Francisco de la Torre. Alcalde de Málaga y Candidato del PP a las Municipales

"Están obsesionados con lo del sucesor; suena a concepto monárquico"

  • Admite la posibilidad de que éstas sean sus últimas elecciones a la Alcaldía, aunque rehúsa ser categórico. Subraya la necesidad de reducir el fracaso escolar.

-¿Ahora sí, no? ¿Éstas son sus últimas elecciones a la Alcaldía, no?

-Bueno, son las de ahora, Para cuatro años. Para cuatro años...

-Pero de aquí a cuatro años...

-Depende de la confianza de los malagueños, pero si así lo deciden, mi compromiso es de cuatro años.

-Y el día después de esos cuatro años, no sabemos qué va a pasar...

-De aquí a entonces hay tiempo para pensar.

-Me sorprende que no sea categórico. Lo normal sería que dijese claramente que van a ser sus últimas elecciones.

-Sí, pero eso puede tener una lectura de que no voy a estar cuatro años, pero es que voy a estar cuatro años.

-¿Pero con opciones de volver a presentarse?

-Esa pregunta tiene sentido cerca de los cuatro años, ahora menos.

-Cuando llegue ese momento se lo volvemos a plantear...

-Lo más probable es que sean éstas las últimas, pero para cuatro años, insisto. Noto mensajes con intención insana de decir: 'No, no, el señor De la Torre va a estar unos mesecillos'.

-Lo que se dice es que lo mismo está unos años y luego le da el relevo, por ejemplo, al señor Bendodo.

-Yo lo que digo es que mi compromiso es cuatro años.

-¿Y eso lo sabe el señor Bendodo, el partido...?

-Todo el mundo lo sabe. Lo que quiero es que lo sepan los malagueños.

-Opta a la reválida en un escenario político distinto al de procesos anteriores. Las últimas autonómicas constataron una fuga del tradicional electorado del PP. ¿Peligra su mayoría absoluta?

-Son unas elecciones distintas porque hay un mapa político con fuerzas que antes no estaban y que pueden, en teoría, producir un trasvase de votos del PP. Eso enriquece la democracia, pero hago un pronunciamiento claro de conseguir una mayoría amplia, más que la mayoría absoluta, para tener un gobierno estable que trabaje bien. La idea es trabajar desde la mayoría absoluta como si no la tuviésemos, con la voluntad de pactos y acuerdos. Es verdad que el escenario de unas elecciones locales es diferente del de unas autonómicas. Hay factores que pueden ayudar a conseguir esa mayoría amplia.

-Se le ve convencido.

-La palabra la tienen los malagueños. Creo que hay una buena valoración de lo que se ha hecho, lo noto en la calle. Un buen resultado de la gestión, una valoración de simpatía hacia la gestión y las personas que hay en el equipo. Todo eso me anima a pensar en ello, verlo como algo factible. Hay que transmitir muy bien los mensajes. Queremos trabajar de manera muy abierta desde el punto de vista de la sensibilidad social, conseguir que nadie se quede atrás; en temas que muchas veces se escapan de nuestras compentencias, como la educación, podemos sumar voluntades y energías para conseguir bajar el fracaso escolar.

-¿Asume la posibilidad de tener que buscar pactos?

-Insisto en que nuestro objetivo es conseguir esa amplia mayoría y establecer una línea de diálogo y consenso que sea ejemplar y que transmita tranquilidad a todos. Lo que tenemos es un pacto con los ciudadanos. Garantizo una gestión transparente. Esa es la clave de una democracia madura, moderna, y que permitirá recuperar el total prestigio y fortaleza de la democracia española.

-Una señal inequívoca en el arranque de la campaña es que los símbolos del PP quedan relegados. ¿Presumir del PP le hace más mal que bien?

-El PP está haciendo una labor importantísima, que es sacar a España de una situación de quiebra económica. Los resultados van en una línea ascendente. Lo que creo es que también hay que hacer un esfuerzo explicativo de cómo y por qué estaba España en esa situación. Dicho eso, el PP tiene como fuerza los activos que tiene y el desgaste que tiene... Parte del desgaste está en no haber explicado con la claridad necesaria el por qué de todas estas medidas.

-¿Busca evitar ese desgaste?

-No trato de buscar nada de eso. Alguien quiere ver como una decisión mía que esté la marca del partido pequeña...

-No sé si es decisión suya, pero que la marca PP es muy pequeña.

-No he estado en ese tipo de diseños, no me ocupo de ello. De lo que me ocupo es de dejar muy claro que son elecciones locales y de hablar de la ciudad, de lo que se ha hecho y de lo que se pretende hacer.

-¿Qué aporta a usted que no aporte el resto de candidatos?

