El perfil más solidario de miles de malagueños volvió a lucir ayer con luz propia. Un total de 713.000 kilos de comida fueron depositadas en los contenedores instalados por Bancosol en 342 establecimientos repartidos en toda la provincia. Las previsiones manejadas por la organización de esta nueva edición de la Gran Recogida se situaban en los 750.000 kilos, por encima de los 680.000 del año pasado. Alimentos con los que atender a las más de 55.000 familias que hoy por hoy dependen del colectivo. "Tenemos mucha ilusión que poder cumplir con las expectativas; apelamos a la solidaridad de los malagueños; eso sí que no tiene nombre", explicaba horas antes del cierre de los negocios Manuel Alarcón, uno de los responsables de la organización. Alarcón admite que la primera de las dos jornadas celebradas, el pasado viernes, la participación estuvo por debajo de lo contemplado.

"Fue buena, aunque pensábamos que podía ir mejor", expuso. Incluso, consideró que esta menor actividad pudo estar vinculada a la celebración del Black Friday y el encendido de las luces de Navidad instaladas en el casco antiguo. El viernes, según los datos de la organización, fueron recogidos del orden de 289.000 kilogramos de productos. Ayer, se recibieron 424.000. La demanda de Bancosol se centraba, fundamentalmente, en la entrega de alimentos infantiles, caso de leche de continuación; leche normal, aceites, conservas y legumbres, entre otros. Durante los dos días de celebración de la Gran Recogida han participado del orden de 5.000 voluntarios en toda la provincia.