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Málaga

Cementos Goliat emite el 70% de los gases de la industria malagueña

  • Los gases de efecto invernadero que expulsa la cementera, aunque están por debajo del cupo autorizado por Medio Ambiente, superan a los de los 320.000 vehículos diarios de las carreteras de circunvalación

Los tubos de escape de los coches son el principal foco de contaminación atmosférica en Málaga. El millón de vehículos matriculado en la provincia genera anualmente 1,9 millones de toneladas de CO2, de acuerdo con los cálculos del delegado de Medio Ambiente de la Junta en Málaga, Ignacio Trillo. Mientras, las 15 industrias más contaminantes de la provincia en el peor de los casos podrán expulsar al aire este año hasta 1,1 millones de toneladas de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, este no es un panorama homogéneo. El 70% del CO2 que genera la industria malagueña procede de un único punto: La Araña. La cementera del grupo Financiera y Minera emitió el año pasado 703.912 toneladas de dióxido de carbono, volumen que durante este ejercicio podrá elevar por encima de las 824.000 toneladas.

Este volumen de CO2 sobrepasa el caudal contaminante de todos los vehículos que a lo largo del año atraviesan las rondas de circunvalación de la capital.

Tráfico estima el movimiento medio de automóviles en las rondas Este y Oeste en 320.000 coches. Si se aplican los parámetros que utiliza la Delegación de Medio Ambiente en sus cálculos (14.000 kilómetros anuales por vehículo, con una emisión media de 140 gramos de CO2 por kilómetro) se puede establecer la contaminación de estos vehículos en 627.000 toneladas de gases contaminantes cada año.

La cifra es preocupante pero, aún así está por debajo de las más de 700.000 toneladas de dióxido de carbono que el Ministerio de Medio Ambiente certificó el año pasado que habían salido de La Araña y de las más de 800.000 que tiene autorizado expulsar a la atmósfera durante este ejercicio.

Pese a la voluminosidad de los números, Financiera y Minera ni siquiera agotó el año pasado su cupo contaminante. El plan nacional de emisión de derechos de gases con efecto invernadero, que controla las industrias más contaminantes para cumplir con las exigencias del protocolo de Kioto, autorizaba en 2007 a la cementera de La Araña a emitir 813.928 toneladas de CO2 o gases equivalentes, sin embargo, la emisión real se redujo a 703.912 toneladas, un 13,5% menos de lo permitido.

El delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, recuerda que pese al volumen de gases de efecto invernadero que proceden de la cementera de La Araña estas instalaciones cumplen a rajatabla los cupos establecidos por la Administración. "Los controles son permanentes y si hubiera algún elemento fuera de lo permitido estaría cerrada". Es más, Trillo recuerda que la compañía tiene en ejecución un plan de inversiones, valorado en 100 millones de euros, para anticiparse al recorte de emisiones de CO2 y gases equivalentes que previsiblemente se aplicará a partir de 2012.

El hasta ahora director de Comunicación de Financiera y Minera, que acaba de ser nombrado responsable del negocio de la compañía en Puerto Rico, Francisco Bravo, explica que las emisiones de la cementera son lógicas en el sector industrial y vincula el que llamen la atención porque esta es una de las "últimas" industrias que quedan en la provincia. Además, matiza que Málaga consume muchísimo más cemento del que se produce en La Araña "que se fabrique donde se fabrique produce emisiones que van a la atmósfera".

Tras cerrarse el acuerdo de Kioto para reducir la expulsión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, considerados responsables del cambio climático, el Gobierno implantó un plan para limitar la emisión de las industrias más contaminantes. En Málaga se incluyeron 15 industrias, que el año pasado lanzaron al aire 996.245 toneladas de dióxido de carbono, por debajo de las 1,11 millones de toneladas autorizadas. Además de la cementera de La Araña figuran diez ladrilleras, la planta de biomasa de Fuente de Piedra, la de ciclo combinado de Villanueva de Algaidas, la cervecera San Miguel y la antequerana Energía IDM.

Todas estas empresas consiguieron el año pasado que el Ministerio de Medio Ambiente validara su volumen de contaminación, si bien tres de ellas tuvieron que acudir al mercado para comprar derechos de emisión o compensarlos con los de otras plantas de la misma compañía. En estos supuestos se encuentran la ladrillera de Alameda AG Tecno Tres que dobló de largo el cupo previsto, Becosa, que superó en 8.000 toneladas las emisiones inicialmente autorizadas para su planta de Fuente de Piedra, y Gargamel, ladrillera de Campanillas que también superó sus emisiones en algo menos de mil toneladas.

En noviembre del año pasado el Consejo de Ministros aprobó el plan que controlará la salida de dióxido de carbono en las industrias más contaminantes desde este año y hasta 2012.

Para el actual ejercicio se contempla un volumen autorizado máximo de 1,14 millones de toneladas que suponen un incremento cercano al 3% respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero permitidas en 2007 y casi del 15% respecto a las que realmente se produjeron el año pasado. Como novedad, se ha incorporado un cupo de 10.000 toneladas para la planta de biomasa Extragol.

La mitad de las ladrilleras han visto reducido su cupo de CO2, mientras que, por el contrario, Financiera y Minera será la empresa que más podrá elevar su volumen de gases contaminantes, hasta alcanzar los 824.157 toneladas durante este año.

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