Entre 27 y 30 euros cuesta una sesión de tratamiento de una hora de atención temprana, según cifran los profesionales y entidades del sector. Sin embargo, la Junta de Andalucía la paga a poco más de la mitad, a 16,87 euros. Así se recoge en el acuerdo marco que entró en vigor el pasado 1 de julio, que ha supuesto la liquidez por la que los centros venían luchando desde hace años, ya que ahora cobran mes a mes y no mediante el sistema de subvenciones a año vencido, pero que ha llegado con carencias manifiestas. La Plataforma de Atención Temprana de Andalucía muestra su desacuerdo con la aportación económica y el pliego de condiciones del acuerdo que estipula el número de sesiones en función del tipo de trastorno y no del niño "y que no contempla el multitrastorno", comenta Antonio Guerrero, portavoz de la plataforma.

Por otro lado, este acuerdo les ha sacado de una situación que "era insostenible, había que cambiar hacia un sistema de concierto, para facturar mes a mes e ir cobrando", explica Domingo Collado, presidente de la Asociación de Centros de Atención Temprana de Málaga (ACAIT). Collado reconoce que "entró en vigor el 1 de julio con carencias que tenemos detectadas y que ya hemos reivindicado a la Administración" y destaca que siempre "ha habido diálogo abierto con la Junta". El precio, la categorización de sesiones en función del trastorno y que no se contemplen los trastornos asociados son los tres puntos más negativos que ACAIT considera del acuerdo. Sin embargo, destaca que no hay por el momento ninguna plantilla que no cobre en los 12 centros asociados de la provincia, en los que unos 70 profesionales atienden alrededor de 1.200 niños.

"Lo que está claro es que el coste designado de la sesión no cubre los costes totales y reales de una sesión de terapia", agrega Collado, que también subraya que hay lista de espera en los centros por la poca rotación de las plazas. "Venimos pidiendo que no podemos estar en horquillas cerradas, tenemos que poder evaluar al niño por todas sus necesidades, con técnicos e informes de diagnóstico y el acuerdo de la Administración y que se paguen las sesiones que necesite el pequeño, está claro que la situación es mejorable, pero hemos avanzado mucho", dice el presidente de ACAIT y demanda que la atención temprana pueda entrar en los colegios para hacer una actuación coordinada con el alumno.

Desde la Plataforma de Atención Temprana de Andalucía, muestran un panorama más sombrío. "Los padres tienen que recurrir a centros privados para atender el multritrastorno, pero el copago está prohibido en el acuerdo, por lo que hay un copago encubierto", dice Antonio Guerrero y asegura que trastornos como el autismo, "que necesitaría unas cuatro o cinco sesiones semanales, en la práctica se le están dando dos". Las familias denuncian también que "la sintomatología leve no se está atendiendo". Guerrero sostiene que las entidades firmaron el acuerdo marco "porque de no ser así no podían ofertar plaza pública, no podían atender a los niños y los dejarían en la calle, aunque ahora se dan cuenta de que es absolutamente inviable. No pueden vivir con lo que les pagan, por lo que hay un grave riesgo de que el sistema colapse".