Málaga

Los 'Dalton' de Portada Alta

  • Con cuatro atracos a bancos, la meticulosa banda de hermanos se ha podido embolsar casi 500.000 euros Llegó a vigilar 40 entidades

Meticulosa, astuta, sumamente cauta. Así era la banda criminal de los cuatro hermanos de la barriada de Portada Alta que atracaba bancos en distintos puntos de la geografía española y que el pasado día 18 fue desarticulada por la Policía Nacional tras una operación iniciada hace algo más de un año en la Comisaría Provincial. Se les acusa de haber cometido cuatro asaltos: uno en Sevilla, con un botín de 165.000 euros, otro en Estepona y dos en la capital. Después de tantear al menos 40 sucursales, según las imágenes recogidas por los investigadores durante su vigilancia, se calcula que han podido embolsarse cerca de 500.000 euros.

La historia de estos hermanos, émulos (más avispados) de aquellos Dalton que perseguía sin descanso Lucky Luke, tiene como protagonista al mayor de ellos, de 34 años. Afincado en Fuengirola con su mujer y su hija, de 3, matriculada en un colegio elitista, es considerado el cabecilla del resto del grupo, subyugado por el dinero fácil y los éxitos obtenidos en sus saqueos.

Nadie de su entorno habría sospechado que aquel padre de familia, comprometido con sus estudios de Derecho a través de la UNED, compaginaba la preparación de los exámenes en la biblioteca con la exhaustiva vigilancia de bancos. Era, supuestamente, el líder intelectual. Dirigía, organizaba y daba instrucciones al resto. Ya había estado en prisión.

Sólo a uno de los implicados se le conocía oficialmente una fuente de ingresos: había comenzado a trabajar hace dos meses en un rent a car. El tercer hermano acababa, como el segundo, de tener otro hijo, mientras que el pequeño, de 22 años, continuaba viviendo en Cártama con sus padres.

El grupo de atracos de la Comisaría Provincial de Málaga no recuerda, a excepción del robo millonario de joyas en El Corte Inglés de Puerto Banús, una investigación tan extensa. Fue en 2013 cuando el responsable, Javier Pérez, se hizo cargo de la unidad y fijó su atención en el autor de dos asaltos que tiraba siempre del mismo modus operandi. “Abordaba a los empleados en el exterior del banco a la hora de la apertura. Actuaba con mucha sangre fría y profesionalidad al solicitar a los trabajadores la activación de los retardos de la caja fuerte”, recuerda.

El robo de 90.000 euros protagonizado por dos individuos trajeados con un pasamontañas se sumaba a otro en Estepona, en el que lograron 100.000. Unos apuntes de inglés hallados en la mochila de uno de los atracadores en un robo frustrado supuso el verano de 2014 un punto de inflexión para la investigación, basada en un minucioso trabajo de campo. El caso llegó al Juzgado de Instrucción Número 1 de Estepona, que terminó archivándolo.

Los agentes desplegaron el pasado mes de mayo un dispositivo de seguimiento. Los hermanos y el cuñado de los autores hacían vigilancias en numerosas entidades de la provincia. “Salían a las 6:15. Se posicionaban frente a un banco. Algunos iban vestidos de obreros con sus neveras. Hasta tenían notas excusatorias por si la Policía les preguntaba. Vigilaron durante tres semanas de 6:30 a 9:00 una entidad de San Pedro Alcántara y llegaron a avisar de un robo para calcular el tiempo de reacción. Utilizaban manos libres para comunicarse. Ante el más mínimo riesgo, abortaban la actuación”, detalla el jefe del grupo de atracos.

Otro de sus posibles objetivos fue Barcelona. Subieron y bajaron en coche en 24 horas para controlar una sucursal. Fue a partir de julio cuando comenzaron a desplazarse a Madrid, desde donde también colaboró en las indagaciones la unidad central y provincial de la Policía. El día 18 de agosto, el golpe parecía inminente. Uno de los asaltantes vigilaba en una parada de autobús junto al banco que pretendían desvalijar. Los otros tres aguardaban con un revólver detonador la llegada del primer trabajador del banco en un local contiguo tras realizar un butrón. “En prevención de que le pudiera ocurrir algo a los empleados, había un dispositivo organizado con el GEO. Se dieron instrucciones desde Málaga para que entrara”, destaca Pérez.

Los cuatro se tiraron al suelo sin oponer resistencia. Ahora están en prisión. El día 25, otro hermano más y un amigo en común fueron también arrestados por su presunta vinculación con los hechos, aunque ya han sido puestos en libertad. El responsable del departamento de atracos destacó la implicación del dispositivo desplegado en Málaga, formado por 10 personas, y la del resto de grupos que también colaboraron. 

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