Málaga

Pasajeros en retirada

  • Cientos de turistas regresaron ayer a sus países por el fin de vacaciones El aeródromo vivió una intensa jornada

Natalia Levrelova y sus amigos se marchaban ayer a su ciudad, Pádova (Italia). Aunque ella vivió durante diez años en Nerja, donde se dedicó a la hostelería, este verano ha vuelto a la Costa del Sol, pero de vacaciones y para enseñar a sus amigos las "maravillas de esta tierra". Todos coincidían en irse "encantados con el clima y la hospitalidad malagueña". Mientras portaban sus maletas en dirección a la puerta de embarque, añoraban con una sonrisa la ruta de la tapa que hicieron en Frigiliana, los paseos por el centro de Málaga o el día que subieron a Gibralfaro. "A pesar de ser italianos, nos vamos muy contentos con el café de Málaga", bromeaba uno de ellos.

La familia de Nicky Parker partió hacia Manchester el pasado jueves. Ella lo hacía ayer por la tarde tras permanecer en Málaga tres días más para "aprovechar del verano en su apartamento de Cala de Mijas", donde dice estar encantada. "Llevamos viniendo varios años seguidos y nos conocemos la provincia de cabo a rabo. Hay un lugar por el que tenemos devoción: Mijas pueblo", confesaba la británica antes de partir.

También de Manchester es Scott Hankins que, junto a su familia, abandona Málaga tras pasar aquí dos semanas por segundo año consecutivo. "Les fascinó", su estancia el verano pasado en Nerja y por ello repiten. "Montañas y playas hacen una mezcla para que éste sea un lugar perfecto para venir en cualquier época del año", explicaba el británico, que también apuntó que le "encanta conducir y que las autopistas de Málaga son ideales para ello".

Sam, Alex y Anthony, de Londres, no han estado de vacaciones, pero como si lo hubieran estado. Son bármanes en eventos privados como bodas y fiestas en casas de particulares. Han residido durante el mes de agosto en Puerto Banús, donde uno de ellos posee un apartamento. "Todos los veranos venimos a realizar este tipo de trabajos. No somos famosos pero tenemos bastante demanda", confesaban mientras esperaban que apareciese su vuelo en el monitor.

"Con este clima y esta gente, volveremos muchos años más", aseguraba una familia de procedencia alemana -otra de las nacionalidades que más se dejaban ver ayer por el aeródromo-, que ha disfrutado de su primera semana de vacaciones en Málaga. "Sólo hay una cosa que no nos gusta de Málaga: las medusas", comentaba Caítzin.

Muchos vecinos franceses también aprovecharon las vacaciones para conocer la Costa del Sol. Francisco y Diren, parisinos, aseguran irse "muy encantados" y explican que eligieron este destino porque "es asequible para su bolsillo". Durante una semana alojados en Torremolinos dicen haber "disfrutado de las playas y la fiesta".

El aeródromo también fue ayer un punto de conexión entre los veraneantes y otras ciudades andaluzas. Como era el caso de los alemanes Martin y Maia, que han pasado diez días en Conil de la Frontera, o de una pareja de belgas, que estuvo el pasado fin de semana en Granada.

Eran los pasajeros en retirada del último domingo de agosto.

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