otros de forma continua y reclamó que se derogue la ley electoral para que los políticos tengan más autonomía y su presencia no dependa del grado de amistad con el que hace las listas en cada partido.

De Susana Díaz precisó que es una mujer "con capacidades extraordinarias para la política que convence en el terreno corto, medio y largo" y consideró que no hay una especial pugna con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. "Díaz dice que su pasión es Andalucía y yo la creo. Ambos se llevan bien", resaltó.

En este libro no todo el mundo sale bien parado. "No lo he escrito para ajustarle las cuentas a nadie, no es lo políticamente correcto y vienen cosas que no aparecieron en los periódicos pero que son la verdad", dijo Bono, quien narró que apuntaba cada frase y hecho en una libreta conforme ocurría o que, si no podía hacerlo, lo recordaba y lo grababa en una grabadora en el coche oficial. Para escribir el libro, Bono indicó que ha llamado a 500 personas para comprobar que sus notas eran correctas y que, por ahora -salió a la venta el 10 de marzo-, nadie le ha llamado para quejarse. El ex político adelantó que habrá una tercera entrega sobre su etapa en la presidencia del Congreso de los Diputados.

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