Alberto Pérez Rozos. Radiofísico del Hospital Clínico

"Hay que comer jamón como homenaje al informe de la OMS"

  • El especialista del Clínico califica al Metro como "una maravilla" porque que pone a Málaga entre las grandes ciudades europeas, aunque objeta el cruce en superficie frente al hospital.

ES radiofísico. Así que no muchos pacientes entienden el trabajo de Alberto Pérez Rozos en el Clínico. Pero desde la trastienda hospitalaria es responsable de que el tratamiento de numerosos tumores salga bien.

-Cuando dice que es radiofísico, la gente lo debe mirar raro...

-Normalmente no lo digo. Me canso de explicar lo que es. Es más fácil decir físico médico que radiofísico.

-Los pacientes saben lo que hace un traumatólogo, un pediatra o un ginecólogo por ellos. ¿Saben lo que hace un radiofísico por ellos?

-Normalmente no. Te encuentras sorpresas. Hace poco dos pacientes vinieron explicítamente a preguntar por el físico, para agradecernos el tratamiento. Una de ellas me regaló una corbata, algo que me hizo mucha ilusión. La Física Médica es una especialidad que es muy joven. Arranca con el descubrimiento de los rayos X, después con el descubrimiento de la radioactividad. Físicos en los hospitales de manera generalizada y como necesidad dentro del hospital es desde los años 50. En España, los primeros aparecieron en los 60. Por eso es una especialidad todavía poco conocida.

-¿Vosotros qué es lo que hacéis?

-Trabajamos en todos los campos en los que se utilizan radiaciones ionizantes; desde una radiografía, hasta el PET, hasta en radioterapia. Intentamos aplicar la Física al beneficio de los pacientes. En Radiología mejoramos la calidad de la imagen y disminuimos la dosis que reciben los pacientes buscando que el diagnóstico sea mucho más eficaz. En resonancia magnética buscamos que sean más rápidas y con más calidad de imagen. En Medicina Nuclear controlamos que los equipos sean lo más exactos posibles para no dar dosis innecesarias a los pacientes. En radioterapia diseñamos el tratamiento.

-¿Sois la trastienda?

-Somos una trastienda. Nuestro trabajo si está bien hecho no se ve. Nuestros compañeros médicos valoran nuestro trabajo y lo conocen, pero hacia afuera es difícil comprender nuestro trabajo.

-Por lo tanto, no vienen muchos pacientes a regalarle una corbata a los radiofísicos...

-A mí en Radioterapia sí que me ven más porque allí paso mucho tiempo con el paciente. Voy a la simulación cuando le hacemos el TAC, le explico el tratamiento. Al paciente hay que darle cariño. Yo normalmente no uso bata en este hospital me consienten caprichos de ese tipo. El paciente se pregunta quién eres. Debes explicarle qué vas a hacer por él y se sienta el único paciente del hospital en ese momento.

-¿La Medicina está deshumanizada?

-Yo creo que no. Se percibe como deshumanizada sobre todo en sistemas públicos de salud donde los profesionales hemos pasado situaciones complicadas y difíciles. Pero la Medicina en general, todos los sanitarios, los técnicos, los celadores tienen una profesión altamente vocacional. La percepción es que todos están volcados en el paciente. El paciente a lo mejor no lo perciben así porque si vas a Urgencia y tienen tanta sobrecarga de trabajo es difícil dar una atención personalizada. Pero en los servicios podemos hacer que el paciente se sienta cómodo y el único que hay en ese momento en el hospital. En Radioterapia lo estamos consiguiendo.

-¿Cuál es la importancia de la Radiofísica?

-Sin ella no podríamos dar tratamientos oncológicos por radioterapia. Cuando un cirujano coge un bisturí o un láser ve el instrumento que maneja y el efecto. Pero en radioterapia el tratamiento es como una luz invisible. Nosotros la vemos de manera indirecta con nuestros instrumentos de medida. Ahí es donde intervenimos los físicos. Tenemos que darle la garantía al médico de que está dando la dosis que quiere dar, en cantidad suficiente para curar un tumor, en el sitio correcto y que esté tranquilo de que no le va a hacer daño al paciente. Los oncólogos radioterápicos depositan su confianza ciega en los radiofísicos.

