"Estamos vivos de milagro". Así de contundente se pronunció ayer uno de los inquilinos de la planta superior a un comercio chino que resultó calcinado por un incendio. La Policía investiga el suceso, ocurrido de madrugada en calle Mármoles, y trata de esclarecer si se produjo de manera intencionada. La zona más afectada correspondía a la entrada del negocio.

Fue pasadas las 4:00 cuando una de las vecinas consultadas se despertó por el penetrante olor a quemado que desprendía el exterior. Al levantarse de la cama, comprobó que una nube de humo cubría el dormitorio. "Parecía niebla, pero todo estaba muy negro", precisó en declaraciones a este periódico. Cuando salió al patio, su sorpresa era mayúscula. "Empecé a ver llamas. Salí corriendo gritando 'fuego, fuego' con mi nieta [de un año y medio] a la calle y los padres. Allí estuvimos hasta las 7:00", recordó la mujer, todavía asustada.

Su vivienda, situada en la planta más próxima al local, fue una de las más afectadas por el humo en las paredes que había generado el fuego. El fuerte olor, horas después de lo sucedido, seguía presente en varios de los inmuebles evacuados. Y es que no fue la única persona que tuvo que abandonar el edificio, de cuatro plantas. Los bomberos, a su llegada, llamaron puerta por puerta pidiendo a los residentes que salieran de sus casas. Todos pudieron regresar entre las 7:00 y las 8:00 y no hubo heridos.

El dueño del comercio, visiblemente afectado, se había hecho cargo del negocio hace un año. Durante este tiempo, sufrió otro fuego, aunque de mucha menor importancia. En aquella ocasión, todo apuntaba a que había sido intencionado. No se descarta que en el caso de esta madrugada los hechos se repitieran. Ayer, un trabajador selló la puerta para evitar el acceso. Hasta el lugar acudieron, además de cinco vehículos de bomberos, efectivos de la Policía Local. También había sido alertado el sistema de emergencia sanitarias 112 Andalucía.