El 19 de marzo, la pequeña de 10 años escolarizada en el CEIP Gregorio Marañón de La Cala del Moral dejó su colegio después de que sus compañeros hicieran una huelga ante las presuntas agresiones e insultos que recibían por parte de esta niña autista. La dejaron sola en clase sin previo aviso. Desde entonces, no ha vuelto y la familia ha sido convocada hoy a una reunión en Educación "en la que esperamos que la Administración desbloquee esta situación que ellos mismos han creado y prolongado en el tiempo", anunciaron en una nota.

Portavoces de la menor afirmaron ayer en un comunicado que la niña tan sólo se ha podido examinar de unos contenidos que no le han sido impartidos por falta de tiempo, ya fue la semana pasada cuando se puso a una profesora de atención domiciliaria a su disposición. Además, agregaron que la madre de la menor, docente de un instituto y de baja médica desde marzo, está siendo "forzada a trabajar por la Delegación de Educación ignorando las consecuencias para su salud". En marzo, acudieron a la Fiscalía para que inicie una investigación por la posible vulneración de derechos fundamentales y el desamparo que la pequeña ha podido sufrir.