Málaga

La Junta reconoce que los cortes de agua son inminentes si no llueve

  • La consejera excluye a Málaga de sus garantías de que no habrá restricciones este año y Emasa exige inversiones que aumenten los recursos hidráulicos de la provincia

Por primera vez desde el inicio de la actual sequía, la Junta de Andalucía dio ayer por hecho que habrá restricciones en el abastecimiento de agua para el consumo humano en Málaga y todo el Valle del Guadalhorce. Aunque ese reconocimiento de la gravedad de la situación fuera de manera inversa, puesto que lo que hizo la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, fue excluir a Málaga y a todo el Valle del Guadalhorce de sus garantías de que "no existe riesgo de restricciones aunque no llueva más durante este año".

Sin duda, señaló, puede haber alguna restricción de aquí a final de año en las zonas de Andalucía donde se aplica el decreto de sequía (el área metropolitana de Málaga y el Valle del Guadalhorce), si bien "el miedo de corte de abastecimiento se diluye a partir de finales de septiembre y principios de octubre, que es cuando empieza la época de lluvias".

La consejera expresó su intención de promover antes de que acabe el año un pacto con fuerzas políticas y sociales de la comunidad en materia de agua, sobre todo, de cara a la elaboración de la ley de gestión integral del agua, si bien espera que el PP esté dispuesto a sacar este asunto de la "confrontación" y de la "batalla política", como "premisa" para el acuerdo. Dijo que ya está trabajando en un pacto con todas las fuerzas sociales y políticas en Andalucía, que empezará a gestarse, primero, con reuniones con comunidades de regantes y todo tipo de asociaciones y colectivos que tengan que ver con el ámbito del agua, ya sean usuarios o empresas públicas. Hará un recorrido por toda Andalucía en el que también se incluyen encuentros con diputaciones provinciales y con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias .

La situación en la provincia de Málaga, con los pantanos por debajo del 20% de su capacidad con apenas 107 hectómetros cúbicos (no todos útiles), es más que preocupante y las restricciones parecen cercanas de no registrarse unos meses de septiembre y octubre especialmente lluviosos, al contrario de lo ocurrido en los años anteriores.

El gerente de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), José Luis Rodríguez, es pesimista sobre la situación y cree que para febrero o marzo las reservas estarán a cero de no variar la situación. Rodríguez volvió exigir a la Cuenca Mediterránea Andaluza, organismo hidrográfico de la Junta, que acometa las obras necesarias para aumentar los recursos en la provincia. "Lo prudente sería haber empezado hace meses las obras que nos garanticen el suministro en una situación como ésta y empezar a planificar las restricciones", dijo. Recordó que en la última reunión, en julio, del comité de sequía, fue rechazada la propuesta del Ayuntamiento de ejecutar un trasvase desde el río Guadiaro hasta el río Grande, del que la ciudad de Málaga puede tomar agua a través de Aljaima. Es una obra que el Consistorio calcula que costaría unos 170 millones de euros, que aprovecharía la infraestructura ya construida en la anterior sequía de 1995 para los trasvases del Guadalmansa, Guadalmina y Guadaiza al pantano del río Verde, y que se amortizaría en cinco años "comparada con el coste de explotación que acarrea una desaladora capaz de aportarnos 60 hectómetros cúbicos de agua al año, como haría ese trasvase".

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