Los malagueños, en general, son más pobres ahora que al inicio de la crisis. Parece una obviedad teniendo en cuenta que hay una tasa de paro del 28%, que han cerrado miles de empresas en este periodo y las que han logrado sobrevivir han reducido, en numerosos casos, los sueldos de los empleados. Pero las sensaciones hay que corroborarlas con datos y éstos los tiene la Agencia Tributaria, que acaba de publicar los salarios provinciales correspondientes al ejercicio 2014. A grandes rasgos, el salario medio anual en Málaga asciende a 15.128 euros frente a los 16.269 de 2008. Se han perdido, por tanto, 1.140 euros al año que, repartidos en 14 pagas, representan una merma mensual de 82 euros.

Los malagueños tienen ahora, en general, menor poder adquisitivo pero se ha acrecentado la diferencia entre pobres y ricos. En estos momentos hay en la provincia 1.653 personas que cobran más de diez veces el salario mínimo interprofesional (fijado en 645,30 euros al mes en 2014), con un sueldo medio anual de 138.002 euros. Al inicio de la crisis había 3.458. Hay ahora bastantes menos personas que cobran esas altas cantidades, pero su salario medio se ha elevado. Dicho de otra forma, los adinerados tienen más recursos ahora que al principio de la crisis.

En el otro polo están las personas con menos dinero. La Agencia Tributaria lo divide en numerosos tramos. El inferior es el de aquellas personas que cobran, como máximo, la mitad del Salario Mínimo Interprofesional. Sin tener los datos en la mano se podría pensar que sería un número pequeño, pero es todo lo contrario. En Málaga hay 158.448 personas que cobran, de media, 1.806 euros al año, es decir, 129 euros al mes repartidos en 14 pagas. Teniendo en cuenta que, en total, hay 563.642 personas asalariadas en la provincia, representan el 28,1%. Hacienda ofrece datos estadísticos sobre lo que controla. No se incluye, por tanto, cuánto dinero pueden ganar miles de personas a través de la economía sumergida, aunque debe ser una cantidad alta porque parece claro que es difícil vivir con 129 euros al mes. Diversos estudios han señalado que el dinero negro representa en torno al 25% del PIB en la provincia. En 2008 había, según la Agencia Tributaria, 126.714 asalariados con menos de la mitad del SMI con un importe medio anual de 1.749 euros. Por lo tanto, ahora, tras seis años de crisis, hay 31.000 personas más en esta situación, oficial, de extrema pobreza.

Las mujeres siempre han cobrado menos que los hombres y con la crisis no ha cambiado la situación. La única diferencia es que la caída salarial ha sido inferior que en el caso del varón porque partían de una desventaja. Los hombres malagueños ingresan, de media anual, 16.918 euros -1.638 euros menos que en 2008- y las mujeres 13.082 euros -230 euros menos-.

Por edad, lo habitual es ganar más dinero conforme se va avanzado en experiencia laboral, hasta que llega la jubilación. El sueldo medio ha descendido en todos los tramos de edad respecto al año 2008. La precariedad es palpable en todos los segmentos, pero es especialmente significativa entre los jóvenes. Los malagueños entre 26 y 35 años cobran de media 11.922 euros al año, es decir, apenas 850 euros al mes contando dos pagas extra. Con esa cantidad es difícil independizarse e iniciar un nuevo proyecto familiar, algo que sería lógico en esa franja de edad.

Málaga vive del turismo y la hostelería y no son dos sectores que se caractericen por grandes salarios. Ya en 2008 era bajo (11.156 euros) y ahora está aún peor (10.012 euros). Son medias y habrá muchas personas con sueldos superiores, pero también hay gente con contratos temporales y escasas retribuciones.

La devaluación salarial es un hecho y nadie lo rebate. Ni siquiera los empresarios, que apuestan por la moderación para mantener las compañías. "Es una realidad incontestable. Ha habido un proceso de adaptación de las empresas a la situación generada por la crisis y ha sido con reducción de costes, no solo de funcionamiento sino también salariales y eso ha sido gracias al esfuerzo de los propios trabajadores, pero es que no ha habido más remedio en muchos casos porque había que adoptar ese tipo de decisiones para que las empresas pudieran sobrevivir", explica Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y de Andalucía (CEA).

Este experto ya avisa además de que "no cree" que vayan a subir los salarios por la recuperación económica. "Hay unos criterios marcados en el acuerdo de negociación colectiva para el año 2015, 2016 y 2017 firmado y suscrito con los agentes sociales a nivel nacional y se habla de moderación salarial, pero sí es verdad que con una intención de que haya una progresiva recuperación del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores", añade el máximo responsable de la patronal malagueña y andaluza. González de Lara es "consciente de que se ha generado mucho perjuicio a la capacidad de consumo de los ciudadanos y las clases medias, que han sido las grandes perjudicadas de la crisis, pero también ha pasado en las pequeñas y medianas empresas". En este sentido, destaca que han desaparecido 12.000 pymes en Málaga "y no ha sido por gusto sino porque no han tenido capacidad de sobreponerse ante tantos problemas". González de Lara cree que ahora es el momento de "generar estabilidad, preocuparse más por el mantenimiento de los puestos de trabajo y de crecer y, a partir de ahí, seguramente la tendencia cambiará porque los buenos empresarios quieren que sus trabajadores estén a gusto, que tengan buenos salarios y que la empresa tenga viabilidad".

El presidente de la CEM reconoce que "no se puede ser más productivo a base de devaluar el empleo, sino que hay que serlo por otras vías". Ahí coincide con los representantes sindicales, que critican duramente la pérdida de poder adquisitivo de los malagueños durante estos años. Antonio Herrera, secretario general de CCOO en Málaga, indica que "uno de los efectos negativos de la reforma laboral ha sido la devaluación salarial. En Málaga hay un auge del turismo importante y las ciudades con el salario más bajo de España están en Andalucía y Málaga como Torremolinos, Marbella y Fuengirola". En su opinión, eso provoca "una caída del consumo y una mayor desigualdad". Auxiliadora Jiménez, su homóloga en UGT, es de la misma opinión. "Seguimos yendo hacia un modelo laboral cada vez más precarizado, con peores salarios. Donde se valora menos el trabajo y así no se puede hablar de recuperación. La crisis la hemos soportado los trabajadores y las clases altas no han sufrido nada", denuncia.