mario cortés. portavoz del equipo de gobierno del pp en el ayuntamiento de málaga

"El modelo de Limasa es el peor posible; lo peor de lo público y lo peor de lo privado"

-¿Esperaba que el arranque del mandato fuese tan convulso?

-Esperaba que fuese convulso porque lo partidos que han llegado no son ni partidos. Desde el momento en que tenemos que pactar con Ciudadanos y tenemos que plantearle el modelo de ciudad, cuando no tienen un modelo claro, viene la convulsión, porque tienen que cambiar el chip. Ahora mismo estamos de ajustes. Hay que reconocer que Ciudadanos tuvo visión para garantizar la investidura del PP, pero tiene que buscar su hueco. Vienen de una actitud crítica de cosas que mejorar y se han dado cuenta de que de una manera o de otra están en el gobierno. Porque, en general para toda la oposición, aunque no quieran gobernar y digan que son oposición en el momento en que son capaces de tumbar proyectos están haciendo acciones de gobierno. Ciudadanos se ha dado cuenta en el último Pleno.

-Habla del voto contrario al Polo de Contenidos Digital.

-Me llamó la atención que cuando tumbaron el Polo Digital Ciudadanos y Málaga para la Gente se quedaron la mar de tranquilos, cuando habían tumbado un proyecto de 9 millones de euros. Tanto al PSOE como a Málaga Ahora se les vio cierto interés desde el principio, pero los otros dos no tuvieron ningún remordimiento. Es como si no fuesen conscientes de las implicaciones que determinadas decisiones. Me ha sorprendido gratamente Málaga Ahora.

-Ciudadanos dio su apoyo al PP en el arranque del mandato. Pero ¿pensaba que iba a ser más dócil y cercano?

-Desde los medios y varios sectores se le criticó que pactase con Paco de la Torre. Fruto de ese acuerdo se han realizado los recortes más grandes que recuerdo en el Ayuntamiento. Aquellos que decían que De la Torre se los había llevado al huerto... Pues menuda forma de llevárselos al huerto. Nos ha costado el prescindir de muchos compañeros que hacían un trabajo necesario y de reducir el sueldo a seis gerentes de los que vamos a prescindir. También hay elecciones. Hay que tener en cuenta que su electorado es principalmente del PP y tienen que separarse si pretenden tener un buen resultado en las generales.

-¿Se puede pensar en un cambio de discurso tras las generales?

-Tienen una postura muy difícil. Porque muchos han votado a Ciudadanos como un toque de atención al PP, con lo que tienen que tener un movimiento muy fino para que no vuelvan a nuestro partido. Tienen un doble juego complejo. Lo han hecho bien en los pactos, buscando el término medio, en la Junta con el PSOE y en el Ayuntamiento con el PP. Pero en el día a día no pueden ni apoyarlo todo ni rechazarlo todo. Están en esos ajustes.

-¿Cree factible que Ciudadanos pase a formar parte del equipo de gobierno tras las generales?

-Es una posibilidad, pero dependerá mucho de los resultados. Si el PP pacta con Ciudadanos a nivel nacional y Albert Rivera entra en el Gobierno puede abrir la puerta a que Ciudadanos entre en los gobiernos del PP; si es con Pedro Sánchez como presidente, abrirá la puerta del PSOE.

-¿Con una posible moción de censura contra De la Torre?

-Eso lo descarto, porque los vecinos no aprueban estas fórmulas extrañas de cinco partidos contra uno. Tendría sentido si Ciudadanos tuviese mayoría con el PSOE. Las cosas antinatura al final explotan. La euforia del cambio luego se traduce en la euforia del gobierno, que es más de fajarse en el día a día y hay cuestiones básicas sobre, por ejemplo, cómo gestionar Limasa. La mitad del Ayuntamiento apuesta por un modelo 100% público; el PP ahora apuesta por un modelo mixto, que no le gusta ni a los partidos de izquierdas ni a Ciudadanos. Es en este asunto en el que vamos a tener el primer debate ideológico en el Ayuntamiento.

-¿Ustedes no acaban de desvelar cuál es su modelo?

-Ahora no tenemos por qué tener un modelo claro porque está condicionado por el resto de grupos. Primero habrá que hacer los estudios sobre el modelo más factible y con todos veremos a los acuerdos a los que se llega. Consensuar el modelo significa que la oposición también será responsable de lo que se haga.

-Por lo que le oigo, están encantados no teniendo mayoría absoluta...

-Para temas de calado, donde hay multivariables, sí. Porque antes, desde la oposición, era muy fácil criticar al Ayuntamiento; ahora, no, ahora hay que consensuar las medidas con todas las partes.

