Dos departamentos municipales que apenas se cruzan comunicaciones en un proyecto que implica a ambos; una inauguración anunciada que acaba transformándose en una presentación; un promotor que a marchas forzadas y durante la madrugada busca el aval definitivo para abrir las puertas al público al día siguiente... Elementos que forman parte del relato de los hechos ocurridos en los últimos días de la pasada semana y en la trastienda de la no inauguración del nuevo mercado gourmet de la Merced.

La intrahistoria vivida en el seno de la Casona del Parque, que acaba el sábado por la mañana con un informe de Bomberos impidiendo la apertura al público del nuevo espacio comercial, hunde sus raíces unas 19 horas antes. Alrededor de las 17:00 del pasado viernes, un grupo de técnicos municipales, entre los que, según fuentes consultadas, estaban el director general de Alcaldía, Manuel Jiménez; el gerente de Urbanismo, José Cardador, y el director general de Comunicación, Jesús Espino, acuden al inmueble para comprobar in situ las condiciones en las que se encontraban los trabajos de adecuación. La visita culmina, apuntaron las fuentes, con una conclusión clara: "el mercado no presentaba las condiciones para ser inaugurado".

Asumida esta realidad, la toma de la decisión se acelera y un par de horas más tarde es el propio Jiménez, mano derecha y hombre de confianza de De la Torre, quien da el paso. "Sobre las 19:00 se le comunica desde el Ayuntamiento al concesionario que no se iba a expedir ninguna autorización", precisaron las fuentes. Es decir, se pone coto a la idea del promotor de poder abrir al día siguiente a la clientela.

Una idea que la concesionaria había estado trasladando hasta el mismo viernes al Consistorio. "Lo que decía es que tenía el compromiso de Bomberos de que se iba a emitir un informe favorable condicionado", apuntaron las fuentes. Incluso, tras recibir la respuesta municipal, los empresarios se movieron en el intento de poder solventar los escollos detectados por el cuerpo de seguridad. Para ello, como reconoció uno de los promotores, se trabajó durante la madrugada del sábado, con la esperanza de que a la mañana siguiente Bomberos emitiese el informe favorable. Un extremo que no se dio.

Pero, advertida por parte de la Gerencia de Urbanismo la imposibilidad de llevar adelante un acto de inauguración, ¿cuál era la salida que se podía dar para el evento previsto en la noche del viernes y al que habían sido invitados varios cientos de personas? Es en ese punto donde entra en juego la búsqueda de una coartada mediante la que mantener tan significativo evento. La respuesta que se da desde el área de Promoción Empresarial es sustituir "inauguración" (palabra que se incluía en las invitaciones remitidas por el servicio de Protocolo del Ayuntamiento a los concejales de la Corporación) por "presentación".

El matiz lingüístico, al que se viene agarrando el alcalde desde principios de semana para justificar el proceder municipal, tiene efectos claros, por cuanto la celebración de una "presentación" no requiere, según otras fuentes consultadas, de informe alguno por parte de Bomberos. "Es como si se celebra un acto en un edificio privado; sobre ello Bomberos no tiene nada que decir", indicaron.

El Consistorio, en una nota remitida el pasado sábado, informando de que se impedía la apertura del mercado a la espera de que los promotores acreditasen toda la documentación en materia de seguridad, acabó por precisar que el acto del viernes disponía de autorización del Promoción Empresarial y del Empleo, pero "estrictamente para su presentación".

Y el propio alcalde se reafirmaba ayer en esta línea argumental. "Como no se podía inaugurar, no se inauguró; no estaba hecho lo que Bomberos había dicho que tenía que hacerse; no podía estar abierto al público sin que se hiciese lo que pidió Bomberos", expuso.