Málaga

La Junta tarda cinco años en adjudicar una obra clave para abastecer a la capital

  • El arreglo del azud y de los pozos de Aljaima será ejecutado por Tragsa por un importe de 1,3 millones de euros Un tercio de los recursos que consume la capital proceden de allí

Cinco años ha tardado la Junta de Andalucía en impulsar una obra para reparar una infraestructura clave para el abastecimiento de la población de Málaga capital. Desde febrero de 2010 lleva sin funcionar el azud y cinco de los pozos de Aljaima, que fueron perforados en la grave sequía de 1995 y recuperados diez años después cuando los recursos hídricos de los pantanos del Guadalhorce volvieron a escasear. El desbordamiento que el río sufrió en febrero de 2010 por culpa de las intensas lluvias caídas dejó inutilizados por completo estos pozos que podrían ser necesarios para abastecer a la población malagueña si deja de llover en los próximos meses.

Aproximadamente entre 14 y 20 de los 60 hectómetros cúbicos de agua que la capital consume al año proceden normalmente de estos pozos que tendrá que reparar Tragsa, que forma parte del grupo de empresas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adscrita al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio adjudicó hace un mes a esta empresa los trabajos por un importe de 1,3 millones de euros, según confirmaron fuentes de la Delegación territorial, que especificaron que "está todo firmado" para que la obra pueda comenzar. Sin embargo, no precisaron una fecha concreta.

Además de los pozos, los daños provocados por las fuertes lluvias de hace ya cinco años también afectaron al azud encargado de retener el agua para que la estación de bombeo situada en Aljaima, en la margen izquierda del río Guadalhorce, pudiera impulsar los recursos hídricos superficiales hasta la planta de El Atabal. Tuberías, bombas y conducciones resultaron seriamente dañadas entonces y así siguen de momento.

La reparación de los pozos, capaces de suministrar 400 litros por segundo a la red de abastecimiento de la capital, ha estado paralizada por falta de financiación, si bien la Empresa Municipal de Agua de Málaga (Emasa) propuso en 2013 adelantar el dinero y ejecutar la obra a cambio de que se le descontara después del canon anual que tiene que abonar a la Administración andaluza por el aprovechamiento del agua de los pantanos del Guadalhorce.

Pero los entonces responsables de la Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente rechazaron esta posibilidad sin plantear hasta la fecha otra alternativa para financiar la obra y arreglar los destrozos causados en los pozos por la riada de febrero de 2010.

Durante estos años, Emasa no ha podido hacer uso de los excedentes invernales del río y ha basado fundamentalmente el abastecimiento de la capital en el agua procedente de los pantanos del Guadalhorce, salvo cuando las presas de estos son cerradas para tareas de mantenimiento que ha tenido que recurrir de forma alterna a los embalses del Limonero y Casasola.

Debido al gran volumen de agua que garantiza cuando llueve, el azud de Aljaima se ha convertido en una garantía para la ciudad. La situación de excepcionalidad por la que atravesó Málaga en 2005 debido a la falta de lluvias obligó a recuperar los pozos de la zona para hacer frente a las escasas reservas que almacenaban en ese momento los embalses del Guadalhorce. Su puesta en funcionamiento fue acompañado del acondicionamiento de las bombas, la limpieza de los pozos y la reposición de bombas en algunos de ellos, ya que desde los años 90 habían tenido un uso esporádico y hubo que revisar todo el sistema. El caudal que aportaban era impulsado hasta el canal principal de abastecimiento de Málaga, que por gravedad llega hasta la planta de El Atabal, a través de la estación de bombeo de Aljaima en periodos secos y en verano.

Esta estación fue construida por el Ayuntamiento de Málaga en 1994 y es la más grande que existe en la provincia para el abastecimiento. Ocho bombas de 250 caballos de potencia se encargan de extraer el agua de los pozos a una profundidad de 70 metros. La conexión de la estación de bombeo hasta la red principal se realiza a través de una tubería de 1.400 milímetros de diámetro y 4,5 kilómetros de longitud. Este canal está a 80 metros de altura respecto al río Guadalhorce y a su vez está unido con el río Grande, ya que en invierno suele aprovecharse este agua de gran calidad para ahorrar la embalsada.

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