-Pero, ¿hay equipo de gobierno?

-Claro, porque las decisiones del día a día las tomamos nosotros. Por qué estamos cómodos con Ciudadanos? Porque ideológicamente compartimos más cosas que con el resto.

-Pero el primer gran acuerdo lo han tenido con el PSOE.

-Es un proyecto más político. Es verdad que dentro de una apuesta por el modelo tecnológico, que no es del PP, sino de Ciedes.

-Decía que el 24-M el PP recibió un toque de atención. ¿Merecido?

-Por supuesto que se podían haber hecho mejor las cosas. No me cabe duda de que el asunto del agua nos ha pasado factura, pero porque ha habido mucha demagogia barata. Llegó un momento en que parecía que el agua le subía a todo el mundo, cuando un 70% se beneficiaba. En el momento en que se politiza el asunto es muy difícil lanzar las bondades de la tarifa. No fuimos suficientemente hábiles para darnos cuenta de la trascendencia que tenía. Y la oposición sí lo fue y lo rentabilizó.

-¿De quién es la culpa?

-De todos. Yo como portavoz estoy para ver esas cosas. Tengo que anticiparme a las críticas que pueda haber. No caímos bien. Fuimos lentos en reaccionar. Ingenuos en pensar que las bondades de la tarifa iban a salir por sí solas. Otro tema, la limpieza. No hemos sido capaces de encontrar el encaje para cambiar la percepción ciudadana cuando nos gastamos más de 80 millones todos los años. Claro que Málaga se puede mejorar, pero tampoco todo es un desastre.

-Gastando más de 80 millones no parece razonable que ese conflicto se mantenga sin solución.

-Esa es la clave. La pregunta no es si Málaga está sucia o limpia, sino si con más de 80 millones al año puede estar más limpia.

-¿Y puede?

-Entiendo que sí. Pero tenemos una irresponsabilidad política enfrente. ¿Cómo te puedes plantear un cambio de modelo si la oposición está a la que salta intentando echarte encima a los domingueros, a los eventuales, a la plantilla...? Si la oposición hubiese sido leal hace años que hubiésemos arreglado el problema de Limasa, con total garantía.

-Da la impresión de que el talante que muestran ahora no lo tenían con la mayoría absoluta.

-El ejemplo son los plenos. ¿En qué Pleno del mandato pasado no ha venido un colectivo de limpieza a quejarse por algo? No puedes un día venir a apoyar a los domingueros y al siguiente a los eventuales.

-En el último Pleno, en un gesto de sinceridad, el concejal de Medio Ambiente le puso un 4 a la limpieza en verano.

-Yo no asumo eso. Creo que pecó en exceso de negatividad. Eso es dejarse impregnar de las corrientes...

-Tampoco valoró bien al gerente de Limasa, Rafael Arjona.

-La pregunta que yo hago es si un gerente nuevo, con el modelo de gestión que tenemos...

-¿No le parece que sea el modelo adecuado?

-No, sinceramente. Que una empresa privada tenga la mayoría de una empresa que luego gestiona el Ayuntamiento es raro. O es pública o es privada. Creo que el modelo de Limasa es lo peor del sistema privado y lo peor del sistema público. Tenemos los vicios de ambos casos; es el peor modelo posible.

-Hablábamos de las consecuencias de las elecciones.

-Tampoco fuimos hábiles con lo del Catastro, que dio lugar a lo del catastrazo... Todo eso ha ido minando la confianza en el equipo de gobierno; eso aderezado por una situación no proclive a la marca PP. La gente que ha votado en clave local ha sido guiada por la política sucia que ha hecho la oposición. Hemos tenido errores que han dado pie a la oposición a machacarnos.

-¿Hasta qué punto de Paco de la Torre es causa de los resultados?

-Es innegable el efecto de gobernar en tiempos de austeridad. Pero la pregunta es ¿con otro candidato hubiésemos conseguido mejores resultados? Totalmente no. El eslogan de Paco de la Torre sí estaba claro. En la campaña de las autonómicas mucha gente nos decía que no votaría al PP, pero a Paco de la Torre, sí. ¿Había otro candidato posible? No. El apoyo que mantiene en la ciudad sigue siendo amplio. Su figura está consolidada. Era el mejor que podíamos presentar, el que más garantías de poder ganar. El objetivo de un partido es ganar para poner en marcha sus propuestas. Por eso se apostó por el que mejor resultado podía lograr. Y se le pidió.

-¿Pero él tenía dudas?