-Hace dos sábados se celebró el Día Mundial de la Física Médica. ¿Por qué ese día?

-Porque ese día nació Marie Curie, cuyas investigaciones siguen salvando muchas vidas y cuyo trabajo es el que marca el inicio de nuestra profesión. Su marido murió por la radioactividad, ella posiblemente también y sus libros de notas todavía son radioactivos. Pero aquello sentó las bases de una especialidad. Marie Curie es una figura muy reconocida. Era polaca y no hay pueblo en Polonia que no tenga una calle con su nombre.

-¿Hace falta un tercer hospital en la capital?

-Es una pregunta que habría que hacer a los gestores. No sé si hace falta un tercer hospital o potenciar los dos que ya hay, que tienen buenos profesionales y buenos equipos.

-¿Pero habría que aliviarlos con alguna de las dos medidas?

-Seguramente sí. Los hospitales de Málaga no solo atienden a su población habitual, sino a turistas y a personas no censadas que viven en la provincia de manera habitual. Los hospitales tienen una presión asistencial grande.

-¿Un megahospital hace falta?

-Si se hace un tercer hospital del mismo tamaño que tienen estos [el Regional y el Clínico], no se necesita un megahospital. Y si se construye un megahospital, al estilo del que se hizo en Toledo, lo lógico sería prescindir de alguno de los otros dos; habría en este último caso que mover uno de los dos hospitales al megahospital. Los que tengan que tomar la decisión tendrán que decidir si ese tercer hospital va a complementar a los otros dos y va a ser un tercer hospital en igualdad de condiciones que los otros dos; o va a ser un hospital para sustituir a alguno de los otros dos. Si tiene que sustituir a alguno debe ser más grande.

-¿Hay turismo sanitario hacia la provincia?

-Sí. Hay turismo sanitario sobre todo en las clínicas privadas y en la sanidad pública yo creo que también. Nosotros tratamos a una población extranjera bastante importante. Algunos viven aquí, pero otros aprovechan estancias en Andalucía para tratarse en los hospitales españoles. La sanidad española es de una calidad muy elevada. En el caso de la Radioterapia del Clínico no tiene nada que envidiar a ningún hospital del mundo.

-¿Qué le parece el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo de carnes rojas y procesadas y el riesgo de padecer cáncer?

-El día que salió el informe de la OMS yo abrí un jamón en casa. Ese tipo de informes hay que saber leerlos. Las OMS de lo que habla es de que existe evidencia de que determinados productos pueden ser cancerígenos; no que lo sean ni en qué grado lo son. Si uno come salchichón todos los días como único alimento está claro que va a tener un problema de salud y seguramente el cáncer no va a ser el más importante.

-¿Entonces se puede comer jamón?

-Se puede no, se debe comer jamón y carne de los montes. Se deben comer todos los buenos productos que tenemos aquí.

-Pese al informe de la OMS...

-Como homenaje al informe de la OMS. La alimentación en general tiene que ser sana y no salirse de la moderación. Todo lo que se salga de la moderación no será sano.

-¿El chare del Guadalhorce descargará al Hospital Clínico?

-Entendemos y deseamos que sí. Sobre todo, lo van a agradecer todos los vecinos de aquella zona que ahora tienen que hacer desplazamientos un tanto incómodos.

-¿Su área tiene proyectos de investigación?

-Participamos Radioterapia, Radiofísica y Oncología Médica. Investigamos en cáncer de cabeza y cuello, de próstata y en radiocirugía pulmonar. Todo tratamiento de cáncer es coordinado entre muchos profesionales.

-¿La más relevante cuál es?

-La radiocirugía de pulmón. Somos centro de referencia en ese tratamiento. El nombre debería ser radioterapia de alta precisión. Lo que hacemos es tratar lesiones muy pequeñas de pulmón con dosis muy elevadas de radioterapia; utilizamos la radioterapia casi a modo de bisturí.

