Málaga

Solicitan atención escolar en casa para la niña con autismo de Rincón, que sigue sin colegio

  • Los padres lo han pedido para cubrir las necesidades educativas de la menor hasta que la Junta le asigne un centro con "garantías"

Han pasado casi dos semanas desde que se iniciaron las clases en Primaria y la niña con autismo de Rincón de la Victoria, que debería estar matriculada en quinto curso, continúa en casa. Los padres han solicitado a la Consejería de Educación acompañamiento escolar domiciliario para la menor, ante la falta de acuerdo para escolarizarla en uno de los centros que les ofrecieron desde la delegación provincial, dado que no les han garantizado por escrito que alguno de esos colegios disponga de los recursos necesarios para cubrir las necesidades de la pequeña.

El acompañamiento escolar domiciliario es una medida que contempla Educación dirigida a posibilitar el proceso educativo en alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo que por razón de enfermedad y por prescripción médica no puedan asistir a su centro educativo durante un período prolongado de tiempo, por lo que en principio la menor cumple los requisitos mientras se soluciona su situación. La niña no asiste a clase desde marzo por recomendación médica y la madre recuerda que su hija "necesita unas condiciones de reescolarización que por ahora ni se han estimado".

Por el momento no tienen una respuesta por parte de Educación ni tampoco tienen conocimiento de que se haya iniciado procedimiento alguno por absentismo, algo que se temían después recibir un escrito en el que se les recordaba la obligatoriedad de que la niña estuviera matriculada en un centro escolar antes que se iniciaran las clases. El escrito estaba dirigido al abogado de la familia y provenía del colegio al que la niña ha estado asistiendo hasta el pasado mes de marzo, el Gregorio Marañón de La Cala del Moral. En el mismo se indicaba que "siguiendo las instrucciones de la Delegación Territorial de Educación y atendiendo a la normativa vigente" se les recordaba a los padres que la menor no estaba matriculada en ese ni en ningún otro centro de la provincia.

La pequeña dejó de acudir a clase después de que los padres de sus compañeros iniciaran una huelga -previa comunicación a la dirección del centro- ante las presuntas agresiones por parte de la menor; por lo que no llevaron a sus hijos a la escuela, dejando a la niña sola. Los médicos aconsejaron entonces que la niña dejara el colegio. La familia lucha desde entonces para que se le asigne un colegio que disponga de los recursos necesarios para atender a la niña y lo único que exigen es que esas garantías, además del plan de reincorporación para la menor, se las trasladen por escrito, algo que no se ha producido para ninguno de los cuatro últimos colegios que Educación les ha ofrecido, dos bilingües en Rincón de la Victoria, y otros dos fuera del municipio.

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