-Me tomé en serio cuando decía que lo estaba meditando. Y le dije al alcalde que tenía que presentarse sí o sí porque era el único que podía garantizar que ganásemos las elecciones.

-¿Que Elías Bendodo fuese número 2 en la candidatura le perjudicó a De la Torre, como ha llegado a decir?

-No. Es absurdo. Ese ya fue el discurso de Conejo hace cuatro años, cuando hablaba de Bendodo como el tapado. Es cierto que nos obligó a afianzar en la campaña la idea de que Paco de la Torre se iba a quedar los cuatro años. Los colectivos nos preguntaban eso, que si se iba a ir. Y el alcalde les decía que no. Tenía que repetirlo una y otra vez. Era una respuesta a las críticas del PSOE, que daba a entender que no se votaba a De la Torre sino a otra persona. La estrategia caló, porque la edad del alcalde invita a eso.

-¿La lógica política hace pensar que es el último mandato de De la Torre?

-Hablaría de la lógica de la naturaleza. Pero hay precedentes. ¿Es imposible que siga Paco de la Torre? No. ¿Es poco probable? Evidentemente. Habrá que preguntarle a él. Lo mismo dice que ya ha cumplido lo que le pidió el partido. Pero es una decisión muy personal que tiene que tomar él.

-¿Es imposible pensar en una salida del alcalde antes de acabar el mandato?

-Tiene un compromiso de investidura.

-¿Y en el supuesto de que no continúe, cuándo ha de abrirse el debate en el partido?

-El debate tiene que iniciarlo el propio alcalde. Cuando tome la decisión de si quiere o no presentarse dentro de cuatro años. Si el alcalde decide no volver a presentarse debería comunicarlo porque una transición de este calado no se hace en dos días. Una cosa es que el alcalde siga siéndolo, y otra que si no opta a la reelección haya que empezar a visualizar un nuevo candidato. Es una cuestión de supervivencia del propio partido. Si tenemos la temeridad de llegar a unas elecciones municipales con un candidato nuevo, que la gente no conoce, perderíamos la ventaja que tiene un partido que gobierna. Este mandato requiere que el alcalde en su momento decida si se va a presentar, porque necesitamos tiempo para vender un relevo y eso tiene que ser con cabeza, meditado, suave.

-¿El relevo es Elías Bendodo?

-Es una de las opciones. Tiene un grado de conocimiento mayor. Pero es una decisión que tomará el partido en su momento. Quizás Elías tenga otras aspiraciones que ser alcalde. Parece que puede ser el mandato del relevo, pero es una decisión que tiene que tomar el alcalde. Si es que no, ha de haber un periodo de transición lo suficientemente amplio para posicionar a esa persona en la sociedad. El candidato no nace, sino que se va haciendo.

-Que no pase como ocurrió con el PSOE y Pedro Aparicio.

-Efectivamente. Cualquier empresa seria tiene que hacer un debate consensuado, sin ningún tabú, porque las cosas hay que hablarlas con seriedad porque hablamos del futuro de Málaga. Pero eso no tiene nada que ver con que De la Torre siga o no al frente de la Alcaldía.

-¿Tienen claro por dónde quieren que vaya este mandato?

-El cambio dado en los últimos años es fruto de un trabajo diseñado y ejecutado. Todos los proyectos que tenemos ahora que empiezan a ver la luz, la llegada de inversores... Todo está preparado y listo para que lleguen los inversores. Ahora es la oportunidad porque el resto de ciudades grandes están sufriendo los cambios tras las elecciones municipales. Es una oportunidad de oro para Málaga. La pregunta es si el resto de partidos lo ve como nosotros. Pero si empezamos diciendo que por encima de la ronda no se edifica, cerca de la costa tampoco... El modelo está consensuado con la sociedad a través de Ciedes. Tenemos las parcelas preparadas, las líneas estratégicas... Si nos dejan pueden ser los mejores cuatro años de los últimos 40 de la ciudad. O nos damos cuenta de que tenemos una oportunidad de oro o nos volverán a adelantar. Pero el que haya habido cambios tan convulsos en esas ciudades nos beneficia, pero hay que transmitir seriedad. La imagen que hemos dado el PP y el PSOE con el Polo Digital transmite seriedad.

-Usted no formó parte de la negociación del pacto de investidura; tampoco de las negociaciones con el PSOE por el Polo Digital. ¿Le molestó?

-El alcalde es una persona a la que le gusta llevar los temas personalmente. Somos soldados a las órdenes del general. Al principio me sorprendió no participar en las negociaciones con Ciudadanos, pero con el tiempo entendí que era una especie de petición porque estaban más cómodos con un perfil técnico que en un político.

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