-¿Y es importante trabajar en equipos multidisciplinares en este campo?

-Son importantísimos. El conocimiento lo hemos ido parcelando cada vez más y cada vez sabemos más, de campos más pequeños. Por eso si no tenemos equipos multidisciplinares es imposible avanzar. Antes había mentes privilegiadas que abarcaban mucho conocimiento de varias áreas, pero es cada día más difícil. De ahí que eso lo tengamos que suplir con equipos multidisciplinares.

-¿Usted participó en la puesta en marcha en 2005 del Servicio de Radioterapia?

-Fui el primer radiofísico en Radioterapia de este hospital. Lo mío fue una apuesta del entonces gerente Antonio Pérez Rielo. Lo que hicimos fue traer la experiencia de gestión privada a la sanidad pública. El éxito del Servicio de Radioterapia del Clínico ha sido precisamente ese porque hemos intentado dar la agilidad de respuesta y el trato a los pacientes de la sanidad privada en un hospital público.

-¿Qué le parece el Metro, que ahora pasa por la puerta del Clínico?

-Una maravilla. No se puede calificar de otra manera. El Metro coloca a Málaga entre las grandes ciudades de Europa. Los malagueños no sé si son conscientes de la ciudad que tienen. Málaga debería ser una ciudad de congresos y hacerle la competencia a las grandes ciudades de congreso de toda Europa.

-Bueno, ya tiene un Palacio de Congresos.

-Pero nosotros intentamos hacer un congreso hace cuatro o cinco años y no tenía capacidad para el congreso que queríamos traer. Málaga tiene buen clima, tiene montañas a corta distancia, buena gastronomía, un aeropuerto internacional y eso hay que aprovecharlo más porque no tiene nada que envidiarle a grandes ciudades de congresos, como Barcelona o Viena. Pero se necesita ampliar la capacidad del Palacio de Congresos.

-¿Qué congreso no pudisteis hacer aquí?

-El congreso europeo de radioterapia. El Palacio de Congresos no tenía capacidad porque no había superficie para la exposición comercial y además porque movía a más de 3.500 asistentes. Málaga debería potenciar el segmento de grandes congresos porque es un turismo de alto standing.

-Volviendo al Metro ¿y el cruce en superficie frente al Clínico?

-Una pena, eso no se entiende. Debería ir soterrado o la carretera pasar por encima. El Metro no tiene que interrumpir el tráfico y si lo interrumpe es un tranvía.

-¿Le gusta andar en bici?

-La he usado mucho para venir a trabajar. El problema es el clima porque llegas empapado de sudor. Málaga es una ciudad ideal para la bici.

-¿Y hace falta más carril bici?

-A los que nos gusta la bici siempre nos parece que todo carril bici es poco. Málaga cada vez tiene muchos más carriles bici. Los últimos son bastante buenos y seguros. Todo lo que fomente la movilidad viene muy bien. Las bicis que ha puesto el Ayuntamiento son un éxito.

-¿Le preocupa la deriva independentista de Cataluña?

-A todos los que vivimos en este país nos preocupa. No es una situación agradable. Además, tengo familia allí. Cada uno lo vive a su manera. Yo intento no discutir, pero me sorprende la manía de buscar la diferencia en lugar de buscar lo que nos une.

-¿Qué haría el edificio de la antigua prisión provincial?

-Si está vacío, un centro cultural siempre viene bien; al estilo del que hay en La Térmica.

-¿Qué le falta a Málaga?

-Qué difícil... Málaga tiene todo. Es una ciudad de un tamaño adecuado que se puede abarcar cómodamente. Tiene oferta cultural, tiene el puerto, tiene montañas... A lo mejor, siendo una ciudad tan cosmopolita, lo único que le puede faltar es creerse que puede ser todavía más de lo que es. Tiene una capacidad de atraer turismo grandísima, que cada día se está explotando más. Pero el turismo de calidad lo tenemos que traer aquí de la manera que sea. A Málaga creo que en general no le falta nada.

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