-No conozco a todos. Mi estilo no es comparar. Subrayaré los activos de mi candidatura, los aspectos positivos de mi conocimiento de los temas de Málaga, de compromiso con Málaga por encima de cualquier otra cuestión que se plantee. Mi objetivo de conseguir una Málaga visible, y que todo eso se traduzca a la máxima velocidad en una reactivación económica y empleo. Eso supone un cierto caudal de experiencia, conocimiento, contactos, en la línea de una estrategia clara que no sé si otros tienen, que es una ciudad cultural, tecnológica e innovadora potente, por la inclusión social... Son ideas que tenemos muy claras. Y al mismo tiempo, dentro del caudal de experiencia, creo en la participación y en la transparencia como mecanismos de satisfacción de los ciudadanos. Activaré todos los mecanismos que se puedan.

-¿Ve usted a su sucesor entre los nombres de su candidatura?

-Bueno. Es evidente que puede estar en la candidatura. Ustedes están siempre obsesionados con el tema del sucesor. Es una palabra que suena a concepto monárquico de la política.

-Usemos otra si quiere.

-Todas son o sucesor o delfín. Esta es una democracia y hay unas reglas de juego de cómo se plantean las elecciones.

-Su opinión será importante.

-El partido tiene sus mecanismos para hacer las listas y dentro de cuatro años configurará la lista que estime oportuna.

-No le gusta este asunto.

-Por supuesto puede haber nombres a barajar dentro de la lista, pero es un tema que el partido, dentro de cuatro años, decidirá.

-¿No tomará partido?

-No me planteo el escenario de opinar sobre esos temas, estoy abierto si me piden consejo.

-Está a punto de poner el broche a su cuarto mandato consecutivo. Lo hace con el Centro Pompidou y el Museo Ruso como emblemas. ¿Son los dos proyectos de los que más orgulloso se siente tras 15 años de alcalde?

-Hay muchos de los que me siento muy orgulloso. Son importantes, tienen calado, capacidad de atraer gente y dinamizar la economía de Málaga. Hemos sabido crear un clima de confianza y de buen trabajo, a pesar de declaraciones fuera de lugar de la oposición. Motivos para estar orgullosos de ellos hay muchos.

-En 2003 inauguró la peatonalización de la calle Larios; en 2007, la transformación del Paseo del Parque; en 2011, el Museo Thyssen; en 2015, el Pompidou. ¿Qué nos deparan los siguientes cuatro años de seguir en el gobierno municipal?

-Hay que reforzar las líneas cultural; la estrategia tecnológica; la Málaga litoral; la recuperación del centro; abordar con fuerza la policentralidad de la ciudad desde el punto de vista cultural, aprovechando el tirón de Carretera de Cádiz; la antigua cárcel de Cruz de Humilladero, con un centro con características distintas. Todo ello sin olvidar el aspecto social, la lucha contra la desigualdad, la educación.

-Insiste en lo de la educación.

-Me parece importante señalar el compromiso de sensibilidad social, de superar desigualdades... Y hacer un esfuerzo para disminuir de manera drástica el fracaso escolar, sin tener competencias. Cómo podemos ilusionar al cuerpo docente, que tiene todo mi respeto y apoyo. Son los más importantes profesionales de cualquier país y también en Málaga, porque nos jugamos el futuro de la ciudad.

-¿Y en el Metro? ¿Asume alguna responsabilidad en el desbarajuste en el que se ha convertido?

-El Metro nació con un par de errores importantes. Errores a pesar mío, porque insistí mucho en que me parecía poco serio firmar un convenio sin tener un anteproyecto que dijera cuánto podía costar. El segundo es no haber apostado por una obra pública en vez de una concesión privada. En esos dos errores están gran parte de los problemas. Recuerdo que cuando ponía estas observaciones sobre la mesa la presión política y mediática de la ciudad fue muy fuerte para que no retrasase tanta bendición.

-¿Tendría que haberse negado a pesar de la presión?

-El mensaje lo transmití. Supuse que habría suficiente entendimiento a nivel político y mediático, pero a veces uno se queda solo. Como me quedé solo en el tema del Arqueológico. Si los malagueños me dan la confianza trataré de que la Aduana abra pronto y abra bien. A final de año o principios del año que viene. Nuestra oferta de estar en la gestión ahí está.

-Usted firmó un documento a finales de 2013 que daba viabilidad al proyecto del Metro. En ocasiones parece que usted lejos de abanderar esta infraestructura, se pone contra él.

-No, no, no.

-Desde noviembre, le he escuchado decir que los vecinos tienen que estar de acuerdo con el trazado en superficie hacia el Civil...

