Málaga

El importe medio de las becas cae 500 euros y retrocede a los niveles de 2008

  • El régimen de ayudas que se implantó en 2012 ha supuesto una caída del importe del 20%

El nuevo régimen de becas que implantó el Ministerio de Educación en el curso 2012/2013 ha rebajado el importe medio de las becas en la Universidad de Málaga en 546 euros. Los becarios de 2011 recibieron un promedio de 2.700 euros en ayudas, mientras que el año pasado el importe se redujo a 2.160. Estos resultados significan que los becarios de la crisis reciben ayudas solo comparables a los de hace seis años.

La Universidad de Málaga tuvo el año pasado 12.574 becarios, la cifra más alta de la historia, cota que se explica sólo por el impacto de la crisis en la economía de las familias. Sin embargo, las cuantías medias que reciben los alumnos se retrotraen a las que existían en 2008 (2.164 euros), y suponen descenso del 20% respecto a 2011, el último curso con el anterior régimen de ayudas al estudio.

Estos registros se producen a pesar de que el curso pasado supuso un cierto alivio. Según los datos que maneja el Vicerrectorado de Alumnos de la Universidad de Málaga, la beca media subió 100 euros respecto al año anterior (2.060 euros por alumno).

En conjunto, en el curso 2014/2015 el Ministerio de Educación destinó 27,1 millones de euros para atender tanto la parte fija como la variable de las becas de la Universidad de Málaga. Esta cifra supone 1,6 millones más que el curso anterior (25,5 millones), pero 3,3 millones menos que en 2011.

Si el sistema de becas no se hubiera modificado, el Gobierno habría tenido que desembolsar 34 millones de euros para atender a los 12.574 becarios que tuvo la UMA el curso pasado, en lugar de 27,1 millones. Es decir, la nueva política de becas ha supuesto un ahorro de casi 7 millones de euros.

El nuevo sistema de ayudas al estudio comprende una parte fija y otra variable. La cuantía fija está ligada a la renta y a la necesidad del estudiante de cambiar de residencia para acudir a la universidad. Los alumnos que cumplan los requisitos académicos (aprobado general o entre 6 y 6,% de media) y económicos (ingresos globales de 13.909 para una familia de cuatro miembros) podrán lograr por cada uno de estos conceptos una ayuda de 1.500 euros.

La cuantía variable se establece una vez asignados los importes fijos. El dinero sobrante se distribuye entre los alumnos de enseñanzas medias y universidad atendiendo a la renta familiar, la nota media del solicitante, la nota media de los becarios que aceden a estas ayudas por área de conocimiento y el número total de beneficiarios.

La introducción del concepto variable es el responsable del significativo descenso que han experimentado las ayudas al estudio desde 2012, una redistribución de los recursos que ha perjudicado especialmente a los estudiantes con menos recursos. Hasta el curso 2011/2012, los alumnos que debían estudiar fuera del domicilio y procedían de familias con recursos bajos podían optar a ayudas por movilidad (importe máximo 3.000 euros) y por renta (cuantía máxima 3.000 euros). Es decir, podían conseguir una beca de hasta 6.000 euros. Por ejemplo en 2010 había en la Universidad de Málaga 249 estudiantes en estas condiciones que recibieron de media 4.700 euros.

Otro de los efectos del régimen de becas actual es el retraso con el que los alumnos conocen la cantidad total que obtendrán porque la parte variable no se calcula hasta muy adelantado el curso.

Por otra parte, las ayudas al estudio que cubren las tasas académicas de los becarios de la Universidad de Málaga superaron el curso pasado los 8 millones de euros, la cifra más alta hasta ahora registrada. Este es un efecto directo de las dificultades económicas que sufren las familias, porque a pesar de los bajos niveles de renta que se tienen que acreditar para optar a una ayuda pública la cifra de becarios ha crecido con pocas excepciones desde 2008. Estas circunstancias explican que el importe global de las matrículas becadas en Málaga por el Ministerio de Educación haya pasado de seis millones (799 euros por alumno) en 2008 a 8,1 millones (648 euros por becario).

El nuevo escenario de las ayudas al estudio se cierra con la obligación de devolver los importes recibidos cuando no se alcancen determinados objetivos académicos. Los becarios están obligados a devolver el importe cuando no superen el 50% de los créditos.

Este abanico de condiciones ha provocado un incremento de las matrículas anuladas por impago en todas las instituciones académicas públicas. La cifra de alumnos que han perdido la matrícula ha crecido desde que comenzó la crisis y de forma exponencial desde que el 2012 se introdujo el nuevo sistema de ayudas. Por ejemplo, en la Universidad de Málaga el número de estudiantes que han tirado la toalla y no han abonado las tasas desde que las dificultades económicas se hicieron patentes en el curso 2008/2009 supera ya los 6.200.

Las condiciones restrictivas para acceder a ayudas públicas han empujado a establecer ayudas propias dirigidas a aquellos estudiantes que cumpliendo los requisitos económicos no consiguen becas del Ministerio de Educación. El curso pasado se concedieron 1.637, cifra que supone un incremento de casi el 14%.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios