El Consejo de Alumnos de la Universidad de Málaga ha hecho un llamamiento a los candidatos que compiten en las elecciones de mañana para que dejen el juego sucio y eviten la tentación de instrumentalizar el voto de los alumnos. "La Universidad es un referente social y tiene también que ser un referente de los valores democráticos", subrayó ayer el presidente de esta entidad estudiantil, Maximiliano Gámez. "Nuestra posición es imparcial. no vamos con ningún candidato. Solo pedimos que no se dé este espectáculo nefasto".

La tensión electoral ha empañado la campaña durante los últimos días. Cada papeleta cuenta y el 25% de los votos ponderados que proporcionan los alumnos es un bocado muy apetecible. Puede que incluso decisivo cuando hay tres candidatos en palestra y los indicios apuntan a que será necesaria una segunda vuelta. "No todos han recurrido al juego sucio. Hay dos que sí, aunque con distinta forma y gravedad, aunque inadmisible en ambos casos, mientras que del tercero no nos consta". El Consejo de Estudiantes pide a la junta electoral que intervenga para poner fin a actividades que considera irregulares dirigidas a propiciar el sentido del voto. "No queremos que quede en una recomendación, sino en sanciones".

El telón de fondo de este escenario son los intentos por conducir el voto del alumnado en direcciones dispares, ya sea favoreciendo a un candidato o perjudicando la imagen de otro. El objetivo final es el poder que da una institución que maneja 226 millones de euros al año -es la segunda administración local de la provincia por presupuesto, después solo del Ayuntamiento de Málaga- y aglutina a cerca de 40.000 personas entre profesores, alumnos y personal de administración.

Los estudiantes aluden a la presión que se está ejerciendo para que apoyen a uno u otro candidato tanto a través de otros compañeros como incluso de profesores, a la aparición de pasquines y folletos anónimos en diferentes puntos de los campus universitarios contrarios a José Ángel Narváez a quien, por otra parte, se le reprocha haber propiciado una campaña electoral deliberadamente corta.

La campaña salta las costuras de la institución. La prueba más palpable es la cartelería electoral fuera de los lugares habilitados y autorizados. La propaganda ha llegado hasta una gasolinera ubicada en las inmediaciones del Campus Teatinos.

Dos de los últimos episodios ilustrativos de este tinte se han vivido entre el lunes y ayer martes. Ambos están relacionados con el voto anticipado -similar al voto por correo en las elecciones generales- que se ofrece al personal universitario para que deposite su papeleta en el registro antes de la jornada electoral. En el Campus de Teatinos el registro está instalado en el aulario Severo Ochoa, epicentro electoral durante las últimas 48 horas.

Uno de estos incidentes tuvo lugar ayer por la mañana en una clase de primer curso del grado de Historia cuando la profesora y vicedecana de Filosofía y Letras, María José Berlanga, animó a sus alumnos a decantarse por la candidatura de Miguel de Aguilera. "Si votáis al candidato con el que yo estoy trabajando creo que va a ser un buen impulso para la facultad". "Si vais ahora a votar, en el Severo Ochoa hay un stand, os lo agradeceré sinceramente". "Creo que si votáis a Miguel no os vais a equivocar".

Después, una vez que estudiantes de la candidatura de Aguilera explicaron algunos puntos del programa electoral, la profesora les indicó que al término de la clase se disponía a votar de forma anticipada y les invitaba a acompañarla. "Si queréis lo dejamos aquí y el que quiera me acompaña", según testimonios a los que ha tenido acceso este periódico.

Estos hechos tuvieron lugar apenas unas horas después de que la vicerrectora de Estudiantes y miembro del equipo del candidato José Ángel Narváez, María Jesús Morales, acudiera al aulario Severo Ochoa. Allí tomó fotos a alumnos del grupo de apoyo de Miguel de Aguilera que hacían propaganda y distribuían palomitas a los estudiantes que acudían a dejar su papeleta electoral.

La estudiante de Hispánicas Carmen Flores explicó ayer que estaba en el puesto de palomitas que ha montado esta candidatura en el aulario "cuando llegó la vicerrectora muy exaltada, nos acusó de repartir folletos contra Narváez y empezó a hacer fotos con el móvil. Le dije a mi compañero que se diera la vuelta porque nos estaba haciendo fotos sin nuestro consentimiento".

Respecto al primer incidente, la profesora María José Berlanga explicó ayer que ha dejado en sus clases tiempo a los alumnos que se lo han pedido para explicar la campaña electoral "apoyen al candidato que apoyen. No se ha hecho nada que no sea normal y que no se haya hecho en otras campañas electorales. Después dejé unos minutos, al final de la clase, para que fuese a votar el que quisiera". Berlanga insistió en que en ningún momento utilizó un tono amenazante o agresivo, "como han hecho otros".

Diego Bermúdez, también de la candidatura de Aguilera, salió al quite para subrayar la oportunidad de que los profesores "expresen su opinión ante los alumnos. No está mal que expongan su postura, diferente es que se coaccione o que haga alguna insinuación coercitiva, pero transmitir una opinión de forma legal y honrada no es un problema. El equipo de Miguel de Aguilera está haciendo una campaña clara, honesta y limpia, respetando los tiempos y los modos".

Respecto al episodio de las fotografías y las palomitas en el hall del aulario Severo Ochoa, María Jesús Morales indicó ayer que efectivamente tomó una foto a un alumno del equipo de Aguilera porque quería comprobar si se trataba de uno de los cicerones de la Universidad de Málaga que atienden a los estudiantes de Secundaria durante sus visitas a las diferentes facultades. "Después borré la foto porque hablé con este chico, que efectivamente es uno de los cicerones, y me explicó que estaba allí por compromiso con un profesor que, además, es amigo mío". En este sentido agregó que no cree oportuno que los estudiantes cicerones participen en la campaña y "lleven a otros chicos a votar". Morales ,subrayó que los alumnos que el lunes por la tarde votaban de forma anticipada en el aulario y recibían palomitas de la candidatura de Aguilera "ni siquiera sabían que había tres candidaturas", en alusión velada al voto inducido.

El presidente de la junta electoral, el catedrático de derecho administrativo José María Souvirón, reconoció ayer tarde que "algún comentario y alguna reclamación" ha recibido relacionada con el proceso electoral, si bien precisa que los rumores y la exageración son las constantes. Subraya los matices y las fronteras que determinan cada uno de los hechos que se ponen en cuestión. No cree que en cualquier caso hayan tenido lugar incidentes que no ocurrieran en campañas electorales anteriores. "Todo marcha dentro de la normalidad. No ha habido nada extraordinario".

No obstante, la junta electoral tiene previsto emitir una nueva comunicación en la que hará balance de la marcha del proceso electoral y un "llamamiento para que se extreme el cuidado".