-Desde el primer día. Hay que procurar que exista ese apoyo. Creo que debe ser así. Creo que es un ejemplo de colaboración esencial. Hicimos posible que el Metro se inaugurase; con lo que había no podía ser, porque había un bloqueo en la financiación. Hubo una huida hacia adelante de los anteriores responsables del PSOE en la Consejería de Fomento. Todo eso tuvo una solución con el acuerdo de 2013.

-¿Se pondrá al frente para que el Metro llegue en 2017 al centro y al Civil?

-Daremos todas las facilidades que estén en nuestras manos, pero recordaremos la necesidad de que las cosas se hagan bien y con tiempo. La Junta, en este tema, ha estado en una especie de avance-freno en el proyecto al centro con el tema de la adjudicación, que ha tenido sus efectos.

-¿Va a pagar el Ayuntamiento la parte que le corresponde del proyecto? No hablo de las obras, que asumo serán compensadas con la Junta. Hablo de la parte de explotación.

-En el marco del acuerdo del año 2003. No de otras cosas que no hemos conocido y no hemos podido negociar. Lo que corresponda. Es un tema del que hemos pedido que se hable pero no hemos tenido respuesta. Queremos ser serios, leales pero al tiempo defender los intereses de la ciudad frente a los que han podido ser errores. No nos corresponde a asumir una responsabilidad que no es nuestra.

-¿Mantiene la idea de peatonalizar el lateral sur?

-Es un tema en el que tenemos que tener el consenso vecinal. No trato de desviar el sentido del proyecto, pero tiene sus efectos en el tráfico, hay que verlo. Y lo que creemos es que ese tipo de obra encajaría muy bien en el tipo de obra en los esquemas que con fondos europeos se establecen desde la Junta de Andalucía. Espero que en este marco comunitario podamos influir más que en años anteriores, cuando nos sentimos muy burlados y maltratados.

-Uno de los proyectos en los que usted sigue poniendo su empeño personal, hasta la fecha sin excesivo éxito, es el del Auditorio. Hace apenas una semana recibió la cesión gratuita de todos los trabajos técnicos. ¿Para qué sirve eso si no tiene el suelo?

-Tendremos que hablar con el Puerto, porque parece que quiere plantear que no se entregue gratis Pero el documento de 2004 hablaba de que el Puerto pondría a disposición y eso no es cobrar. Al señor Linde se le puede preguntar. Lógicamente es un tema importante. Y estamos en la fase de ir sumando a la voluntad municipal y de la Diputación, al Ministerio de Cultura y la Consejería de Cultura. Si se consiguen esos acuerdos, que no tienen que tener una fecha concreta, estaremos salvando un proyecto importante para la ciudad y la provincia. Es evidente que en los momentos actuales era muy difícil sacar adelante un proyecto de 100 millones. Lo que queremos es no perder la ilusión por el proyecto.

-El Puerto sigue cerrado en banda a una posible cesión gratuita. ¿Maneja otra vía para convencer a los mandatarios del recinto?

-No veo que haya que pagar. Estoy dispuesto a escuchar las razones del señor Plata. Quiero oír en profundidad sus razones y que él escuche las mías. Hablando se entiende la gente.

-¿Si usted sigue siendo alcalde no va a pagar por ese suelo?

-Hoy por hoy no veo razones. Estoy dispuesto a escuchar.

-En el transcurso de las tres últimas décadas en los suelos de Arraijanal se ha planteado una marina deportiva, usos hoteleros y comerciales, y ahora un parque metropolitano y la futura ciudad deportiva del Málaga. ¿De todo ello que le hubiese gustado más?

-Al final uno tiene que vivir los momentos en los que está y hay que hablar de lo que hoy puede hacerse. Si se ha insistido en que sea un parque metropolitano pues que lo hagan. Que lo hagan quienes además dijeron que iban a conseguir el suelo pero al final lo hemos conseguido nosotros. En el balance de esta historia lo que late es una actuación de la Junta que respeta poco la autonomía municipal. No respeta el plan que estaba aprobado, de 1997. Eso por que sí, por razones políticas, por hacer la puñeta... Al final el señor Espada, candidato a la Alcaldía de Sevilla, curioso, lo digo por el atropello municipal, atropelló la autonomía municipal de Málaga, se rió del Ayuntamiento en 2009. Ya que tenemos esto que se haga, pero se pactó una marina deportiva en su momento.

-¿Regalar 14 millones de euros en suelo al Málaga no le genera ninguna duda?

-Ninguna. Lo tengo clarísimo. Lo que es bueno para el club es bueno para la ciudad. Se lo ponemos a disposición 75 años, pero sigue siendo municipal. Y en ese tiempo va a trabajar a favor del fútbol base. Es importante que el club tenga días de gloria, hay que aspirar a ello. Y cualquier club que funcione bien se plantea tener buenos centros, buenas academias.

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