José Ramón Iturriaga trabaja todo el día inmerso en números, buscando rentabilidades futuras para sus clientes. En 2014 fue elegido como Mejor Gestor Nacional al conseguir que su fondo Okavango Delta FI fuese el más rentable de Europa, con una revalorización del 74,9%. Trabaja para la firma Abante Asesores, un grupo que arrancó en 2002 y que en los años de crisis ha conseguido triplicar su plantilla, hasta los 125 profesionales, duplicar sus clientes, hasta los 5.000 en toda España, y casi triplicar sus fondos gestionados, hasta los 1.855 millones de euros. Iturriaga estuvo en Málaga la pasada semana para dar una charla a inversores locales y concedió una entrevista a este diario.

-¿Cómo es el día a día de un gestor de fondos que mueve, como es su caso, 250 millones de euros de 2.000 inversores?

-Mi trabajo es analizar 60 compañías, saber cuánto pueden ganar en un año normal y, en función de ese beneficio, entender cuánto podría pagar el mercado por ellas. Para eso me leo las memorias, las publicaciones de resultados, hablo con las compañías... Es un trabajo de mucho estudio. Soy como un ratón de biblioteca. Nada que ver con esa imagen estresante de Wall Street.

-¿Y las empresas le suelen decir la verdad?

-[Se ríe]. Al llevar mucho tiempo trabajando y seguir un número reducido de compañías va bien. Si alguien miente ya no la sigo ni invierto.

-¿Siempre analiza las mismas empresas?

-Normalmente. Entra y sale alguna. Ahora he analizado Talgo para salir a bolsa, antes a Aena... Me quedo con el tercio de compañías que creo que van a maximizar el retorno, que es mi objetivo. Elijo las compañías independientemente de lo que pesen en el índice y eso te lleva a rentabilidades diferenciales.

-Además de un análisis pormenorizado, ¿cuál es el secreto para invertir con éxito?

-Tener paciencia. Los dos grandes errores de la inversión en bolsa son la impaciencia y el desconocimiento. Yo descubro valores que están infravalorados, pero eso no se consigue de un día para otro. A lo mejor hay que esperar dos o tres años. El mercado lo suele recoger de forma progresiva.

-Debe ser gratificante ver que se cumple lo que había previsto.

-Es un trabajo 24 horas al día y siete días a la semana. Me he casado con mi mujer y con el valor liquidativo de mi fondo. Es un trabajo muy vocacional porque ha habido años duros y, al final, cuando tus tesis de inversión fructifican sí es gratificante.

-En 2013 obtuvo una rentabilidad del 75%.

-Sí, pero fue algo excepcional y consecuencia de que veníamos de años muy malos. Al final se impone el sentido común. Ha habido muchas tesis apocalípticas, pero los cisnes no son negros.

-¿Es un buen momento para invertir en bolsa otra vez?

-No tengo ni idea de lo que va a hacer la bolsa en los próximos días. Lo que sí sé es que la bolsa, al final, con lo único que tiene correlación, a largo plazo, es con la evolución de los beneficios empresariales y yo tengo mucha confianza en que los beneficios empresariales de las empresas que tengo en cartera se van a recuperar. La bolsa todavía no lo refleja y no sé cuando lo reflejará. Puede ser una buena oportunidad invertir porque la recuperación económica ya está pasando, no es un futurible.

-¿Qué valor recomendaría para invertir?

-En mi fondo [se ríe]. Es un buen momento para apostar por la recuperación del sector inmobiliario. Además, los bancos y compañías de seguro están cotizando tan baratas porque todavía no ha terminado de salir de la ecuación la posibilidad de que el euro se rompa. Colea el tema griego y los bancos están cotizando por debajo de su valor en libros.

-¿Qué nubarrones hay en el horizonte: Grecia, inestabilidad política en España...?

-No hay riesgo político. Tras las elecciones municipales y autonómicas ha bajado porque a finales del año pasado las encuestas daban a Podemos como alternativa de gobierno en España. Hoy, pese a que han ganado o pueden gobernar dos alcaldías muy importantes, el riesgo de que Podemos pueda influir en el gobierno de España es mínimo. A los inversores extranjeros les importa un bledo quién sea la alcaldesa de Madrid o de Barcelona, sino que lo que les preocupaba era que España se convirtiera en Venezuela y eso no va a pasar.

-¿Qué recomienda a los inversores que van por libre?

-Ponerse en manos de profesionales porque aportamos valor, al menos por el tiempo que llevamos en esto. La inversión en bolsa no es una apuesta en un casino, sino que tiene algo mucho más racional detrás. Cuando inviertes en bolsa estás invirtiendo en empresas y desde que el mundo es mundo los resultados empresariales siempre han crecido.